Las mujeres migradas están sobre-representadas en el ámbito de la Violencia de Género
Madrid. 01 dic. 2020. AmecoPress.- La primera sesión de las XIII Jornadas Mujeres Inmigrantes, organizadas por la Fundación Isadora Duncan, muestra los datos más relevantes sobre el Tratado de Estambul y las violencias machistas respecto a las mujeres migrantes. En el evento exponen personalidades como la Doctora Carmen Ruiz Sutil y la Profesora Silvina Monteros Obelar.
El evento arranca con la intervención de Faustino Sánchez, subdelegado del Gobierno de León, que además de recalcar “el grave obstáculo que supone esta violencia, degradando y humillando a las mujeres que la padecen, para alcanzar la igualdad y la plenitud de los Derechos Humanos”, habla de un ‘plan de contingencia’ tanto de asistencia y apoyo en el ámbito doméstico, como de lucha contra la trata y la explotación de mujeres inmigrantes. Seguidamente, Adelina Rodríguez, profesora de Sociología, directora del Área Social y directora de la Unidad de Igualdad de la Universidad de León, insiste en “visibilizar un problema global y estructural”, ya que “detrás de cada dato hay mujeres, madres y familias enteras”. Concluyendo la presentación del evento, Vera López, concejala de Bienestar Social y Juventud del Ayuntamiento de León, denomina la trata de mujeres como “una de las peores lacras sociales contra la que luchar”.
Carmen Ruíz, profesora titular de Derecho Internacional privado en la Universidad de Granada, se encarga de exponer las claves del ‘Tratado de Estambul y la necesidad de su implementación en las normativas de extranjería y protección internacional’. “Este convenio internacional aparece en 2014 y lleva 6 años de estudio y aplicación” comienza la profesora, “sin embargo es de vital importancia la aplicación de éste en el ámbito migratorio, ya que las mujeres migradas han estado marcadas a lo largo de la historia por su condición de vulnerabilidad”. Ruíz avisa de que la situación actual del tratado pasa por que algunos países miembro de la Unión Europea -como Hungría- no lo ratifican y otros que ya formaban parte del mismo –como Turquía- muestran la intención de abandonarlo. “¿Estamos dando pasos hacia atrás?” se pregunta.
En este sentido, la doctora cree que la legislación vigente en España si tiene medidas que abordan la violencia machista, y así lo reconoce el informe GREVIO. Sin embargo, en materia de migración quedan muchas conquistas que hacer ya que “por ejemplo, en la Ley de Extranjería, la violencia de género se denomina solo a la que proviene de una pareja o expareja” y, según afirma Carmen, muchas de las demás manifestaciones de violencia -como es la persecución de género- ni si quiera tienen estipulación al respecto. Por estas y otras cuestiones, la comisión denuncia la ausencia en muchos casos de una perspectiva de género e insta a la revisión general del sistema en el ámbito de Derechos Humanos, de la Ley Integral de Violencia de Género y a realizar una respuesta transversal e internacional.
Por su parte, Silvina Monteros Obelar, profesora de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Granada, miembro de la Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe de España, arroja datos estadísticos de importancia en la lucha contra la vulnerabilidad de las mujeres migradas y la estigmatización de los inmigrantes: “29 por cada millón de mujeres inmigrantes afirman haber sufrido acoso sexual, 5 por cada millón en el caso de las españolas”. “Las mujeres migradas están sobre-representadas en el ámbito de la Violencia de Género”, ya que diversos estudios muestran que el porcentaje de mujeres extranjeras víctimas de estos maltratos es mucho mayor que el de las nacionales, dejando al descubierto la verdadera vulnerabilidad de las primeras. En el mismo sentido, el 90% de agresores son de nacionalidad española por lo que se reafirma “la estigmatización del colectivo migrante por parte de algunos grupos políticos y determinados medios de comunicación”.
Algunas de las conclusiones que ofrece Silvina basadas en las cifras afirman la persistencia y reproducción de la Violencia de Género ya que “los datos no mejoran”. Además, la violencia machista se define como un problema estructural que tiene como consecuencia entramados y procesos legales basados en un esqueleto patriarcal consolidado durante siglos. Por eso, “las mujeres víctimas de violencia no son ‘vulnerables’, sino ‘vulnerabilizadas’ por la propia sociedad” defiende la profesora, y concluye: “La respuesta se basa en un proceso de empoderamiento, seguridad y facilidad dirigido a la víctima para luchar contra el agresor, sea cual sea su condición, acabando con su cuestionamiento y con la desconfianza hacia el sistema”.
Foto: Archivo AmecoPress.
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Sociedad - Mujeres migrantes - Derechos Humanos - Políticas de Igualdad - Acuerdos y Convenios. Madrid. 01 nov. 2020. AmecoPress.