Igualdad laboral

Permiso parental de 2020: Ventajas y desventajas

14 de enero de 2020.

Por Raquel Zapata González

Economía | Madrid | Empleo y género | Legislación y género



El progenitor distinto a la madre biológica percibirá 12 semanas de baja en 2020


Madrid, 13 ene. 2020. AmecoPress.- El nuevo permiso parental que aumenta de ocho a doce semanas el tiempo de baja por paternidad, o maternidad en el caso de parejas lesbianas, ya es un hecho. Este permiso tiene el objetivo de acabar con la desigualdad laboral que surge cuando una pareja tiene un bebé. Se trata de un permiso intransferible y remunerado al 100% que consta de 4 semanas obligatorias de baja tras el parto.

Este 1 de enero ha entrado en vigor la reforma que aumenta de ocho semanas a doce el permiso de baja del progenitor distinto a la madre biológica. Tiene como finalidad asegurar que ambos padres o madres del recién nacido cumplen con sus responsabilidades de cuidado de forma igualitaria. Esta reforma no tiene carácter retroactivo. Esto significa que solo se aplicará en aquellos progenitores cuyas hijas o hijos hayan nacido a partir del 1 de enero inclusive.

El permiso consta de 12 semanas de las cuales las 4 primeras deberán utilizarse inmediatamente tras el parto y de forma ininterrumpida. De esta forma, en el primer mes de vida del lactante los dos progenitores deberán disfrutar del permiso a la vez sin posibilidad de turnarse. Además, es remunerado al 100% e intransferible. Esto último es muy importante para garantizar que el otro progenitor distinto a la madre biológica percibe su baja y cumple con sus responsabilidades. La Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción explica que si el permiso fuera transferible habría padres que lo cederían a las madres. Esto supondría una desigualdad a la hora de afrontar los cuidados del lactante. “Decir permiso transferible es decir permiso para las madres”, asegura María Pazos, co-portavoz de la PiiNA.

Las ventajas de esta reforma son evidentes ya que, por un lado, las madres van a poder volver al trabajo tranquilas sabiendo que el otro progenitor va a cubrir los cuidados del menor y, por otro lado, los padres van a poder iniciarse en los cuidados atendiendo a sus bebés. María Pazos, explica que cuando los padres tienen la opción de cuidar a sus bebés estos están contentos, disfrutan e incluso se les hace corto. “No es una cuestión biológica lo de que los padres no se ocupen de sus bebés. Es un problema de la sociedad, las leyes y las costumbres” aclara.

Esta reforma no solo tiene ventajas para ambos progenitores sino que el recién nacido también se beneficia de ella. Entre estos beneficios se encuentra que el lactante puede pasar mucho más tiempo con ambos progenitores y vive en una familia más igualitaria. Por otro lado, el riesgo de pobreza disminuye debido a que se van a poder mantener los dos salarios. La PiiNA explica que, cuando los padres se implican en los cuidados, el nivel de violencia disminuye. Esto tiene como resultado que los bebés crezcan en un ambiente más pacífico, lo que favorece positivamente en su desarrollo.

Esta nueva reforma es un paso hacia adelante ya que ha impulsado que el permiso de paternidad cada vez se acerque más al de maternidad. Esta reforma es importante para garantizar la igualdad laboral ya que asegura que el permiso de baja sea intransferible y pagado al 100%. Estas son dos condiciones que la PiiNA considera claves, sin embargo, la asociación explica que esta nueva reforma también tiene 2 trampas: la obligatoriedad de la simultaneidad y la falta de derecho a poder tomar la baja voluntaria a tiempo completo.

La obligatoriedad de la simultaneidad

La reforma establece que el permiso tiene dos partes, una obligatoria y otra opcional. La obligatoria son las cuatro semanas de baja que se deben coger inmediatamente tras el parto y, la opcional, las otras seis semanas que se pueden distribuir hasta que el recién nacido cumpla un año. La PiiNA sostiene que obligar al otro progenitor distinto a la madre a simultanear su baja no es eficaz.

La asociación apoya que las dos primeras semanas inmediatamente tras el parto sean obligatorias ya que es lo que tarda la madre de media en recuperarse. Estas dos semanas deben ser obligatorias para garantizar que el otro progenitor toma su baja. Sin embargo, consideran que la nueva reforma presenta un error al contemplar cuatro semanas en lugar de dos.

La madre biológica siempre toma su baja tras el parto y la prolonga hasta consumir las 16 semanas de las que dispone. Por ello la asociación sostiene que deberían ser 2 semanas en lugar de 4 ya que esas otras dos semanas la madre va a estar con el bebé. Si tras las dos semanas el otro progenitor se incorpora al trabajo, cuando la madre consuma su baja, este dispondrá de otras 2 semanas para cuidar del bebé.

¿Qué problemas pueden surgir al pedir el permiso a tiempo completo?

La nueva reforma contempla que el progenitor distinto de la madre biológica puede tomar su permiso a tiempo completo, pero tras el parto inmediatamente. Esto significa que el padre y la madre simultanearían en la gran mayoría de casos sus permisos, lo cual acaba con una de las finalidades de este permiso que es garantizar que el menor recibe cuidados familiares en su primer año de vida. Por el contrario, si el padre desea percibir las semanas opcionales cuando la madre se va a incorporar al trabajo deberá pedir permiso a la empresa. Ahí es donde está el problema.

La PiiNA explica que el progenitor debe negociar con la empresa las semanas de su permiso y esto supone una trampa. La empresa podría presionar al progenitor para que se tome el permiso a conveniencia de esta, sin pensar en el menor. “Ya tenemos casos de que las empresas le dicen a los trabajadores que se tomen su permiso de forma parcial, una semana en Semana Santa, otra en verano, etc. Cuando hay menos carga de trabajo”. De esta forma el padre no se desvincula de la empresa y no desconectan del trabajo.

Esto unido a la obligatoriedad de la simultaneidad supone problemas. Si la empresa sabe que ambos progenitores disfrutan de la baja al mismo tiempo, puede recurrir al padre para emergencias o trabajos puntuales. En el caso del tiempo voluntario, si la empresa obliga al progenitor a tomar este tiempo en periodos fraccionados o a tiempo parcial, esto tiene como resultado que la madre desconecta por completo y el otro progenitor no. Esto supondría que el problema de desigualdad laboral no estaría resuelto.

Foto: Archivo AmecoPress.

Estado Español – Economía - Políticas de Igualdad - Conciliación - Legislación y género; 13 de ene. 2020. AmecoPress.

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