Las mujeres son el 52% de la población y su representación en el cine debe ser proporcional

Madrid, 18 abr. 22. AmecoPress. - Los estereotipos de género en el cine, las series y la publicidad favorecen el protagonismo de los personajes masculinos y los relacionan con la acción. Mientras los personajes masculinos son los héroes de las historias, los estereotipos de género condenan a los personajes femeninos a ser eternas secundarias, a ser el trofeo de ese héroe que salva el mundo. Se conforman con ser madres amables y cuidadoras o se sienten poderosas gracias a su joven físico o ímpetu sexual.
Los relatos audiovisuales tienen la capacidad de crear referentes entre niñas, niños y la juventud. Asimismo, influyen en cómo se percibe la sociedad. Es importante que esos relatos no alimenten las desigualdades de género y el sexismo. Hay que crear historias que no sigan fomentando los diferentes grados de violencia que sufren las niñas y las jóvenes.
Es responsabilidad de todos y todas (instituciones, personas profesionales, espectadoras, etc.) analizar y promover el análisis de contenido que tenga un punto de vista inclusivo y no discrimine a personajes femeninos.
Para crear historias que no sigan fomentando los estereotipos de género, CIMA, Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales, ofrece un decálogo de buenas prácticas para combatir el sexismo en los relatos audiovisuales. El objetivo del decálogo es ofrecer una serie de observaciones, consejos y pautas para poder aplicar en el aula o en casa y contribuir a crear una sociedad más igualitaria y más libre. Se trata de algunas recomendaciones básicas y flexibles para detectar desigualdades y otras para elegir películas, series y contenidos no sexistas. Son pautas que apelan a la conciencia crítica:
1- Las mujeres son el 52% de la población y su representación en el cine y en la ficción debería ser proporcional.
2- Las mujeres existen y no solo son madres, novias o víctimas de violencia. Es necesario incluir en los relatos mujeres que no se adscriban únicamente a los estereotipos de género.
3- Las mujeres no son solo cuerpos. La sexualización de las mujeres y la reducción de su cuerpo a meros objetos es sexismo. Las mujeres no son objetos de consumo, son personas.
4- Es importante representar a las mujeres más allá de su juventud. La ausencia de las mujeres maduras en los relatos no responde a parámetros realistas y limita la creación de nuevos modelos.
5- Las mujeres son diversas. Apostar por la diversidad supondrá la creación de más referentes.
6- Las mujeres se representan en las ficciones demasiado a menudo en el espacio doméstico. Es necesario vigilar y observar en qué espacios se mueven los personajes. Representar distintos espacios de manera diversa aumentará la verosimilitud del relato y su riqueza.
7- No hay que fomentar la violencia de género ni la violencia sexual. Es necesario trabajar la narrativa de la violencia machista o violencia sexual a través del audiovisual. Sin embargo, la insistencia en la vulnerabilidad de las mujeres y la banalización de las agresiones genera una indefensión aprendida.
8- Hay muchas formas de violencia de género: la violencia simbólica, la invisibilización de las mujeres o representarlas solo como guapas, sexualizar los cuerpos o representar en roles de cuidado es otra forma de violencia porque fomenta los estereotipos de género.
9- Es imprescindible crear nuevos referentes. Además de aumentar el protagonismo de los personajes femeninos, estos deben ser variados, diversos y plenos de matices.
10- Crear nuevos referentes masculinos. Hacen falta personajes femeninos en roles de acción y liderazgo, pero también son necesarios personajes masculinos que tiendan ropa, cuiden hijos y progenitores y limpien el baño. Los hombres también pueden cuidar y trabajar en casa.
Foto: archivo de AmecoPress.
Cultura - Cine - Publicidad - Violencia de género - Estereotipos - Guías. 18. abr. 22. AmecoPress.