La ceguera social sigue haciendo invisibles a las mujeres en situación de vulnerabilidad
Madrid. 24 sep. 20. AmecoPress.- Con motivo de la celebración del Día Internacional contra la Explotación sexual y la Trata (23 septiembre), la organización de Médicos del Mundo ha lanzado una nueva campaña de concienciación en la que utiliza la metáfora de la ceguera como nuevo síntoma de Coronavirus para advertir de la manera en la que la pandemia mundial está afectando especialmente a las mujeres del mundo de la prostitución, haciéndolas más invisibles que de costumbre y aumentando su riesgo de exclusión.
“Con esta campaña buscamos sacar a la luz a las personas que han quedado más ocultadas por la pandemia y, a la vez, generar rechazo social hacia quienes consumen, sostienen y financian el negocio de la prostitución”, afirma Celsa Andrés, Vicepresidenta de la organización humanitaria.
Desde Médicos del Mundo aseguran que han presenciado diversas situaciones durante los meses de confinamiento: prostituidores que no “descansaron” durante el confinamiento, otros que se negaron a confesar con qué mujeres habían estado a pesar de que así dificultaban el rastreo de contactos, hombres que presionaron a mujeres prostitutas para tener sexo a menor precio o sin protección chantajeándolas con su necesidad urgente de recibir ingresos…
“Durante la pandemia tuve muchas necesidades. Pasé hambre y no podía pagar el alquiler. Ni siquiera tenía gel o champú para lavarme”, asegura Ingrid, una de las mujeres que fue atendida por Médicos del Mundo.
El equipo de la organización asegura que, por primera vez, han dejado de centrarse únicamente en su estado de salud para proporcionarles necesidades muy básicas como comida, alojamiento o incluso tarjetas de teléfono. Esto se debe a que, a mayor situación de necesidad, menor capacidad de negociación, tanto de las prácticas sexuales como de las cantidades a percibir. A esto se le añade un mayor riesgo de exposición al Covid-19 y un aumento de los trastornos psicosociales derivados de la angustia y el miedo.
Con la nueva normalidad, la situación de estas mujeres no ha registrado mejoras generalizadas, sino todo lo contrario. Cuentan con pocas opciones de poder acceder al Ingreso Mínimo Vital, con miedo a contagiarse y con un aumento de las deudas que las posiciona en una situación de tremenda precariedad.
El Gobierno aprobó varias medidas de protección social durante el Estado de Alarma para apoyar a la población vulnerable, como la Ampliación del Plan de Contingencia contra la Violencia de Género y el Real Decreto-Ley que impone el Ingreso Mínimo Vital. No obstante, estas medidas que crearon expectativas de apoyo para las mujeres prostituidas han sido incumplidas. Las irregularidades administrativas de estas mujeres, sumadas a otras barreras sociales y tecnológicas, les dificulta el acceso a las medidas económicas adaptadas, dificultando también la disposición de tratamientos o medicamentos al no contar con tarjeta sanitaria.
Según Médicos del Mundo, las mujeres prostituidas con las que están en contacto diario manifiestan las mismas necesidades: contar con empleos alternativos, alojamientos asequibles y disponer de apoyo psicológico para poder salir del negocio del sexo.
Estas mujeres en situación de vulnerabilidad no sólo no reciben ayuda alguna, sino que además se enfrentan constantemente a los estigmas y estereotipos que dificultan su incorporación al mundo laboral. “Nosotros aplaudimos el cierre de los clubes, pero sin apoyos estructurales las mujeres serán siempre el último eslabón del sufrimiento”, afirman en la organización.
Foto: cedida por Médicos del Mundo
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Pie de foto: cartel de la campaña Ceguera Social
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Comunicación - Campañas - Trata - Prostitución. 24 sep.20. AmecoPress