Planes de igualdad en las empresas y reorganización de los cuidados, claves para atajar la brecha salarial

Madrid. 22 feb. 22. AmecoPress.- La directora del Instituto de las Mujeres, Toñi Morillas, abría el seminario ‘Construir la igualdad bajo suelos pegajosos’ afirmando que, a pesar de los avances constatados, especialmente gracias a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y, probablemente, a partir de la aprobación de la Reforma Laboral, "a este ritmo necesitaríamos 121 años para acabar con las desigualdades que existen entre mujeres y hombres en el ámbito laboral y no nos lo podemos permitir". Son evidentes los indicadores, pero todavía el negacionismo y la confusión de conceptos dificulta atajar que mujeres y hombres cobren lo mismo por desarrollar un trabajo de igual valor.
Patricia Nieto Rojas, profesora de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social en la Facultad Derecho UNED, ha arrojado luz sobre algunas herramientas legislativas con las que contamos para luchar contra la desigualdad retributiva entre mujeres y hombres. Es evidente que la brecha salarial condensa otras muchas brechas de género que se producen en el ámbito laboral y que son necesarias distintas medidas que incidan sobre ella de manera precisa.
Hay trabajos que, aunque tienen características y requisitos similares, se valoran de manera diferente y por tanto se pagan de manera distinta. “Los empleos tradicionalmente feminizados tienen peor valoración social y económica, independientemente de su esencialidad, como ha demostrado la crisis sanitaria”, ha sintetizado la experta para poner en valor instrumentos aportados mediante la aprobación de los Reales Decretos 901-902/2020 en materia de Igualdad y en concreto de Igualdad retributiva.
“Los sistemas clasificatorios son importantísimos a la hora de analizar la estructura salarial de las empresas”, porque ayudan a identificar esas inequidades en la valoración de los trabajos que se ven reflejadas en los salarios. Del mismo modo, los planes de Igualdad son una “herramienta muy potente” para mitigar la brecha salarial porque establecen, para empezar, una auditoría retributiva que permite poner el foco en las diferencias en función del sexo que suelen aparecer cuando se negocia dentro de la horquilla salarial que establece la empresa.
España cuenta con la herramienta del registro retributivo. Pero lo cierto es que todavía “del salario no se habla”. Tampoco se tiene en cuenta suficientemente que los complementos, donde se produce buena parte de la brecha salarial, tienden a premiar las tareas más masculinizadas. Un aspecto estructural fundamental es que los cuidados no remunerados siguen estando en manos de las mujeres, que son mayoría en empleo a tiempo parcial, (el 75 por ciento, lo que, según CCOO, explica la mitad de la brecha salarial, en las reducciones de jornada (el 95 por ciento de quienes reducen su jornada para cuidar son mujeres) y en las excedencias. La brecha salarial es mayor en la jornada parcial que en la jornada completa.
Encuentro
El acto organizado por el Ministerio ha sido conducido por la Redactora jefa de Género de diario.es, Ana Requena Aguilar, y ha contado con un encuentro en el que han participado Carolina Vidal López, secretaria Confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO; María Amor Vázquez Martínez, Técnica del Área de la Mujer de UGT; Pastora Filigrana García, abogada laboralista; Ana Carolina Elías Espinoza, presidenta de la Asociación de Servicio Doméstico Activo (SEDOAC) y Sara del Mar García, Portavoz de la Plataforma Estatal de Camareras de Piso (PECAPIS).
Desde distintos enfoques, las participantes han coincidido en que garantizar que las empresas cumplan sus obligaciones poniendo en marcha los planes de igualdad y reorganizar los cuidados, con un papel prioritario del Estado, son claves para avanzar.
Para las representantes sindicales la negociación colectiva es decisiva. “Esa es la herramienta”, ha insistido Carolina Vidal López, quien ha valorado positivamente algunos de los aspectos incorporados en la Reforma Laboral recientemente aprobada, como son el haber puesto el foco en acabar con la temporalidad y el dar prioridad a los convenios sectoriales.
Las mujeres ya somos mayoría en las universidades, incluso entre las personas ocupadas con estudios superiores. Sin embargo, durante la trayectoria laboral las trabajadoras acumulan brechas, que aumentan con la edad, como ha destacado la representante de UGT, que ha recordado que, en las pensiones, de media, la brecha entre hombres y mujeres es del 29,34 por ciento.
Pastora Filigrana defiende los derechos de trabajadoras en sectores laborales menos favorecidos, más feminizados y realizados por mano de obra migrante. Sectores muy importantes, como son los cuidados o la alimentación, pero invisibilizados y con escaso reconocimiento social y económico. “Si hubiera una igualdad salarial en estos sectores, habría una redistribución de la riqueza en otros muchos sectores” y espacios, ha dicho Pastora.
La sindicalización en estos sectores menos favorecidos es muy difícil y estas mujeres están teniendo que reinventar la lucha sindical. El sector del empleo doméstico es el único sector en nuestro país que no tiene derecho a la prestación por desempleo. Las camareras de piso siguen sin tener reconocidas en el BOE ciertas enfermedades profesionales que padecen a consecuencia de su trabajo. Pero la sociedad no solo conoce a mujeres como Carolina Elías, trabajadora de hogar o Sara del Mar García, camarera de piso, como caras que visibilizan esta precariedad, sino porque se han convertido en referentes por representar a miles de mujeres que se han ido auto-organizando y visibilizando sus situaciones y luchas. Y gracias a ellas la sociedad en su conjunto también empieza a valorar el trabajo de cuidados mejor. Aunque quede mucho por hacer.
Foto: AmecoPress
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Estado Español - Economía – Brecha salarial – Empleo y género – Encuentros y jornadas. 22 feb. 22. AmecoPress.