Periodistas por la Igualdad presentan un decálogo para el tratamiento informativo de la violencia machista

14 de junio de 2018.

Por Laura Campillo Sánchez

Medios de Comunicación | Madrid | Comunicación y género | Violencia de género | Maltratos | Comunicación



Representantes de medios y asociaciones debatieron sobre los avances y retos de la información con perspectiva de género


Madrid, 13 jun. 18. AmecoPress.- El pasado martes en el Ateneo de Madrid la Asociación de Periodistas por la Igualdad hizo su presentación pública con la exposición de un decálogo de medidas para tratar de forma correcta las informaciones acerca de violencia de género. El acto contó, además, con un debate entre periodistas y asociaciones acerca de las buenas y malas prácticas de la profesión en esta materia.

La precariedad de las mujeres en el sector periodístico es la razón por la que nace esta asociación. Según los datos aportados en su presentación, el 85% de las personas que trabajan como periodistas por menos de mil euros mensuales son mujeres. Los cuidados siguen apartándolas de su vida laboral. 268.200 trabajadoras reducen su jornada laboral por motivos familiares frente a tan solo 13.600 hombres. Ellos suelen mantener la misma jornada o incluso ampliarla.

Además, su opinión está invisibilizada. El 91% de las personas expertas y el 82% de portavoces consultados en medios generalistas son hombres. Las mujeres tan solo son protagonistas en el 20% de las noticias, y solo se alcanza la paridad cuando se habla de violencia.

Precisamente por este tema comienza su trabajo la asociación. En el acto se proyectó un vídeo con propuestas para un correcto tratamiento informativo de la violencia de género. Su máxima era clara: alejarse de los estereotipos y de un lenguaje con eufemismos.

Decálogo de medidas

La víctima debe tener prioridad en estas informaciones y no se debe recurrir a testimonios vacíos, como las típicas entrevistas a los vecinos de la zona que con sus declaraciones parecen exculpar al agresor. Añadir este tipo de argumentos a la noticia solo contribuye a que se conciba el hecho como algo inexplicable, que ha sucedido en un momento concreto y nadie imaginó que ocurriría.

Para evitarlo, el decálogo propone que los recursos utilizados en estas piezas sean siempre entrevistas a personas expertas o al entorno más cercano a la víctima. Huir del sensacionalismo, utilizar las palabras correctas: “asesinato” y no “crimen pasional”, “violencia machista” y no “violencia doméstica”.

Además, la asociación solicita más espacio y prioridad informativa para estos temas. Recuerdan que fue un logro del periodismo sacar los casos de violencia de género de las páginas de sucesos, pero reclaman que sean una prioridad absoluta en las agendas de los medios.

También insiste en que estas informaciones deben abordarse de forma mucho más humana, buscando la empatía. “Los balances de víctimas no son solo números, podemos hacerlo con mayor humanidad. La frialdad normaliza los dramas”, apuntan en su vídeo.

Otros factores que tienen en cuenta son el aportar siempre el número 016 para la denuncia o el asesoramiento del maltrato, el exigir en sus artículos de opinión penas mayores para los agresores y reclamar a la clase política constantes declaraciones sobre estos temas. La labor periodística debe, según este decálogo, insistir al Estado para una investigación feminista que aporte más datos. “No puede ser que exista tanta diferencia entre los datos oficiales y los no oficiales”.

Se solicita una mayor cobertura periodística de la violencia de género ocurrida en zonas de conflicto bélico. “El número de mujeres violadas supera siempre el número de soldados caídos en combate, pero ellas no reciben ningún homenaje”, recuerdan.

Todas estas medidas resultarán imposibles sin la última reclamación: el compromiso de las directoras y directores de medios de comunicación con los temas de género y con la paridad. Es preciso acabar con el techo de cristal y que las mujeres accedan a puestos de decisión y responsabilidad en las empresas periodísticas. El 75% de directivos en medios españoles son hombres, que también ocupan dos tercios de los cargos con toma de decisiones.

