¿Y si lo estudiamos juntas?

Madrid, 02 dic. 21. AmecoPress. – ¿Y si lo estudiamos juntas? Así acababa Andrea Momotio (@andreamomoitio) la primera mesa del II Congreso de Periodismo Feminista Lucía Martínez Odriozola, celebrado durante tres días de forma online. La mesa se titulaba ‘Modelos de negocio: ¿Qué puede aportar la perspectiva feminista a la sostenibilidad de un medio de comunicación?’ y en ella participaron Anna Celma Melero (@Acelmamelero), de La Directa (@La_Directa); Patricia Reguero (@Des_bordes), de El Salto (@ElSaltoDiario); Magda Bandera (@magdabandera), de La Marea (@lamarea_com), y Tamia Quima, de Pikara Magazine (@pikaramagazine). Andrea, que moderaba la mesa, sintetizaba con esa propuesta la necesidad de abrirse camino ante lo evidente: gestionar un medio de comunicación feminista, que quiere escapar a la tiranía de los grandes capitales a la par que hacer buen periodismo, no es fácil.
Administrar no es fácil y muchas veces, no suele tenerse en cuenta. "Vas a encontrar lo primero gente que haga periodismo, pero para garantizarlo tienes que encontrar a gente que haga administración y es un trabajo muy amplio. No hemos tenido una buena gerencia que haga presupuestos anuales", compartía Magda Bandera.
Tamia Morales cuenta que Pikara Magazine nació como asociación porque no esperaba ser una empresa. "No había coordinación entre periodismo y administración. Por eso hicimos un parón, le pusimos cabeza para tener unas bases y una estructura sólida y feminista.” Y añade: “no se tiende a valorar la labor administrativa porque se tiende a dar valor a lo que se ve, al trabajo productivo.”
Para los medios que se sientan a intercambiar experiencias en este congreso es fundamental el contenido, pero saben también que ello ha de poder hacerse sin restar valor a tantas tareas invisibles que los sostienen: facturas ordenadas, suscripciones, atención a socias y colaboradoras, programación de campañas. Es imprescindible mirar la gestión, la estructura, el dinero, los recursos, para fortalecerse, crecer y resistir.
¿Cómo gestionar una cooperativa integral?, ¿qué tipo de estructura resulta más adecuada y coherente para organizarse?, ¿cómo se toman las decisiones? Hay que hacerse preguntas y cada interrogante se experimenta como un “melón abierto”.
El Salto cuenta con un colectivo editor donde se toman decisiones editoriales y económicas. Patricia Reguero explica que el modelo está en debate porque las socias lectoras no participan en la cooperativa como se pensó: "No hemos sabido cómo hacerlo, aunque están de otra manera". En 2019, en la asamblea anual donde todas las socias están invitadas, “nos pidieron cuidar la paridad. Los informes los hago yo. En el primero ponía: ’Es necesario establecer mecanismos para valorar los trabajos no visibles’”.
Magda Bandera habla de los comienzos de La Marea, que empezó cuando cerró la edición en papel del diario Público. “El tener un estatus de cooperativa estatal integral nos ha hecho perder algunas oportunidades”, expone, “a veces la burocracia nos ha comido mucho espacio”. Por cierto, Magda Bandera ha escrito acerca de este proceso en el recomendable monográfico sobre periodismo feminista que ha editado Pikara.
La Directa nació de la necesidad y también, como Pikara, empezó como asociación, pero fue creciendo y 2016 pasó a ser cooperativa de consumo. "Tuvimos la suerte de que el tejido cooperativo en Cataluña era muy fuerte", comparte Anna Celma Melero.
A la hora de organizarse los modelos más valorados tienden a la horizontalidad. Pero en los medios siempre hay una jerarquización, como ocurre con las informaciones, y también decisiones que tomar. Magda Bandera es directora de La Marea, un cargo elegido democráticamente: “me pueden quitar en cualquier momento”, dice Bandera, que valora cómo ser uno de los pocos medios dirigidos por una mujer les ha dado cierta visibilidad. En definitiva, lo que importa es cómo se elige y cómo se ejerce la dirección. En el caso de La Marea, el cargo se traduce en realidad en la “edición final de contenidos conflictivos.” Por otra parte, como precisa Anna Celma Melero, “la estructura horizontal no es reflejo directo de cómo se toman las decisiones”.
El encuentro también ha repasado la relación con las colaboradoras y las tarifas que se ofrecen por los trabajos periodísticos. Unas tarifas insuficientes y establecidas hace años, pero que en la mayoría de las ocasiones los medios que debatían reconocen no estar en condiciones de revisar.
Las periodistas ponen sobre la mesa cosas que están funcionando bien. En La Directa apuestan por encuentros para “cuidarnos y colectivizar las decisiones y responsabilidades”. También Pikara tiene previsto un espacio “para compartir” con colaboradoras. En El Salto, con 20 personas empleadas, “llevamos cuatro años revisando condiciones”. La Marea ha reforzado el equipo que se ocupa de tareas administrativas, incluyendo la programación.
Sería bueno “estudiar y pensar juntas” herramientas que ayuden a resolver estos elementos. Tal vez se puedan programar encuentros, por sectores. Quizás juntas sea más fácil.
El Congreso continúa hoy y mañana. Seguiremos aprendiendo e informando.
Foto: archivo AmecoPress.
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Medios de comunicación – Comunicación y género – Feminismo. 02 dic. 21. AmecoPress