Las mujeres prefieren la técnica instrumental a la farmacológica en la interrupción de sus embarazos, según un estudio de ACAI

16 de junio de 2022.

Por Sonia Hortal Hurtado

Salud reproductiva | Salud y género | Aborto | Informes



La Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del embarazo (ACAI) ha hecho pública esta mañana una investigación que da a conocer las motivaciones que llevan a las mujeres a elegir entre las dos técnicas de IVE utilizadas en las nueve primeras semanas de gestación para interrumpir el embarazo


Madrid, 14 jun. 22. AmecoPress - Durante la mañana del 14 de junio, ha tenido lugar una comparecencia pública ante los medios de comunicación a cargo de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del embarazo (ACAI). La entidad ha presentado una investigación en la que pone en valor qué consideraciones previas de la mujer y qué razones médicas, socioeconómicas o personales pueden determinar la elección de un método clínico concreto para interrumpir su embarazo.

El informe ha sido presentado por la vicepresidenta de ACAI, Eva Rodríguez, en compañía de Diana Práxedes, máster en Psicología General Sanitaria y máster en Sexología, y Milagros Caballero Ángel, graduada en Educación social, con la intención de exponer la realidad de la interrupción voluntaria del embarazo desde sus dos modalidades: la instrumental y la farmacológica. El estudio ha analizado las diferentes variables y factores que pueden influir en la elección de una técnica u otra mediante una muestra total de 1536 mujeres voluntarias. Las cuales, debían cumplir con una serie de requisitos como encontrarse, como máximo, en la novena semana de gestación.

La premisa inicial del estudio se acoge a que, como está recogido en la actual ley de SSR e IVE, las mujeres tienen derecho a recibir toda la información sobre los métodos y elegir, según sus propias motivaciones, el más adecuado. La intención del mismo: analizar los motivos que llevan a las mujeres a escoger una técnica u otra para la interrupción de su embarazo.

Sobre esto, las ponentes trataron de aclarar cuáles son los dos métodos a los que las mujeres pueden recurrir en caso de querer interrumpir su embarazo antes de pasar a señalar los resultados obtenidos. Así, o bien puede acudir al método instrumental, el cual se realiza mediante una aspiración intrauterina con bomba de vacío y sedación, o bien al método farmacológico, dividido en dos tiempos y en el que se usan los medicamentos Mifepristona y Misoprostol como herramienta.

De este modo, para evaluar la totalidad del proceso de IVE en sus dos posibilidades, la investigación contó con tres partes diferenciadas: recogida de datos sociodemográficos de las participantes, evaluación del sangrado, complicación y efectos secundarios y satisfacción con el método y motivos. Un informe dividido en una investigación cuantitativa y una cualitativa que se realizó durante los meses de abril a junio de 2021.

Resultados obtenidos, el método instrumental frente al farmacológico

Tras el análisis cuantitativo de la población de muestra, se comprobó que el 14,25% de las mujeres elegían el método farmacológico, frente a un porcentaje del 85,74% que elegían el método instrumental. Esto motivó que en el momento de realizar las entrevistas, se tuviera en cuenta estos porcentajes para realizarse en proporciones semejantes.

De este modo, el informe concluye de forma clara que cuando las mujeres reciben información imparcial y pueden elegir entre los dos métodos en el mismo lugar prefieren mayoritariamente la técnica instrumental. Y es que el perfil que se define de la mujer que elige esta opción es similar al de la mujer que elige el instrumental en cuanto a edad, nacionalidad y situación laboral. Sin embargo, se observa en el método farmacológico un número inferior de mujeres con hijos (39.3% frente al 53.8% del instrumental), una incidencia ligeramente menor de IVE anteriores (32.9% tuvieron abortos previos frente al 36.9% del instrumental), acudiendo a interrumpir el embarazo con gestaciones algo más tempranas (media de 6 semanas), presentando con más frecuencia estudios universitarios (29.7% frente al 19.8% del instrumental) y una menor experiencia gineco/obstétrica.

Así mismo, las mujeres que en su anterior aborto eligieron el instrumental en esta IVE optan mayoritariamente por repetir la técnica (91%), pero las que probaron un aborto farmacológico anteriormente, más de la mitad, el 58.5 %, cambian al instrumental en el aborto actual.

Entre las razones más esgrimidas para elegir el instrumental eran: rapidez, seguridad (71.9%) y evitar el dolor (29.2%). La mayoría de mujeres desean que el tránsito por su IVE sea lo más rápido posible y no vivenciar el proceso. Las mujeres que eligen el farmacológico en un alto porcentaje lo hacen por descarte del instrumental (55.7%) “por miedo a la intervención”.

