Elecciones 28 de abril: entrevista a Silvia Buabent, candidata de Psoe

“Este país necesita una presidenta del Gobierno”

25 de abril de 2019.

Por Gloria López

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La exdirectora del Instituto de la Mujer y candidata al Senado se siente orgullosa de que su partido incluya el abolicionismo en su programa electoral


Madrid, 25 abril. 19. Amecopress. Silvia Buabent era concejala en Fuenlabrada. En junio de 2018 se convirtió en directora del Instituto de la Mujer. Un cargo que dejó apenas nueve meses después para ser la número 3 en la lista del Psoe al Senado por Madrid. Es Licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Complutense, feminista y militante del Psoe desde 1993.

Reivindica una política cercana a las organizaciones y a las personas. Sostiene que el mayor reto que tenemos como sociedad es la igualdad entre hombres y mujeres y reivindica la corresponsabilidad: de las familias, de las empresas, del Estado y las instituciones.

En esta entrevista apuesta por el equilibrio. Valorar los avances, evidenciando los retos. Mostrar los desperfectos del tablero del juego democrático, sin dejar de jugar. Reivindicar el derecho a equivocarnos sin hacernos responsables de lo que no nos toca. Exigir sin ser maximalistas.

Llegó al Instituto de la Mujer con muchos retos por delante, entre otros la necesidad de reflotar una institución clave para la consecución de la Igualdad entre hombres y mujeres y que ha ido perdiendo autonomía y capacidad. ¿Qué balance hace de este periodo?

Cuando llegué sabía que no iba a tener mucho tiempo, pero soy una mujer de retos. El mayor reto fue volver a colocar al Instituto de la Mujer en el lugar que no debería haber perdido nunca. Lo que ha supuesto el Instituto desde el año 83 es la centralidad de las políticas de igualdad y es algo que había perdido en los últimos años. Se le habían añadido más competencias que nada tenían que ver con la igualdad entre hombres y mujeres y se le fue bajando el presupuesto. Otro reto –que ha quedado en la mesa del Congreso - fue cambiar el nombre actual por el de Instituto de las Mujeres, ya que es fundamental visibilizar a todas las mujeres, diversas y plurales. Pero ha sido una legislatura corta y han quedado cosas pendientes. Además, el partido me propone ir al Senado. Han sido 9 meses pero me voy muy satisfecha.

En esta legislatura ha habido más diputadas que nunca. Hemos contado con un Gobierno con un Consejo de Ministras y Ministros con una amplia mayoría de mujeres. ¿Qué repercusión ha tenido esto en la vida de las mujeres? ¿Es un cambio de paradigma?

En primer lugar, dar visibilidad. Cuando somos pequeños y pequeñas y buscamos referentes es importante que haya hombres y también mujeres, y eso es lo que ha faltado siempre. En ese sentido es positivo que haya ministras. También es una forma de visibilizar que las mujeres podemos ocupar sectores de toma de decisiones. El Consejo de Ministras tiene mucho que ver con la genealogía y sobre todo tiene que ver con el poder. El poder en el feminismo genera mucha controversia y debate, pero estoy convencida de que solo desde los espacios de poder podremos cambiar las cosas.

“El mayor reto que tenemos como sociedad es la igualdad entre hombres y mujeres y solo llegará con corresponsabilidad”

Pero volvemos a la campaña y vemos dos debates con cuatro candidatos a la presidencia del Gobierno hombres. Una campaña en la que los temas clave para la vida de las mujeres no ocupan precisamente un lugar central. ¿Cree esto puede desmovilizar a las mujeres?

Espero que no. A mí ver a mi Secretario General dirigirse e interpelar a otro candidato y decirle algo como “no es no” o “los vientres de las mujeres no se venden”, me parece importante. No es lo único, evidentemente, y como feminista, soy crítica. Quizás haría falta ir introduciendo la transversalidad. Carmen Calvo esto lo hace muy bien, todo lo aterriza a lo micro y analiza cómo afectan las distintas medidas a las mujeres. Eso es visibilizarnos, es darnos cuenta de que las mujeres tenemos una falta de igualdad en la sociedad. A veces caemos en hablar únicamente de aquellos temas en los que las mujeres somos víctimas. Y las mujeres estamos en todas partes, pero tenemos falta de oportunidades.

Yo hago mucha incidencia en esto. Hablo de corresponsabilidad porque el mayor reto que tenemos como sociedad es la igualdad entre hombres y mujeres y solo llegará con corresponsabilidad. No solo en las familias, también en las empresas, que tienen que decidir qué quieren contratar, talento o disponibilidad. También tiene que ver con el Estado y las instituciones. Ya la Constitución lo recoge en su artículo 9.2, tenemos que remover los obstáculos que impiden la igualdad.

Evidentemente, hay que avanzar, sin prisa pero sin pausa. El movimiento feminista está en un buen momento, ahora tiene quizás incidencia. Y una ve la foto del debate y no se corresponde, no hay mucho más que decir. Espero que más pronto que tarde esa foto cambie, este país necesita una presidenta del Gobierno.

¿Qué puede aportar el feminismo a la política institucional?

