"Si te quedas embarazada siendo artista de circo, caes en un vacío absoluto"
Madrid, 14 may. 18. AmecoPress.- El pasado jueves 10 de mayo el Teatro Circo Price se unía a la iniciativa Temporadas de Igualdad, dirigida por Clásicas y Modernas, con el objetivo de impulsar las creaciones artísticas femeninas. En este acto, se reunieron varias directoras para intercambiar sus perspectivas sobre los retos pendientes para las mujeres en el mundo del circo, como la corresponsabilidad, y la dificultad de afrontar la maternidad.
"En ocasiones, una trapecista tiene que recurrir a contratar abogados para demostrar que embarazada no puede subirse al trapecio", explicó María Folguera, directora artística del Teatro Circo Price. Y es que si la maternidad supone un punto de inflexión en la carrera profesional de cualquier mujer, en el mundo del circo esta situación se complica.
Esta disciplina artística está acostumbrada a una fuerte estereotipación, según explicaron en el coloquio las mujeres que lo conocen de cerca. Se relaciona al circo para adultos con el burlesque, "con los espectáculos del siglo XIX, teñidos de deseo, o con el circo americano de los años 50 o 60. Eso por no hablar de la imagen precaria de las carpas, la asociación de este espectáculo como algo de la calle o marginal", relata Folguera.
Esta situación provoca que en España exista menos formación en escuelas circenses que en otros países de Europa, y que las posibilidades de sus artistas se vean más reducidas. Gran parte de las creadoras que han estudiado esta modalidad se inclinan por crear su propia compañía de forma autónoma, ante la dificultad de participar en un espectáculo como trabajadoras por cuenta ajena.
"No me puedo plantear ser madre"
"Ya es difícil simplemente siendo autónoma porque sabes que quizá harás un número en el mes nada más y no te llegará para comer. No sé cómo lo consiguen las que son madres, yo ni me lo puedo plantear", confesó Zenaida Alcalde, codirectora de la compañía Puntocero.
A las dificultades ya existentes en el emprendimiento circense, se le suman entonces las problemáticas del género. Contratos que no llegan, el debate entre ser madre o no serlo, la discriminación y los problemas de corresponsabilidad. En este punto, María Folguera reconoce que en el mundo del circo se trata el embarazo con "excesivo peso y presión". "Nadie le da tanta importancia a otra circunstancia que te aparte del trabajo, como por ejemplo una lesión".
"Cuando una trapecista se queda embarazada todo el mundo se entera y aisla toda la responsabilidad en ella. En este mundo es frecuente que se creen familias entre el cuerpo de artistas y, sin embargo, es a la mujer a la que preguntamos qué va a hacer o cómo va a llevar el tema de su bebé, cuando es una cosa de dos, de nuestro compañero varón también", apunta la directora artística del Price.
Para Zenaida, la noticia del embarazo de una mujer circense supone "quedarse en el vacío más absoluto". "Tienes que planteártelo sabiendo que estarás mínimo un año y medio sin poder ejercer, y si no tienes otro trabajo no vas a tener ningún ingreso. Otro aspecto complicado es el cambio del cuerpo, para ti quizá es muy importante evitar una cesárea, porque te separan los abdominales y tú los necesitas para trabajar, pero al médico le da igual", plantea.
Eso si como autónoma eres tu propia jefa, "si eres trabajadora eventual el problema ya se convierte en fóbico", apunta Marta Gutiérrez, trapecista y directora de la compañía Teacro Circo. Por su parte, la representante de la Asociación Clásicas y Modernas, Margarita Borja, recuerda que el problema de que los varones se desentiendan de la corresponsabilidad afecta en todos los gremios de artistas "lastrando la carrera profesional de las mujeres".
"Estamos estudiando en concreto el ámbito de la música, porque el porcentaje de mujeres profesionales es irrisorio en comparación con la cantidad de alumnas que hay en los conservatorios", detalla.
Obras con perspectiva de género
Como punto de partida de este compromiso con las Temporadas de Igualdad, el Circo Price presentó en este acto dos obras dirigidas por mujeres. Su directora artística explica que no se trata de un ciclo temático con perspectiva de género, "no nos hemos esforzado por encontrar a estas creadoras y a sus compañías, llevamos tiempo hablando con ellas, aunque ahora estrenemos sus trabajos".
Uno de ellos es "Y ahora qué", una obra escrita por Zenaida Alcalde (compañía Puntocero) que aborda distintas situaciones vitales con las que se encuentran cuatro mujeres, de todas las edades. "Algo que observo a menudo es que los papeles de mujeres suelen tender mucho a ser la hija, la madre o la pareja ’de alguien’. Estoy harta de eso, lo que importa en esta obra es que somos personas que pasamos por cosas. Queremos poner un foco a lo que nos sucede", narra Alcalde.
Por su parte, la directora Marta Gutiérrez (Teacro Circo) ha decidido romper con los roles de género en su obra "La vuelta a mi mundo". "Es una forma de aportar un granito de arena a nivel creativo en esa lucha de igualdad pero de respeto a las diferencias individuales. No todos podemos estar cosidos por el mismo patrón, ni todas las mujeres son femeninas ni todos los hombres son masculinos", defiende su creadora.
La obra ilustra cómo una mujer se salta los patrones establecidos por su género y viceversa, y cómo ambos reciben un castigo por salirse de esa norma. "Tendrán que enfrentarse a una oposición, que se personifica en un artista masculino. Él también sufrirá por ser ese verdugo. El machismo afecta a hombres y mujeres, y aquí contamos cómo vivir el género desde un punto de vista más libre. Date libertad a eso que frenas", zanja Gutiérrez.
Al terminar el acto, la Asociación Clásicas y Modernas aconsejó a las mujeres circenses elaborar un informe sobre sus problemáticas, para poder ponerse a trabajar y lograr objetivos. En junio se reunirán las artistas para debatir y continuar su lucha contra las desigualdades.
Foto: Archivo AmecoPress.
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Estado Español – Cultura – Voces de mujeres – Empleo y género – Conciliación – Cultura y arte – Mujeres creadoras. 14 may. 18. AmecoPress.