La formación periodística

Tras la proyección de esta guía de medidas, se dio paso a un debate en el que participaron Eva Herrero, periodista en TVE; Ana Requena, periodista en eldiario.es; Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres; Cristina Hernández, activista feminista y Pedro de Alzaga, fundador de Cuartopoder.es.

La charla coincidió en señalar la importancia de un periodismo con perspectiva de género en las redacciones, más allá de la especialización concreta de algunas profesionales. “Tiene que haber mínimos de formación en las redacciones por si no están las personas encargadas de tratar estos temas. Hay que aportar unos conocimientos transversales para que la mirada de género esté presente en todas las áreas: cultura, política, economía…” defendió Ana Requena.

“Cuando solo se cuenta con un 25% de expertas, la información es necesariamente mala. No deberíamos ponernos tan nerviosos cuando se habla de una perspectiva de género, porque no se trata de hacer ninguna propaganda sino de elaborar una información mejor”, defendió Pedro de Alzaga.

Por su parte, Eva Herrero criticó la falta de cursos obligatorios en periodismo para aprender a informar con una perspectiva de género. En su opinión, las carreras aportan nociones básicas de derecho o economía, pero no otorgan las herramientas para tratar correctamente estos temas. “Debería establecerse una guía para todos los periodistas, que se implante en todas las redacciones”, reclamó.

La presidenta de Fundación Mujeres defendió la especialización en género como “un valor”, más en el momento actual en el que “algunos medios utilizan como reclamo ideológico el tener opiniones abiertamente machistas”. Para Marisa Sotelo, no se respetan las pautas deontológicas del periodismo, “a las mujeres se les trata con lenguajes que las ocultan, apartan, ningunean o ponen en duda sus propios derechos”.

Los testimonios de las víctimas

Uno de los mayores dilemas a los que se enfrenta el periodismo es cómo aportar esa perspectiva humana a las informaciones de violencia de género con los escasos datos que llegan a las redacciones. La activista Cristina Hernández criticó que “se informe de los asesinatos machistas como de una catástrofe natural, algo horrible que ha sucedido, una lacra, y no como algo que se puede prevenir. Parece una cuestión de mala suerte”.

En respuesta, Ana Requena explicó que “las piezas periodísticas no son enciclopedias”. “No se puede tratar todo en una sola noticia. Nos llegan seis datos muy básicos y hay que sacar la información al instante. Tú quieres humanizar a la víctima, pero no tienes los recursos para poder hacerlo”. Para la periodista de eldiario.es, solo con el trabajo diario y la redacción de temas elaborados sobre machismo y violencia cotidiana se estará contextualizando la violencia de género.

Una cuestión muy debatida fue la utilización de testimonios de las víctimas en los medios de comunicación. “No me cabe en la cabeza cómo se compagina el contar una historia individual con contextualizar el sistema patriarcal”, expresó Cristina Hernández. Varias asociaciones mostraron su desconfianza cuando reciben llamadas de prensa solicitando hablar con mujeres afectadas. “Se las expone solo por el morbo y no hay forma de aguantar la presión mediática”, denunció una representante de Themis entre el público. Marisa Sotelo añadió que “a veces la presencia de la víctima no está justificada, no se respetan los códigos deontológicos básicos” y parte del espectáculo televisivo se convierte en abrir el debate sobre la responsabilidad de la víctima en lo que le ha sucedido.

Para Eva Herrero y Ana Requena, los testimonios son fundamentales en periodismo, aportan credibilidad y realidad a lo que se cuenta y, además, ayudan a otras mujeres a identificar en sus historias personales rasgos de maltrato. Solo depende de las preguntas que se realicen a la afectada. “No se trata de indagar en qué le hizo o cómo lo hizo, sino en servir de altavoz a quienes lo han sufrido y conectar su voz con la estructura patriarcal en la que se enmarca la violencia”, zanjó Requena.

Foto: Archivo AmecoPress.
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Medios de comunicación – Comunicación y género – Violencia de género - Formación en género - Maltratos; 13 junio. 18. AmecoPress

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