Se ha puesto en cuestionamiento estos últimos meses si el trabajo de las mujeres en la cultura, especialmente dentro de la temática humorística, tiene o no éxito. La realidad es que las mujeres nunca han tenido el reconocimiento que han merecido dentro de sus puestos de trabajo, más aún en el mundo del espectáculo. Actualmente, muchos consideran el humor feminista como un discurso victimista, pero también es con el que cada vez más personas se sienten identificadas y más refleja una realidad invisibilizada que no todos quieren reconocer