Las políticas de acción positiva: herramienta para hacer frente al carácter estructural de la desigualdad de género

29 de marzo de 2022.

Por Olatz Silva Rodrigo

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El seminario ‘Políticas de acción positiva en el ámbito de la cultura’ analiza el sentido y la eficacia de las medidas de acción positiva en el marco de la actual realidad cultural


Madrid, 28 mar. 22. AmecoPress. - En la actualidad, la representación de mujeres de la cultura es muy baja. Existen herramientas que actúan sobre la discriminación estructural o difusa que impide la igualdad de las mujeres en el ámbito de la creación y producción artística e intelectual. Una de ellas es la aplicación de medidas de acción positiva. El seminario ‘Políticas de acción positiva en el ámbito de la cultura’ analizó si esas medidas son eficaces y evaluó el éxito de las políticas de igualdad de género.

El Seminario fue organizado por Clásicas y Modernas, asociación para la igualdad de género en la cultura, con la colaboración del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. Entre el 24 y 25 de marzo, en el mismo Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, planificaron diferentes ponencias, invitando a personas especializadas en materia de políticas públicas y de igualdad.

Julia Espinosa Fajardo fue una de las invitadas. Espinosa es profesora del Departamento de Sociología en la Universidad de Sevilla, además de investigadora, evaluadora y experta en políticas públicas en Europa y América Latina. Espinosa quiso dejar claro que las políticas de igualdad “son necesarias”. Tienen impacto, pero también son “controvertidas”.

Las políticas de igualdad tienen como objetivo promover la igualdad entre mujeres y hombres y mejorar la situación socioeconómica, política y cultural de las mujeres. Sin embargo, esta igualdad “de iure”, no se traduce en igualdad “de facto”, dado que el punto de partida para mujeres y hombres no es el mismo. “Esta igualdad no es real y efectiva, porque la desigualdad es un problema estructural enraizado en esta sociedad patriarcal”, afirmó Espinosa.

Para hacer frente al carácter estructural de la desigualdad de género, “es necesario atacar las causas y no solo los síntomas”. Ese es el objetivo de las acciones positivas, medidas que reconocen que las condiciones iniciales no son iguales para todas y todas en el patriarcado y buscan “situar a mujeres y hombres en el mismo punto de partida” y conseguir una igualdad real, una igualdad de hecho.

El éxito de las acciones positivas se evalúa teniendo en cuenta tres aspectos clave. Para empezar, es necesario examinar si el diseño “atiende a las problemáticas existentes”. Después, hay que estudiar la implementación. Es decir, si incluye unos procesos y mecanismos que aseguren un adecuado abordaje del problema. Por último, las medidas tienen que contribuir a hacer un cambio en relación con el punto de partida y cambiar las bases estructurales de la sociedad.

Las acciones positivas son necesarias para hacer frente a la “ilusión óptica de la igualdad de género”, en la cual persisten las desigualdades, por ejemplo, en la diferencia de la representación de las mujeres en la educación y la ocupación. Según Eurostat, las mujeres representan la mayor proporción de estudiantes en Artes y Humanidades así como en aquellas disciplinas vinculadas con el sector cultural y creativo. En España concretamente, las mujeres conforman el 6,1% y los hombres el 3,1%. Pero, en cuanto a la ocupación, no se ha logrado avanzar en una presencia equivalente. Todavía existe una infra-representación en la ocupación de este sector.

Aunque las acciones positivas tengan una “alta eficacia y transformación implemental”, todavía existen dificultades en la implementación por causa de varias resistencias. Por ejemplo, el mito de la meritocracia expone que las acciones positivas violan el principio del mérito y que no son necesarias porque las mujeres pueden conseguirlo por su cuenta. “Pero esto es un problema estructural, por lo que las medidas son imprescindibles”, recalcó Espinosa.

Las acciones positivas introducen más mujeres en unas estructuras y procesos patriarcales. Son muy necesarias, pero hace falta más: “No son la única manera para redistribuir los recursos y asegurar la presencia, hacen falta otro tipo de acciones”.

Foto: archivo AmecoPress.


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