En cuanto al dolor durante la intervención, los datos obtenidos corresponden únicamente al método farmacológico, ya que el instrumental se ha realizado bajo sedación en total ausencia de dolor. A pesar de la analgesia previa, un 91.8% de las mujeres del método farmacológico sienten dolor durante la expulsión, siendo este de 7.17 puntos de media. En relación al dolor en los días posteriores se encuentran diferencias en cuanto a la intensidad, tanto en el dolor de alta intensidad o mayor que la regla (42.18% de mujeres del farmacológico y 19.38% de las que eligieron el instrumental); como en la intensidad muy alta o extrema (8.67% de usuarias del farmacológico y 2.35% del instrumental).

Por su parte, en relación a los efectos secundarios, un 51.6% de las usuarias del método farmacológico refirieron haber padecido alguno. Los más frecuentes: náuseas, escalofríos, vómitos y diarrea. Sin embargo, tan solo un 1.1% de las usuarias del instrumental experimentaron reacciones adversas. Las complicaciones, en cambio, se ha registrado en poca proporción en ambos métodos, aunque son significativamente más altas en el procedimiento con fármacos: un 12.3% en el farmacológico y un 1.6% en el instrumental.

La satisfacción general de las usuarias tras la IVE resulta muy alta (M = 9.04), lo que indica que la satisfacción con cualquiera de los métodos es mayor cuando las mujeres son capacees de decidir el aborto que desean, siendo esta ligeramente mayor entre las usuarias del método instrumental (M = 9.27) que en las del farmacológico (M = 7.70). Si bien la mayoría de las mujeres se sintieron satisfechas con el método elegido, el 85.5% de las usuarias que utilizaron el instrumental le dan una puntuación de 9 ó 10.

Conclusiones finales

Así pues, el presente estudio confirma que la expansión del método farmacológico en detrimento del instrumental no es la solución a la objeción de conciencia profesional, la falta de formación, el hostigamiento, la estigmatización de la IVE, la falta de centros en algunas partes del territorio, los desplazamientos derivados de la anterior circunstancia, la falta de centros públicos que realicen la intervención y otra serie de coyunturas que buscan ser resueltas a través de una técnica que es necesaria, pero que debe convivir con las técnicas instrumentales, tal y como establece la OMS.

La técnica farmacológica distancia al médico/a del proceso, ya que es la mujer la que prácticamente por sí misma realiza el procedimiento y, en justa lógica, genera al personal médico y sanitario menos problemas éticos o profesionales. Priorizar, sin embargo, estos intereses en detrimento de los derechos de las mujeres "es una salida en falso que mermará la seguridad sanitaria, la libertad de elección, el derecho a la privacidad y al acompañamiento.! Y es que !la mayoría de las mujeres desean ponerse en manos de profesionales, sentirse acompañadas, realizar una IVE que ocupe el menor tiempo posible de su vida, sin dolor y sin conciencia del acto en sí!.

Sin embargo, no se han creado unidades multidisciplinares en el ámbito de la Sanidad Pública que integren la capacitación médica, la perspectiva psicológica, el acompañamiento, la dimensión social e incluso la perspectiva jurídica. Por ello, "se está apostando por la generalización del farmacológico en detrimento del instrumental y la adopción de técnicas más largas, dolorosas y con un mayor impacto emocional para la realización de un aborto, en el caso de interrupciones de segundo y tercer trimestre".

La "imposición" del método farmacológico en detrimento del instrumental "viene alentada por la industria farmacéutica". Solo es necesario observar la línea de financiación de los congresos, las fuentes que sostienen las investigaciones de no pocos profesionales, las subvenciones que amparan el trabajo de un número creciente de organizaciones sociales, sociedades científicas y entidades de la salud; para saber que la imposición del método farmacológico es, sin dejar de considerar todo lo expuesto anteriormente, una cuestión basada en beneficios económicos, muy lejos de las inquietudes, experiencias, perspectivas, salud y situaciones personales e íntimas de las mujeres.

Fotos: archivo AmecoPress, tomadas del Informe Percepción de las Mujeres que han Interrumpido su embarazo frente a las técnica de IVE: Instrumental y farmacológica.

Sociedad - Salud reproductiva - Salud y género - Aborto - Informes. 16 junio 22. AmecoPress.

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