La igualdad se atasca
Madrid, 02 dic (11). AmecoPress. La igualdad entre hombres y mujeres ha vivido un importante impulso en los últimos años. Pero estos avances, que las mujeres lograron con mucho esfuerzo, no han impedido que sigan sin estar adecuadamente representadas y tratadas en muchos ámbitos sociales, laborales y políticos. Un informe del Consejo Económico y Social (CES) hecho público ayer constata la persistencia de desigualdades en el acceso al empleo y el salario y revela estancamiento en ámbitos como el hogar. Tampoco apunta salidas fáciles ni positivas a este diagnóstico: la crisis, asegura, está teniendo un efecto negativo en las políticas de igualdad y las exigencias de austeridad presupuestaria plantean "serios interrogantes" sobre el futuro de estas medidas.
Las aspiraciones igualitarias de la sociedad española, a pesar de constituir un ideal cultural que pocos se atreven a cuestionar (la igualdad de género, que emana del principio de igualdad de todos seres humanos, es el fundamento de la convivencia en una sociedad moderna y democrática), se manifiestan en ocasiones de modo contradictorio o, en el mejor de los casos, inconcreto. Es una de las conclusiones del informe Tercer Informe del CES sobre la situación sociolaboral de las mujeres en España (el último se aprobó en el 2003).
Además, junto a la intensificación en la asunción política de los objetivos de igualdad entre hombres y mujeres, claramente expresada en las opciones legislativas e institucionales durante la mayor parte del periodo de referencia (2003 – 2010), la bonanza económica y el aumento de los ingresos del Estado permitió poner en marcha nuevos instrumentos de políticas sociales, de empleo o de protección social que deberían coadyuvar a la consecución de una mayor igualdad de género en la práctica. Pero cuando apareció en el horizonte la crisis económica, de escala mundial, las políticas de igualdad y los derechos sociales comenzaron a sufrir recortes de los que, una vez más, las mujeres son las grandes perjudicadas.
El informe del CES aborda la situación de las mujeres en las principales áreas determinantes de su trayectoria de vida y su posición en la sociedad. Son aspectos esenciales de la misma la educación, la esfera del trabajo remunerado y su proyección en la protección social, así como el acceso a los distintos ámbitos de poder o decisión. La relación de estas dimensiones con la vida familiar y personal, la corresponsabilidad, el apoyo de las políticas públicas y la acción normativa son otros aspectos importantes, asimismo contemplados en el estudio, cuyo propósito es completar el diagnóstico sobre esta realidad.
La conciliación sigue siendo responsabilidad de las mujeres
En 2002, ellas dedicaban, de media, 4,5 horas al día al hogar y los hombres 2,06 horas. En 2010, pese a su impulso en el mercado laboral, las mujeres dedicaban 4,25 horas frente a las 2,28 horas de los hombres, según datos del INE recogidos por el CES. "Las mujeres contribuyen en mayor medida al sostén económico de los hogares, pero los hombres no terminan de asumir su responsabilidad en el ámbito privado, lo que supone una carga de responsabilidades superior en muchas mujeres y una evidente desigualdad de género en términos de calidad de vida", asegura el CES. El desarrollo de políticas de conciliación propuestas no ha tenido el resultado esperado.
Dos de cada cinco hogares tienen como cabeza de familia a una mujer
El modelo de familia clásico va perdiendo peso y los hogares unipersonales y monoparentales aumentan. Como consecuencia, los hogares que tienen como cabeza de familia a una mujer son ya dos de cada cinco (en 2004 eran solo un tercio).
Cuidar a otros y otras, en manos de las mujeres
A pesar del creciente proceso de incorporación femenina al mercado laboral, en torno al 48 por ciento de las mujeres no trabajan o no buscan empleo por estar al cuidado de niños y niñas, personas adultas dependientes, o por dedicarse a otras obligaciones familiares. Entre los hombres, ese porcentaje es del 3,8 por ciento.
Además, los permisos y excedencias por cuidado de hijos e hijas han sido solicitados en la práctica totalidad por mujeres.
Más mujeres jóvenes con estudios superiores pero tardan más en conseguir su primer empleo
Las mujeres alcanzan niveles educativos y rendimientos académicos superiores a los de los hombres (45,9 por ciento frente al 35,7 por ciento). Pero este esfuerzo no se refleja en una mejor inserción ni trayectoria laboral. Los hombres encuentran su primer trabajo una media de cuatro meses antes que las mujeres en casi todas las titulaciones, con la excepción del área de Derecho, donde son ellas quienes logran su primer trabajo 2,3 meses antes que sus compañeros.
El empleo, el gran reto
La incorporación de las mujeres al mercado laboral es ya irreversible (la tasa de actividad es ya de 52,3 por ciento). Sin embargo, la desigualdad, se mantiene. Las mujeres cobran un 16,3 por ciento menos que los hombres, una diferencia que se acentúa hasta alcanzar el 26,3 por ciento cuando se considera el promedio anual (datos de 2006). Un hecho "indiscutible y prevalente", dice el Consejo Económico y Social.
Y que supone un reto pendiente en toda la UE. Este organismo expone que es complicado desentramar las causas de esta brecha: las diferentes jornadas, la ocupación, la rama de actividad económica, el nivel educativo, la antigüedad, el tipo de contrato...
En ese sentido, el CES concluye que se han impulsado acciones positivas en este ámbito, pero sin enfoque transversal de género en las políticas activas de empleo. Además, el organismo señala que estas políticas, desde una perspectiva de género, han seguido objetivos “poco ambiciosos" en el sentido de que su desarrollo se ha construido sobre criterios cuantitativos de participación más allá de guiarse por criterios cualitativos que traten de dar respuesta a los problemas y necesidades de las mujeres en el mercado de trabajo.
En los hogares, en el caso de tener que optar por renunciar a los ingresos de alguno de sus miembros, se prima la continuidad de los hombres en el empleo, analiza el CES. El patrón tradicional y básico de la sociedad patriarcal apenas ha variado en este punto, que supone un lastre para la carrera de las mujeres. Y el ejemplo es que hay más hombres casados en puestos directivos que mujeres casadas (54,3 por ciento frente a 45,8 por ciento).
El informe recurre a un ejemplo extraído de una encuesta del CIS: casi un tercio de las parejas de los directivos se dedica a las tareas del hogar, mientras que ninguno de los cónyuges de las directivas está en esta situación.
Menos prestaciones
La desigualdad en la tasa de paro se ha reducido, sobre todo desde que empezó la crisis económica. Sin embargo, ese cambio no responde a una mejora de la situación del empleo de las mujeres, sino a un empeoramiento de la situación de los hombres, interpreta el CES. Además, las mujeres que se han quedado en paro cobran una prestación por desempleo inferior a la de los hombres -unos 4,5 euros menos al día-.
Una pensionista percibe al mes una media de 597,21 euros, mientras que la pensión media de un varón es de 971,92 (datos de 2010). La segregación laboral por razón de género implica, en el caso de las mujeres, menores salarios y, por tanto, menos base de cotización y pensiones de jubilación más bajas.
Adjuntamos el estudio completo.
Fotos: AmecoPress
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Estado español – economía – empleo y género –conciliación – situación social de las mujeres – políticas de igualdad; 02 diciembre (11), AmecoPress