Justicia promueve la formación del nuevo protocolo de valoración forense urgente del riesgo de violencia de género
Madrid, 24 feb. 21. AmecoPress.- El Centro de Estudios Jurídicos del Ministerio de Justicia ha organizado este miércoles 24 de febrero una jornada acerca del nuevo protocolo de valoración forense urgente del riesgo de violencia de género, una herramienta aún poco conocida pero que puede contribuir a mejorar la protección de las víctimas de violencia machista.
Han transcurrido diez años desde que se publicó el anterior protocolo de valoración de riesgo y era necesaria una actualización, siguiendo además las recomendaciones hechas desde Europa y también lo acordado en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Ahora bien, “el buen trabajo realizado para la elaboración de este protocolo servirá de poco si la valoración del riesgo no es solicitada por los actores judiciales”, aseguraba el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, que tuvo que intervenir en formato online por la coincidencia con la sesión en el Congreso. En ese sentido, la jornada se enmarca en un plan de formación y difusión de la herramienta con el objetivo de impulsar la solicitud de estas valoraciones del riesgo por parte de todos los operadores (jueces, magistrados, fiscales y profesionales de los Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses).
El nuevo protocolo de valoración forense urgente del riesgo de violencia de género se plantea como un instrumento que persigue elaborar informes ágiles, homogéneos, sólidamente sustentados, que proporcionen los y las profesionales seguridad en la toma de decisiones y contribuya a mejorar la protección de las víctimas de violencia de género. Ha sido elaborado por el Comité Científico-Técnico del Consejo Médico Forense y tiene “un valor añadido”, según explicaba Concepción López-Yuste Padial, Directora General para el Servicio Público de Justicia, durante la primera mesa de la jornada, ya que, frente a la exclusiva valoración policial, emerge esta valoración, con un enfoque más estructural que incluye la evaluación de las víctimas, también de los agresores, y toma en cuenta situaciones de especial vulnerabilidad que pueden contribuir a anticiparse mejor y con, además, “inmediatez”.
El protocolo contiene, como una de las principales novedades, la aplicación del formulario Valoración Forense del Riesgo (VFR) del sistema de seguimiento integral de los casos de violencia de género (conocido como sistema VioGén). Se facilita su cumplimentación mediante el acceso al sistema VioGén por parte del personal de los Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses lo que facilita la coordinación y colaboración entre los organismos responsables.
Como ha recordado la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, los datos corroboran que la violencia de género es una violencia “estructural y silenciada”. Las mujeres “no exageran” la violencia machista, ha dicho, “sino que la minimizan” y tampoco se enfrentan a ella, entre otras cosas, porque en su mayoría se produce en su casa. El miedo al agresor y el miedo a no ser creída contribuyen al “silencio” de las víctimas, ha insistido, abogando por un papel proactivo del Estado, que no puede “esperar” a que las mujeres denuncien, como si se tratara de una heroicidad, sino que tiene que poner las condiciones previas y abrir puertas al acercamiento de las víctimas y a su protección.
Rosell ha recordado la definición de la violencia de género que hacía uno de sus predecesores en la delegación, Miguel Lorente, quien aseguraba que “no es violencia doméstica, es violencia que domestica”, para abogar por la formación de los operadores, que debieran comprender los indicadores que muestran los procesos de violencia machista.
Efectivamente, en esos procesos hay momentos y escenarios de mayor vulnerabilidad que con el nuevo protocolo podrán tenerse en cuenta mejor. La presidenta del Observatorio de la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, Ángeles Carmona, lo ha explicado en la jornada, basándose en los informes que el organismo elabora. Ser menor de edad, estar embarazada, ser madre, ser extranjera, vivir en una población pequeña, el momento en el que la mujer quiere poner fin a la relación de maltrato o cuando inicia una nueva relación…son factores que aumentan el riesgo de sufrir violencia por parte del agresor.
En cuanto a los agresores, cuya declaración será ahora tomada en cuenta para valorar el riesgo, hay algunos indicadores –no atenuantes-, que permiten anticiparse al delito, es decir, evitar otros sufrimientos e incluso el asesinato de la víctima de maltrato, también de los hijos e hijas.
Pilar Martín Nájera, Fiscal de Sala delegada de la Fiscalía General del Estado contra la Violencia sobre la Mujer explicaba que, si bien la violencia se manifiesta de distintas formas y hay una violencia difícil de prever, confía en que el nuevo protocolo contribuya a dar una respuesta institucional más eficaz. “Las medidas de protección han de ser proporcionales al riesgo que quieres evitar”, explicó, pero “es necesario contar con indicadores objetivos con el fin de conseguir cierta uniformidad jurídica”, que evite diferencias tan llamativas en el porcentaje de órdenes de protección concedidas entre ciudades y juzgados de un mismo territorio.
Martín Nájera advirtió, no obstante, que no va a ser posible lograr la valoración de riesgo que contempla el nuevo protocolo, con la inmediatez que exige, si no se incrementan las unidades de valoración de riesgo y no se cuenta con personal especializado suficiente.
Fotos: archivo AmecoPress
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Estado español – Violencia de género – Legislación y género – Maltratos. 24 feb. 21. AmecoPress