Organizada por Acción Contra la Trata

I Jornada de Salud Mental “Atención a mujeres en situación de prostitución y trata”

21 de septiembre de 2021.

Por Paula Barrado Revuelta

Autonomías | Voces de mujeres | Mujeres migrantes | Salud y género | Violencia de género | Violencia sexual | Trata | Encuentros y Jornadas



“Recuerdo que llevé solo lo imprescindible: mi nombre, mi cuerpo, mi identidad, mi memoria, mi voluntad. Cosas que nadie pudiera robarme. Sin embargo, con el tiempo descubrí que mi nombre podía ser usurpado, mi cuerpo violentado, mi identidad cuestionada, mi memoria olvidada; entonces me quedé solo con mi voluntad. Mi voluntad de sobrevivir. Pero lo cierto es que no quiero sobrevivir, quiero vivir”


Madrid, 21 sep. 21. AmecoPress. –Hoy se han celebrado las I Jornadas de Salud Mental en atención a mujeres de situación de prostitución y trata organizadas por Acción Contra la Trata junto al Instituto Navarro por la Igualdad y el Gobierno de Navarra en el Civican de Pamplona.

El evento ha comenzado con la introducción de Eva Istúriz García, directora del Instituto Navarro para la Igualdad, que ha denunciado que “la explotación sexual y la trata son una de las manifestaciones de la violencia estructural y patriarcal que se ejerce contra las mujeres”. Enseguida ha dado paso a Satoko Kojima Hoshino, psicóloga de ACT, que ha presentado su estudio “Mujeres en situación de prostitución y trata en Navarra: salud mental y atenciones desde los recursos existentes”, que sigue en fase de diagnóstico, ha contado con la participación de 11 mujeres supervivientes de diferentes entidades, 21 profesionales que atienden a mujeres en situación de explotación sexual y de trata en Navarra y en el que se ha basado la ponencia.

“Yo quería ser abogada, me gustaba estudiar, pero mi familia era muy pobre. Además, era la mayor de 7 hermanos, así que a los 14 tuve que dejar de estudiar para ayudar a mis padres y mandar a mis hermanos al colegio. En ese sentido es verdad que fui (…) el cordero para sacrificar. Yo hice de madre, de hecho ellos aún me llaman mama”, ha contado la psicóloga, explicando que este testimonio es el resumen de la situación de la gran mayoría de mujeres nigerianas en las que se ha basado su estudio. Renuncian a la educación, se dedican a los cuidados familiares y tienen la obligación de traer dinero a casa en una situación totalmente precaria y sin formación que las atrapa en las redes de prostitución.

Con el objetivo de entender las necesidades actuales de las mujeres que han vivido situación de explotación sexual, Kojima ha destacado tres puntos clave que ha concluido el estudio. En primer lugar, las violencias que sufren las mujeres a manos de los consumidores de la prostitución. Habla de que han sufrido secuestros, prácticas sexuales abusivas, reproducción de comportamientos que han visto en el porno, negar o romper el condón, robar, humillar, insultar u obligar a consumir drogas entre otras. “He visto a clientes arrojar a mujeres desde un coche en marcha en el medio de la carretera. A otra mujer a la que ayudé aquí en España estaba en silla de ruedas porque un cliente la había tirado de un edificio (…) Una vez, un cliente ruso intentó engañarme. Cuando miré el billete a contraluz me di cuenta de que era falso, yo intenté coger su cartera y entonces este me dio un puñetazo y me arrancó un diente”, ha contado Satoko Kojima como otro de los relatos.

Como segundo punto, ha destacado la dificultad para solicitar la ayuda psicológica y, por último, la dificultad para pedir ayuda a la policía. Ha sido en estos puntos donde han incidido las profesionales de la atención psicológica en materia de prostitución y trata en Navarra. Pilar Baigorri Lerga, psicóloga del Servicio Municipal de Atención a la Mujer del Ayuntamiento de Pamplona, ha explicado que solo el 7% de las mujeres piden ayuda psicológica fundamentalmente por el sentimiento de culpa y vergüenza. “Cuando alguien se dedica a la prostitución, en mi país, tu dignidad se va a la basura, ya nadie te va a mirar como una persona con valor”, ha sido otro de los testimonios de supervivientes que ha relatado Kojima.

Yolanda Resano Arredondo, psicóloga colaboradora en la Oficina de Atención a Víctimas de Delitos de Navarra, ha resaltado que casi todas las mujeres forzadas a ejercer la prostitución denuncian violencia de género, no trata. Resano explica casos en los que cuando esas mujeres consiguen salir de la violencia de la prostitución y comienzan relaciones afectivas con otros hombres, chocan con la violencia de su pareja, muchas veces por problemas de fertilidad de las mujeres como causa de la violencia que se había ejercido sobre sus cuerpos previamente.

Otro punto a destacar es la adicción al alcohol y las drogas, vorágine en la que se sumen las mujeres por obligación de sus captadores o clientes, o por la necesidad de huir de la realidad en la que las atrapan. Cristina Martín Goñi, psicóloga de ACOAD Servicios Asistenciales, ha manifestado la dificultad de someterlas a terapias efectivas debido a los problemas del propio desplazamiento de las afectadas y de las dificultades para obtener subvención.

Después han intervenido Diana Chow y Raquel Rodríguez Flor, mediadoras. Chow ha narrado su trabajo con las mujeres supervivientes de la trata y la prostitución de procedencia china. Explica que en 1990 hubo una crisis en el noreste de China que acabó con el empleo de miles de trabajadores que en su mayoría fueron mujeres. Esto trajo consigo la emigración masiva de mujeres a países como Francia y España con la falsa promesa de un trabajo como niñeras que les daría mucho dinero. La realidad es que se vieron atrapadas en un país del que no conocían el idioma y la única salida que se les ofrecía era la prostitución para pagar la deuda que habían contraído. Raquel Rodríguez ha querido recalcar que ella también es emigrante y aunque no haya vivido su misma realidad, explica que “llego a vivir sus miedos”.

Como punto final a las intervenciones, se ha emitido el cortometraje “We have a dream” de Las Poderosas y narrado por la mediadora Joy Ogbeide. “Recuerdo el peso de mi maleta, demasiado liviana para llevar en ella toda la vida que dejaba atrás. Recuerdo que llevé solo lo imprescindible: mi nombre, mi cuerpo, mi identidad, mi memoria, mi voluntad. Cosas que nadie pudiera robarme. Sin embargo, con el tiempo descubrí que mi nombre podía ser usurpado, mi cuerpo violentado, mi identidad cuestionada, mi memoria olvidada; entonces me quedé solo con mi voluntad. Mi voluntad de sobrevivir. Pero lo cierto es que no quiero sobrevivir, quiero vivir.”

Ha sido una jornada cargada de emoción y de testimonios durísimos que, una vez más, realzan la necesidad de seguir trabajando para conseguir una sociedad sin violencia, en la que la educación sea la base para que esto se consiga y, por supuesto, acabar con la estigmatización de las mujeres.

Foto: archivo AmecoPress

Autonomías – Salud y género – Trata – Violencia de género – Mujeres migrantes – Voces de mujeres – Encuentros y Jornadas. 21 sep. 21. AmecoPress

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