Gema Otero: "El profesorado no es que pueda coeducar, es que debe hacerlo"

25 de enero de 2022.

Por María Peinado Lafuente

Madrid | Sociedad | Voces de mujeres | Infancia | Coeducación



La educación desempeña un importante papel en la paz y el desarrollo. Sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todas las personas, los países no lograrían alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que afecta aún a millones de niños y niñas


Madrid, 24 ene. 22. AmecoPress.- Tal y como proclamó la Asamblea General de las Naciones Unidas cada 24 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación. La educación desempeña un importante papel en la paz y el desarrollo de las sociedades. Sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todas las personas, los países no lograrían alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que afecta aún a millones de niños y niñas. Con ese horizonte la coeducación se brinda como una herramienta transformadora, capaz de desmontar estereotipos limitantes y de facilitar la construcción de escenarios más igualitarios.

Gema Otero es asesora, investigadora y formadora experta en Coeducación y prevención de las violencias contra las mujeres desde la infancia. Además, es autora de obras como SuperLola y Lalo, el príncipe rosa, y creadora del Proyecto formativo y audiovisual #VaDeIgualdadPásalo I y II del Instituto Andaluz de la Mujer. Hablamos con ella para profundizar en el significado, metodología y posibilidades que ofrece la Coeducación.

La coeducación

¿La coeducación se garantiza por igual en todas las etapas educativas?

La Coeducación es un derecho para niñas y niñas en todas las etapas educativas. Y ésta debe abordarse desde 0 a 3 años, mientras antes mejor. Desde la escuela infantil se debe coeducar al alumnado a través de un lenguaje que nombre a las niñas y las mujeres, del uso y del disfrute igualitarios de los espacios simbólicos y materiales, de la coeducación afectivo-sexual para la construcción de relaciones basadas en la igualdad, la empatía, la autonomía personal y emocional, el deseo mutuo y el buen trato. Si no coeducas, educas en el machismo, no hay otra. Pero también se necesitan políticas públicas feministas, normativas que realmente blinden la Coeducación desde el obligado, real y efectivo cumplimiento, una inspección educativa que tenga incorporada la perspectiva coeducativa en su raíz y el apoyo de sindicatos y de agentes sociales que forman parte de la comunidad educativa.

Pero voy más allá, tal y como dice Amparo Tomé, es que todo el sistema debe ser coeducativo porque la Coeducación es siempre un proyecto político feminista, pero también una ética de vida. De ahí que si queremos un verdadero cambio social que acabe con la desigualdad y la violencia estructural contra mujeres y niñas no podemos dejar caer toda la responsabilidad en la comunidad educativa. El resto de las instituciones, organizaciones y agentes sociales y culturales (medios de comunicación, cine, publicidad, etc.) deben ponerse las pilas para cambiar estructuras de poder patriarcales que construyen relatos e imaginarios desde una cultura machista y misógina que deshumaniza a mujeres y niñas. La Coeducación devuelve la humanidad que el patriarcado arrebata a las mujeres desde la infancia.

¿Considera que son suficientes los programas y proyectos actuales, para lograr la coeducación?

Tal y cómo he dicho anteriormente, no estamos ni en la mitad del camino. Todo lo que se haga desde la Coeducación suma pero los cambios sociales deben ir a la raíz. La Coeducación debe estar en el mismo ADN del sistema educativo, debe impregnarlo todo como una gran mancha de aceite.

Material didáctico

Respecto al material didáctico, ¿qué mejoras considera que habría que llevar a cabo?

Materiales didácticos hay muchos, pero no todos son coeducativos. Incluso aquellos que tienen la intención de coeducar no siempre lo son, bien porque el lenguaje que emplea es sexista, o porque el tratamiento de la imagen y de los colores también lo es, porque invisibiliza la genealogía de las mujeres es todas las esferas del conocimiento o porque su planteamiento reproduce la estructura de poder que es el género. Todo lo que afiance y perpetúe roles, prácticas, imaginarios y estereotipos sexistas no es coeducativo. La Coeducación bebe del corpus teórico feminista, es decir, que analiza y teoriza de forma crítica y radical (va a la raíz) sobre los dispositivos materiales y simbólicos que perpetúan la opresión, la subalternidad y la violencia estructural que sufren las niñas y las mujeres de este planeta (el 52% de la humanidad).

