La pandemia agravó las dificultades para conciliar, especialmente para las mujeres y en los colectivos más precarios

Madrid, 22 nov. 21. AmecoPress.- La Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) ha hecho público el informe “Corresponsabilidad y conciliación de la vida laboral, personal y familiar en España. Desigualdades y transformaciones después del Covid-19”. Este estudio analiza las brechas sociales que se han agravado en con la pandemia, además de proponer medidas para acabar con ellas.

El análisis abarca a 250 familias con menores de cinco años y a personas de entre 25 y 65 años. Una de sus principales conclusiones es el hecho de que las mujeres migrantes y aquellas que tienen educación obligatoria o menor han sufrido más la pandemia que otros colectivos (un 39% y 34% respectivamente han sufrido una pérdida de ingresos).
Las personas migrantes acumulan las mayores desventajas después de la pandemia: una menor intensidad laboral, menores ingresos y el 34% de sus hogares llegan con dificultad a fin de mes. El 27% de las personas migrantes querría trabajar más horas. Las personas con niveles educativos más bajos son el colectivo que sigue en el cúmulo de desventajas, con un 28% de hogares con estrés económico.
Los datos analizados fueron obtenidos tras la aplicación de una encuesta representativa a la población con mayores necesidades de conciliación a nivel estatal, aportando una visión europea para comprender dónde está situada España en materia de corresponsabilidad. Los principales datos y conclusiones del trabajo han sido presentados por Teresa Jurado, coordinadora del estudio y profesora del departamento de Sociología II de la UNED.
La población más joven ha sido una de las franjas más perjudicadas por la pandemia. Quienes tienen de 25 a 30 años sufren más el desempleo que las personas más mayores (de 55 a 65), y constituyen la horquilla de edad que desea trabajar más. Y esta situación se produce en el marco de una tasa de desempleo que sitúa a España por detrás de Grecia, a pesar de que los ERTE hayan frenado su aumento.
En relación a las prestaciones familiares, tanto las monetarias como las de especie (dirigidas a servicios como Educación Infantil), “España sigue en la cola de la UE, con menos de 400 euros dirigidos a familias y menores de 2016 a 2018”, remarcó Teresa Jurado. Las deducciones fiscales por motivos familiares tienen un elevado peso en las políticas familiares en España. El 60% de las familias con menores de 25 años que ingresan hasta 1.000 euros no llegan a fin de mes, porque las prestaciones familiares y las desgravaciones fiscales no consiguen aliviar la falta de ingresos del trabajo. Entre las personas potencialmente beneficiarias del Ingreso Mínimo Vital no llegan a fin de mes el 58% si conviven con menores de 18 años, a pesar de su implantación durante el periodo estudiado.
Igualación de permisos por nacimiento y cuidado
Debido a la pandemia un 19% de las personas entre 30 y 39 años ha pospuesto sus planes de convertirse en madre o padre. Desde este año, los permisos por nacimiento y cuidado son iguales para ambos progenitores, con 26 semanas consecutivas cada uno si se utilizan de manera continua.
A pesar de este avance, la brecha de género sigue siendo significativa. Solo el 4% de las mujeres que usaron el permiso entre 2016 y 2021 disfrutó, como mínimo, de una semana a tiempo parcial frente al 13% de los hombres. Además, un 20% de las madres no accedió a ninguna semana de permiso o a menos tiempo del legalmente establecido. Por su parte, el porcentaje de los padres fue del doble en este sentido.
En un 42% de los hogares con menores de edad, estos han pasado cuarentena en casa. En coherencia con ello, un 40% de las personas con menores a cargo señala que la pandemia ha conllevado un aumento del tiempo dedicado a su cuidado. La mayoría de las madres no percibe que haya corresponsabilidad con su pareja en la asunción de tareas domésticas y de cuidado, incluso entre las parejas en las que ambos trabajan a tiempo completo. Un 17% de los padres y madres que conviven en pareja señala que los conflictos de pareja han aumentado tras el inicio de la pandemia. Estos conflictos se deben a la intensificación de la convivencia (según ellos) y al reparto de tareas domésticas (según ellas). El acceso a las medidas de conciliación tiene un sesgo de género y de clase social: las mujeres usan más las medidas no remuneradas, y se usan menos medidas cuanto menor es el nivel educativo o de ingresos de las personas ocupadas.
Recomendaciones
El informe incluye al final un conjunto recomendaciones. Comienza con reformas prioritarias de las políticas públicas para la conciliación corresponsable:
– Reducir la jornada laboral ordinaria a entre 30 y 35 horas a la semana.
– Adecuar el Salario Mínimo Interprofesional a los costes básicos de la vida en familia.
– Ratificar en 2022 del Convenio 189 de la OIT sobre las personas empleadas del hogar y su afiliación al régimen general de la Seguridad Social.
– Crear un suplemento por menor en el Ingreso Mínimo Vital en 2022.
– Revisar el conjunto del sistema fiscal para garantizar una recaudación pública suficiente que permita desarrollar las políticas sociales prioritarias.
– Reformar en 2022 el actual permiso por nacimiento y cuidado de menor para garantizar el derecho de las familias a extender el cuidado de los/las bebés en el hogar hasta 30 semanas (reforma sin coste adicional para la seguridad social).
– Garantizar el derecho universal y gratuito a una plaza de educación infantil de primer ciclo con estándares de calidad adecuados en un periodo máximo de 6 años.
– Limitar las nuevas reducciones de jornada por cuidado de menor hasta 12 años o de mayor dependiente de tal manera que no se trabaje menos del 75% de la jornada completa.
– Garantizar el derecho universal y gratuito a una plaza en un servicio de calidad de atención a la dependencia, sea centro de día, residencia o servicio de ayuda a domicilio para mayores dependientes, estableciendo un periodo máximo de tiempo de concesión de los servicios.
En cuanto a las políticas empresariales que promueven la conciliación corresponsable, el documento destaca el teletrabajo voluntario, reversible y con desconexión (Flexibilidad espacial); facilitar la posibilidad de que los progenitores se turnen y de que ambos lo utilicen a tiempo completo, la jornada de 30-35 horas semanales, horarios compactos, flexibilidad horaria, sistema de bolsa de horas, turno fijo (de mañana); y la participación de representantes de trabajadores y trabajadoras, personas expertas en género y supervisoras en gestión de conciliación, información y diálogo con la plantilla, y visibilización de las masculinidades cuidadoras.
Foto: Archivo Amecopress.
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Sociedad – Conciliación – Cuidados – Mujeres migrantes – Las jóvenes. 22 nov. 21. AmecoPress.