Libros apilados buscan un cuarto propio
Madrid, 30 mayo. 17. Amecopress. Creada en los años 80, la Biblioteca de Mujeres, ha llevado una existencia nómada. Su fondo ha ido cambiando de sede por falta de espacio -son más de 25.000 tomos- hasta terminar desde 2012 en el sótano del Museo del Traje de Madrid, donde los libros están tirados en cajas, en medio de los trastos y deteriorados por la humedad. El sábado, en el contexto de la Feria del Libro de Madrid, decenas de mujeres reclamaron un cuarto propio para la biblioteca.
El evento fue organizado por la librería Mujeres & Compañía y el espacio feminista La Tribu: una performance inspirada en el libro de Margaret Atwood, seguida de una mesa redonda con la creadora de la Biblioteca, Marisa Mediavilla, y un recital de poesía en la carpa central del Retiro. El objetivo es conseguir un espacio que sirva de casa a los más de 25.000 libros y otros documentos con los que, durante casi 40 años, ha construido la Biblioteca de Mujeres de Madrid. De materializarse, cualquier persona podría consultar este fondo, que recoge obras escritas por mujeres desde principios del siglo XX hasta la actualidad y que incluye textos importantes para la genealogía feminista a los que, por el momento, se puede acceder a través del Instituto de la Mujer.
En 1985, a la par que formaba parte del colectivo de Feministas Independientes, Mediavilla instaló la biblioteca en la sede del Movimiento Feminista de Madrid, entonces en la calle Barquillo. Durante los años siguientes, se mantuvo gracias al trabajo voluntario de muchas mujeres, entre las que Mediavilla destaca a Lola Robles, y la colección fue aumentando hasta que la sede de la calle Barquillo se quedó pequeña.
Tras trasladarse y pasar diez años en el espacio del Consejo de la Mujer de la Comunidad de Madrid, se han ido sucediendo las negociaciones con el Instituto de la Mujer para que la biblioteca tenga su propio espacio. Crear un tesauro y agrupar todo el catálogo en línea han sido dos pasos importantes. Sin embargo, contar con recursos económicos y trabajadoras que además de bibliotecarias sean feministas es la lucha en la que Mediavilla lleva inmersa en los últimos años. Su idea es crear una biblioteca de conservación que a la vez esté instalada en la red pública y ofrezca la posibilidad de préstamo, además del servicio de consulta.
Así, pedimos: recursos económicos y un cuarto propio.
Fotos archivo AmecoPress
Estado español – Libros – Feminismo – Movimiento feminista; 30 de mayo. 17. AmecoPress