Entre algunas de las mejoras, contar siempre con profesional cualificado en Coeducación para elaborar materiales didácticos (en papel, digitales y audiovisuales) con los que se trabaja dentro y fuera en los centros educativos, hacer lecturas críticas de materiales no coeducativos con el alumnado para promover su espíritu crítico, inundar las bibliotecas y las aulas de cuentos coeducativos y libros sobre Feminismo, crear materiales coeducativos propios con la participación activa del alumnado, el profesorado y las familias, formar y sensibilizar a profesionales de las editoriales, de las agencias de publicidad y de los medios audiovisuales para que creen contenidos que no atenten contra la dignidad y los derechos de mujeres y niñas, etc.)

El profesorado

Si no hay un modelo coeducativo implantado en el centro educativo, ¿puede hacer algo el profesorado por la coeducación?

Si, niñas y niños tienen derecho a la Coeducación, el profesorado no es que pueda coeducar es que debe hacerlo. Siendo realistas, dentro de un sistema educativo que no es coeducativo, solo una parte del profesorado (en su inmensa mayoría coeducan las mujeres) tiene la voluntad de coeducar y lo hace desde el compromiso, la voluntariedad y las ganas de cambiar el sistema desde dentro.

El primer paso para interiorizar la Coeducación es la formación continua, el desarraigo personal y colectivo de todo el patriarcado que hemos hecho piel y el activismo diario. El profesorado debe contar con herramientas de análisis crítico de la realidad para identificar aquellos mecanismos materiales y simbólicos (los más difíciles de ver) que siguen perpetuando la desigualdad y la violencia estructural entre mujeres y hombres. Y además debe interiorizar un argumentario sólido y muy bien anclado para desarticular discursos negacionistas y machistas en las aulas, en los claustros y en el día a día. Un profesorado sensibilizado, con mirada crítica y bien formado es buen un punto de partida para diseñar un plan de centro coeducativo. A partir de ahí, ya podrá hacer un diagnóstico previo, una radiografía de la realidad de su centro escolar (revisión del currículo explícito y del oculto, del lenguaje formal e informal, el uso de los espacios materiales y simbólicos, del uso de la imagen, de la acción tutorial y la orientación educativa, etc.) Desde esa radiografía ya se podrá iniciar la construcción de un centro coeducativo con objetivos medibles, realistas y siempre a corto y medio plazo para ir evaluando todo lo conseguido y lo que queda por hacer.

Coeducar desde casa

También juegan un papel importante los valores que se inculcan en el entorno familiar. ¿Qué pueden hacer padres y madres para que sus hijos e hijas crezcan con valores de responsabilidad compartida?

La formación y sensibilización en Coeducación debe dirigirse a toda la comunidad educativa y en especial a las familias. Las familias son claves en la construcción de una escuela coeducativa porque son el primer marco de socialización de niñas y niños. Es en ella donde se transmiten las primeras normas, mandatos, valores, conductas y prácticas que se interiorizan desde que las criaturas llegan al mundo. Y en un sistema patriarcal y androcéntrico como el nuestro, la educación que reciben niñas y niños está impregnada de relatos, imaginarios, prácticas e idearios machistas. En base al sexo se construye toda una estructura de poder en forma de roles, mandatos y estereotipos de género que suponen la raíz de la desigualdad estructural entre mujeres y hombres.

La socialización diferenciada y asimétrica que soportan niñas y niños desde los primeros años es una maquinaria perfecta para la desigualdad. Las familias también reproducen esta maquinaria junto con otros agentes socializadores, algunos con mucho poder de atracción como son las nuevas tecnologías (redes sociales, plataformas digitales...). Las familias que coeducan y que participan activamente en el centro educativo a través del consejo escolar, del AMPA y del proyecto de centro son claves para la interiorización de la Coeducación dentro y fuera de las aulas. Las AMPAS están cada vez más sensibilizadas y suponen un apoyo fundamental para que todo lo que se trabaja en las aulas no se deshaga cuando niñas y niños llegan a casa. Algo que hay que señalar es que son las mujeres, en su inmensa mayoría, las que de nuevo cargan a sus espaldas con la responsabilidad de educar en igualdad y las que participan de forma más activa en la construcción de una escuela coeducativa a través de las AMPAS y de las actividades cotidianas. Es un reflejo de todo lo que queda por hacer y por deshacer.

Fotos: archivo AmecoPress.
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Estado español – Educación – Coeducación. 24 ene. 22. AmecoPress.

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