Nicaragua: Defensoras en riesgo
Managua, 24 jul. 18. AmecoPress/SEMlac.- Sandra Ramos por años ha defendido, nacional e internacionalmente, a las mujeres desempleadas y a las trabajadoras de las maquilas. Hoy es perseguida por el gobierno, pese a integrar el equipo del Diálogo Nacional, mediado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), y convocado por el gobierno del presidente Daniel Ortega.
Esta semana, patrullas de antimotines asaltaron su casa en dos ocasiones, sin encontrarla, pero sustrayendo objetos personales. Otras defensoras han recibido amenazas telefónicas y a través de las redes sociales.
Irlanda Jerez, una abogada, quien además es líder auto convocada del movimiento de comerciantes del mercado oriental, el más grande de Centroamérica, fue secuestrada por paramilitares, sin orden judicial, mientras salía de una conferencia de prensa en la que se informó sobre las acciones cívicas de la protesta.
Actividades a desarrollarse después en las que, con uso exagerado de fuerza, según la Corte Internacional de Derechos Humanos (CIDH), y causando decenas de muertos, fueron desarmadas las barricadas del pueblo Indígena de Monimbó, cerca de la capital, Managua, y de los campesinos en San Pedro de Lóvago, en la zona este del país.
Ambas defensoras fueron respaldadas la penúltima semana de julio por la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos. La iniciativa también ha alertado sobre graves amenazas contra doña Francisca Ramírez, una de las líderes del Movimiento Anti Canal.
Otras defensoras feministas hostigadas y amenazadas son Haydee Castillo, del Instituto de Liderazgo de las Segovias, y Sara Henríquez, de Mujeral en Acción, de León. Asimismo, las integrantes del Grupo Venancia y el Colectivo de Mujeres de Matagalpa, cuyas instituciones han aparecido en una lista de la muerte que circulan, en las redes sociales, personas afines al Orteguismo.
Agresiones a periodistas
Desde que empezaran las protestas por la falta de atención gubernamental a la quema de la reserva natural Indio Maíz, hace más de 90 días, las periodistas han sufrido agresiones y amenazas. Yamlek Mojica, de Confidencial, Ivette Munguía, Mabel Calero, Reneé Lucía Ramos han sufrido de parte de policías y para militares afines al gobierno, agresiones físicas, restricción al libre tránsito y al derecho a la información, además de censura, amenazas de muerte y robo de equipos de trabajo y amenazas de destruir vehículos. Leticia Gaitán, de la televisora Cien por Ciento Noticias y Daliana Ocaña del canal 12, fueron encañonadas y amenazadas de muerte.
Cinthya Tórrez, de La Prensa, recibió un disparo de balas de goma y ha sido pateada por la policía en dos ocasiones. También ha sido amenazada la bloguera Maryorit Guevara de El Blog de Tu madre y el medio digital Artículo 66, cuyo nombre hace alusión a la disposición constitucional que establece que: "Los nicaragüenses tienen derecho a la información veraz. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas, ya sea de manera oral, escrito, gráficamente o por cualquier otro procedimiento de su elección".
El movimiento feminista internacional realizó cierres simbólicos de embajadas en varios países, entre ellos Honduras, El Salvador, México y se hizo un día de Tweet feministas por Nicaragua.
Matanza no detiene movilización
Los muertos suman más de 300, mientras que los heridos pasan de 2000 y las personas desaparecidas de 150. Todo en un lapso de poco más de 90 días de protesta. Un nicaragüense muere cada seis horas, dijo un representante de la empresa privada en el diálogo, Juan Sebastián Chamorro. La mayoría cazados con rifles francotiradores de origen ruso, Dragonov. O secuestrados, ejecutados y aparecidos en la morgue del Instituto de Medicina Legal, en donde a muchos familiares les han obligado a declarar que la causa de la muerte fue natural.
Un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) establece que el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) completó su tercera semana de trabajo y ha constatado la intensificación de represión y operativos por la policía y grupos parapoliciales.
Como parte de estos hechos, reportan que el MESENI constató y documentó operativos y actos de represión en contra de la población de diferentes ciudades con las que se mantenía un diálogo para alcanzar una disolución espontánea y pacífica de tranques, como Diriá y Diriomo, en Granada; Niquinohomo, Catarina, La Concepción y Monimbó, en Masaya; Lóvago, en Chontales, entre otras.
La CIDH lamenta y condena que el Estado haya recurrido a la violencia en lugar de continuar con el diálogo en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis. Lo mismo la agresión por al menos un centenar de personas afines al gobierno, a sacerdotes y periodistas al interior de la Basílica San Sebastián, de Diriamba. Entre las personas heridas se encontraba el obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez Ortega, beneficiario de medidas cautelares de la CIDH.
La CIDH y la OACNUDH, en un comunicado de prensa conjunto, condenaron los hechos y alertaron contra la estigmatización contra integrantes de la Iglesia Católica por sus labores de protección a la integridad física de las personas manifestantes y por su fundamental rol en la mediación del Diálogo Nacional, dice una nota de la OEA.
A pesar de estos actos, la población en resistencia continúa movilizándose. El día 19 de julio fue celebrado por el gobierno como un triunfo debido al desmontaje de barricadas. El día siguiente, 20 de Julio, la Iglesia católica invitó a la población a sumarse al rezo de la oración de exorcismo a San Miguel Arcángel, en "desagravio por las profanaciones" de estos últimos meses "contra Dios" por la violencia desatada en el país. Este domingo al menos 500 iglesias de América Latina realizaron eucaristías por los obispos y población nicaragüense.
En esta rebelión también se ha desatado una lucha por el favor de Dios. Sin recordar la participación de caravanas de camionetas Toyota Hilux nuevas, desde las cuales, hombres de negro disparan a mansalva a la población.
La vicepresidenta Rosario Murillo atribuye el desarme de las barricadas a "que en estas últimas semanas nos hemos unido en un grandioso culto a Dios pidiendo por la paz. Sabemos que Dios es justo y que se manifiesta en Nicaragua, en cada municipio donde se logró restaurar la libre circulación, seguridad, derecho al trabajo, a la vida", afirmó.
Sin referirse a los más de 300 asesinatos cometidos por las fuerzas combinadas de policías y paramilitares, Daniel Ortega y Rosario Murillo afirmaron que la población que protesta es "alentada por sectas satánicas, golpistas, asesinas".
Mientras tanto, su gobierno da "Gracias a Dios por todos los Aprendizajes, por la Fuerza que nos ha dado para todas las Batallas, y por las Victorias que de Su Mano y para Su Gloria, iremos, no lo dude nadie, consolidando". En el mismo discurso, el presidente se declaró católico y atacó a los Obispos, a quienes acusó de golpistas.
Foto: Archivo AmecoPress.
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Internacional – Violencia de género – Derechos Humanos – Comunicación y género – Feminicidio. 24 jul. 18. AmecoPress.