Aporta una manera de ver el mundo. Soy feminista socialista, eso es un plus. No es fácil estar en política, es muchas veces un campo de batalla. Las feministas demostramos todos los días que hay otras formas de hacer las cosas. Creo que lo que aportamos es que no nos creemos cualquier cosa, hay que convencernos. Y de movernos en los márgenes, estamos llegando a la centralidad. Pero tenemos que tomar una decisión: tenemos que decidir dónde estar y a qué juego queremos jugar. Podemos decidir que este juego no es el nuestro, pero también tenderemos que saber si en este juego vamos a influir o no. Sobre todo para no hacernos trampas.

Me gustaría que el 28 de abril ninguna feminista se quedara en casa. Y que no fuéramos maximalistas, que lo somos mucho. Las feministas lo queremos todo y, si a ese todo le falta el color blanco de la esquina, ya no lo queremos. Y no es el momento de eso. Es el momento de saber qué necesitamos y quién puede representar mejor lo que necesitamos. Y que nadie piense que los partidos solucionan todo porque no es así.

993 asesinadas por violencia machista desde que hay datos oficiales. ¿Cómo se acaba con esto?

Hay que luchar con quienes niegan la evidencia de esta realidad, algunos de ellos incluso firmaron el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y hoy niegan su existencia. Hay que dotar económicamente este Pacto y sobre todo, incidir en lo que tiene que ver con educación, prevención, sensibilización y formación especializada.

Proponen la reforma del Código Penal para que solo sí sea sí. ¿Qué significa esto?

Cuando hablamos del consentimiento expreso hablamos de que cuando se vayan a juzgar los casos no haya dudas. Ahora mismo el Código Penal permite casos tan injustos como el de ‘La Manada’. Para nosotros es fundamental que las mujeres se sientan seguras y protegidas por el Estado.

¿Va a ser posible recuperar el derecho de las menores de 16 y 17 años a abortar sin consentimiento paterno o materno?

Vamos a pelearlo. Con la ley actual los abortos han descendido. Y hay que recordar que la ley de la interrupción voluntaria del embarazo incluye la salud reproductiva, la prevención y la educación sexual. Muchos de los problemas de violencia que tenemos vienen por ahí, nuestros chavales y chavalas no están recibiendo educación sexual. Hay una cosa que se llama móvil, con acceso abierto a pornografía cada vez más violenta. Y te encuentras con situaciones en críos y crías, que no son asumibles.

Plantear el abolicionismo en un país donde la prostitución cuenta como parte del PIB es un gran salto

Ha hablado de pornografía. ¿Cómo combatir que España sea uno de los países en los que se consume más prostitución?

Estoy muy contenta con mi partido porque haya sido valiente y hayamos introducido en el programa el abolicionismo. Introducirlo es un país donde la prostitución cuenta como parte del PIB es un gran salto. La penalización tanto del proxenetismo como de la compra del cuerpo de las mujeres es necesario. Y es preciso recordar siempre que la trata existe porque nutre la prostitución.

¿Qué hacer con los vientres de alquiler?

En España están prohibidos por ley. Europa también nos dice que es una práctica que atenta contra los derechos de las mujeres. Es curioso que la derecha siempre hable de la libertad de las mujeres cuando tiene que ver con cómo otros quieren usar nuestros cuerpos –vientres de alquiler, prostitución-, pero cuando queremos ser libres para hacer uso de él no nos dejan.

Además, estamos hablando de comprar y vender niños y niñas, eso es muy grave. Y la maternidad es un deseo, no un derecho.

¿Por qué el Gobierno no ha ratificado el convenio 189 de la OIT, para garantizar los derechos de las empleadas domésticas? ¿Se comprometen a hacerlo?

Lo vamos a hacer. Por dignidad. Las mujeres estamos en aquellos sectores que socialmente no tienen relevancia; el sostenimiento de la vida, los cuidados, lo más primario, sigue en nuestras manos. Creo que hay que revisar la ley de dependencia y dotarla de recursos. Y dar valor a los cuidados y visibilizarlos. De hecho, una de las primeras reuniones que tuve al llegar a la dirección del Instituto de la Mujer, junto a Soledad Murillo, fue con las empleadas del hogar.

Pero luego no se hizo nada, no se dio continuidad.

Bueno, no es por disculparme, ni de justificarnos. Pero hemos hecho muchas cosas en poco tiempo, con muy pocos apoyos en el Congreso. Y estoy convencida de que esta ratificación del 189 es necesaria. Vamos a ir a por ello.

Se ha colocado al movimiento feminista como antídoto frente a la ultraderecha. ¿Es correcto plantearlo así?

Creo que el feminismo es la frontera, pero no el antídoto. Si la extrema derecha no avanza tendrá que ver mucho con las decisiones que tomemos las mujeres cuando vayamos a votar, pero no se nos puede responsabilizar del avance de la ultraderecha, eso es diferente. Igual que reivindico el derecho a equivocarme no quiero ser responsable de lo que no me toca. Que la extrema derecha esté avanzando en todo el mundo no es responsabilidad nuestra.

Fotos archivo AmecoPress, cedidas por Psoe


Política – Política y género – Feminismo – Dependencia – Conciliación – Debates –Prostitución – Violencia de género; 25 de abril. 19. AmecoPress

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