Informe del Instituto Andaluz de la Mujer

La “princesa guerrera” y otros mitos a tumbar en prevención de la violencia de género contra adolescentes

24 de enero de 2019.

Por Pedro de Santiago

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El IAM lanza una guía para afrontar casos de malos tratos a jóvenes


Madrid, 23 ene. 19. AmecoPress.- El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), ese que Vox quiere eliminar por considerarlo parte de una “administración paralela” y ser “superfluo”, ha lanzado una guía con prácticas para abordar casos de violencia de género en chicas menores de edad. Entre los puntos más destacados, está el de derribar determinados mitos que perpetúan la discriminación por cuestiones de género, como el de la “princesa guerrera”, por el cual se considera “violencia cruzada” entre iguales cuando una adolescente ejerce la violencia “ante los intentos de dominio de su pareja” o ante agresiones de esta. Mediante esta idea que iguala al chico y a la chica en cuanto al uso de la violencia, se desestima la posibilidad de que haya violencia de género cuando realmente se está dando un caso.

Otros mitos que este informe se afana en desmontar, para facilitar la labor de los y las profesionales de este sector, así como de las familias de las jóvenes que sufran casos de violencia de género, pasan por considerar que las creencias sexistas no están siempre relacionadas con las agresiones a mujeres o que a las adolescentes, por la edad en que se encuentran, les gustan los chicos malos, algo que el estudio niega, relegando la responsabilidad a los agentes de socialización, especialmente a los medios de comunicación, que replican estos modelos. También está la falsa creencia de que los jóvenes rebeldes necesitan a una mujer que les haga “sentar la cabeza”, fruto de los modelos que se reflejan en los medios. Otro de los mitos que la guía desmiente es el de que si la chica no quiere dejar a su agresor, no se puede hacer nada.

En este sentido, el IAM destaca además dos marcos de pensamiento que no ayudan a la identificación e intervención ante casos de violencia de género entre menores de edad o adolescentes. Está, por un lado, el “espejismo de igualdad”, mecanismo mediante el cual se tiende a considerar que la discriminación de género “ya no es un problema para las sociedades contemporáneas”, menos aún entre personas jóvenes. La realidad, sin embargo, apunta a que las “nuevas formas de la ideología sexista comparten apariencias más encubiertas y sutiles de expresión”. Por otro lado, el estudio incide en la relación entre las actitudes sexistas y la violencia de género, pues es un vínculo que determinados sectores de la sociedad “llegan a negar”.

Características de la violencia de género sobre adolescentes

Según el informe del IAM, además, existen ciertas características de las adolescentes que podrían explicar las bases de los casos de violencia de género contra ellas. Por un lado, la guía marca la edad, que hace que las chicas exploren por primera vez los roles y situaciones en una pareja y, al no contar con experiencia en este campo ni tener “referentes realistas” más allá de los aprendidos a través del cine y los medios de comunicación, consideren normales ciertas actitudes de su pareja que en realidad son violencia. También señala el instituto que muchas chicas tienden a “idealizar la convivencia”, creyendo que los problemas derivan de no poder vivir juntos, lo que hace que la situación de maltrato se prolongue.

Otro de los puntos destacables son las diferentes etapas identificadas por las que pasa una víctima de violencia de género de esta edad. Está la “etapa de fascinación”, cuando empieza la relación y se plasman todas las expectativas idealizadas en torno al amor, la “etapa reto”, en la que se la mujer intenta hacer concesiones por amor, “indignas a veces”, para intentar reajustar la relación y adaptarse ella misma al ideal preconcebido, la “etapa confusión”, en la que ella no entiende cómo, a pesar de los esfuerzos, la relación no mejora, hecho por el que la chica se culpa, y la “etapa extravío”, en la que a pesar de las concesiones y esfuerzos por salvar la relación, no consigue solucionar la situación, derivando en una percepción negativa de sí misma, del agresor y de la relación.

Las consecuencias de esta violencia contra adolescentes pueden ser muchas y muy variadas, y van desde problemas de socialización y aislamiento, hasta síntomas de estrés o alteraciones del desarrollo afectivo. El IAM recomienda a las personas profesionales que lidian con estos casos que tengan claro que lo importante no es que la joven se etiquete como víctima de violencia de género, sino que se deje ayudar para salir de la situación en la que está. Además, la guía insiste en que, pese a la creencia de que si la chica no quiere la relación no acabará, se puede actuar para sacar a las adolescentes de situaciones como esa. En este sentido, el informe recomienda la intervención familiar, así como “normalizar” las dificultades, para hacer ver que está inmersa en un proceso del que acabará saliendo. Todo ello combinado con la atención de profesionales.

El IAM, en el punto de mira de Vox

Pese a que esta completa guía para abordar el fenómeno de la violencia de género en adolescentes puede ser muy útil para profesionales y familiares de personas afectadas, el partido de extrema derecha Vox propone la eliminación de la entidad que publica el informe, el Instituto Andaluz de la Mujer, por considerarlo parte de una “administración paralela”, al igual que el Instituto Andaluz de la Juventud o el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. El partido ultra apunta que la supresión de estos organismos, así como de su personal, supondría un descenso de la “presión fiscal” en esta región.

Esta formación carga contra lo que llama “chiringuitos de género” pero, en su línea, lo hace con datos falsos o retorcidos. En una información publicada por RTVE se desmonta parte del argumentario de Vox, que dice que solo el 2,8% del presupuesto del IAM se destina a ayudas directas a las víctimas. Sin embargo, el partido extremista no tiene en cuenta lo que se destina a los y las profesionales que atienden a las personas afectadas. La Junta de Andalucía ha dedicado 6,9 millones de euros a acoger a 2.557 personas (1.357 mujeres y 1.200 menores de edad), mientras que deriva 8,6 millones a atender a más de 100.000 mujeres anualmente en los 170 centros de información con que cuenta la administración regional.

Por último, cabe destacar que el IAM gasta en personal más de 9,5 millones de euros, partida en la que se incluye a las personas que trabajan en los servicios centrales y en los ocho centros provinciales de la comunidad autónoma. En total, son 221 las empleadas y empleados de esta entidad, entre los que hay personal jurídico, psicológico, de participación, información y trabajo social, entre otras áreas de actuación.

Foto: Archivo AmecoPress.
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Pie de foto: Concentración del 15 de enero frente al Parlamento de Andalucía.
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Autonomías – Política – Las jóvenes – Política y género – Violencia de género – Maltratos. 23 ene. 19. AmecoPress.

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