La falta de perspectiva de género aumenta el malestar de las mujeres
Madrid, 29 oct. 2019. AmecoPress.- Elena. Fátima. Sara. Milagros. Son mujeres distintas, con cuerpos diferentes, que viven en contextos diversos, que van a la consulta médica buscando ayuda. Una ayuda que no siempre encuentran, al menos del modo más adecuado. “Cuerpos distintos, síntomas diferentes, el mismo malestar”, reitera la campaña que la Federación de Mujeres Progresistas (FMP) ha presentado en Madrid, cuyo objetivo principal es “mostrar que la falta de perspectiva de género aumenta el malestar en las mujeres”.
La campaña se denomina #DIAGNÓSTICOMUJER y se encuentra dentro del programa “EN CLAVE SALUDABLE. Los determinantes de género en la salud de las mujeres», financiado por el Ministerio de Salud, Consumo y Bienestar Social. Dicho programa pretende contribuir a la mejora de la atención sociosanitaria de colectivos de mujeres con necesidades especiales, mediante la identificación de los determinantes de género en su salud, generando propuestas para la mejora de la atención sociosanitaria y difundiendo el conocimiento generado a través de la creación diversos materiales.
Tras analizar las respuestas obtenidas en el diagnóstico –basado en dinámicas con grupos de trabajo de mujeres y profesionales- se pueden extraer algunas conclusiones. La salud es un concepto complejo que tiene una gran repercusión en la vida de las personas en general y en la de las mujeres en particular y debe ser entendida desde una óptica biopsicosocial. “La falta de perspectiva de género en el ámbito sanitario supone un factor de riesgo para la salud integral de las mujeres”. Así, el modelo biomédico vigente genera gran sufrimiento en las mujeres puesto que no tiene en cuenta variables de género en su planteamiento. De hecho, la medicalización de los síntomas y la normalización del dolor es una consecuencia de lo anteriormente dicho. En ocasiones, el trato recibido por parte del personal sanitario, supone una fuente de sufrimiento para las mujeres al hacerlas sentir culpables del hecho de estar enfermas o no tomar las medidas necesarias para recuperarse.
Además, el informe concluye que los factores sociales y el contexto personal y cultural en el que viven las personas resultan fundamentalmente para poder entender la anamnesis. Una mirada sistémica del dolor nos ayuda a entender el verdadero problema que está haciendo sufrir a una mujer más allá de la sintomatología presente.
Propuestas
Pero el informe no solo denuncia. También, gracias al proceso de participación y reflexión llevada a cabo con mujeres y con profesionales, se han podido generar alternativas, soluciones y claves para paliar los malestares que sufren las mujeres.
“El hecho de ser mujer” en una sociedad patriarcal como la nuestra, es un factor de riesgo para la salud. La maternidad, la doble carga de trabajo, la normalización del rol de cuidadoras, la falta de reconocimiento social, las dificultades para acceder al mercado de trabajo y para conciliar la vida personal, familiar y laboral, la existencia de la brecha salarial y de manera especialmente dramática la violencia de género, son algunos de los factores que mayor impacto tienen sobre la salud de las mujeres.
Es fundamental la necesidad de entender “la concepción de la salud de una manera global”.
“Adaptación a la nueva realidad, petición de ayuda, hacerse cargo del malestar, apoyo social o familiar, autoestima y trabajo personal”, son algunas de las soluciones propuestas por las mujeres para disminuir el malestar. Para las mujeres, las características de una atención ideal pasan por un buen trato de los y las profesionales que les atienden (humanidad, respeto, empatía). Según ellas, esta actitud les ayuda a expresan mejor su malestar y a sentirse entendidas.
El personal sanitario también identifica factores tanto internos (falta de formación, prejuicios, estereotipos, etc.), como externos (tiempo limitado, burocracia, legislación vigente, etc.) que les dificulta realizar una atención satisfactoria. “El sistema sanitario en general, no tiene en cuenta la perspectiva de género ni tiene una mirada intercultural, lo cual supone un sesgo en las intervenciones pudiendo dar lugar a diagnósticos erróneos con graves consecuencias para la salud y la vida de las mujeres”, sentencia el estudio.
Ante esta situación, la organización realiza las siguientes propuestas:
Invertir en políticas públicas de prevención y promoción de la salud desde un punto de vista holístico apostando por un enfoque psicosocial de género frente a uno estrictamente biomédico.
Atender a la diversidad desde una mirada respetuosa que facilite la comunicación y el entendimiento entre mujeres y profesionales del ámbito socio‐sanitario.
Formar a profesionales del ámbito socio‐sanitario en igualdad y género destacando la importancia que tiene conocer los determinantes de género a la hora de diagnosticar y tratar la salud de las mujeres.
Potenciar espacios de encuentro entre mujeres que permitan compartir conocimientos, vivencias y generar soluciones a los problemas, minimizando el impacto de la sociedad patriarcal en general, y los mandatos de género en particular.
Puedes ver el vídeo en este enlace.
Foto: AmecoPress, del informe de la FMP
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Sociedad – Salud y género – Estudios de género – Campañas. 29 octubre. 19. AmecoPress