El sector del libro aún más precario cuando eres mujer
Madrid, 30 mayo 18. AmecoPress.- Este lunes tuvo lugar la segunda mesa redonda “Lo que hace una mujer como yo en un sitio como este” organizada por Mujeres del Libro, el colectivo feminista que surgió a raíz del 8M para reivindicar el papel de la mujer en la industria del libro. En el debate participaron Iria G.Parente, Beatriz Rubio, Ana Navalón, Ángela Porras y Sheila Mateos, todas ellas profesionales de los diferentes ámbitos relacionados con el mundo del libro.
El colectivo Mujeres del Libro puso sobre la mesa las distintas experiencias personales de mujeres trabajadoras en la industria del libro. Qué hace una mujer como yo en un sitio como este, es la pregunta que pasa por tu cabeza cuando tienes que enfrentarte a los obstáculos que se cruzan en tu vida laboral por el hecho de ser mujer.
Cada vez son más las reivindicaciones de mujeres en los diferentes sectores, lo vimos con las mujeres periodistas, lo estamos viendo con las mujeres pensionistas y lo vemos ahora con las Mujeres del Libro.
Sus reivindicaciones:
Luchan por eliminar la brecha exigiendo transparencia salarial: Uno de los temas que protagonizó el debate fue la opacidad de datos dentro del sector, en el que no se sabe la diferencia de sueldo exacta entre quienes conforman el gremio. Solo pueden hablar de oídas y eso perjudica a la base de las trabajadoras del mundillo, que copan los puestos de menor responsabilidad y sueldo. Por ello es de urgente necesidad conocer la verdadera situación de las mujeres en la industria y empezar a poner nombre y cifras reales a la desigualdad.
Luchan por la igualdad en el acceso a los cargos de responsabilidad: La proporción media en cualquier editorial está entre un 70/30% y un 80/20% de mujeres frente a hombres. Según datos del Gremio, el sector editorial está dirigido en un 80% por hombres empresarios, porcentaje que se invierte en los puestos de menos responsabilidad.
Exigen la participación igualitaria en las plataformas de difusión y promoción de la literatura: Las mujeres solo ganan el 20% de los premios literarios de este país, según datos del Observatori Cultural de Gènere. Tan solo en la categoría de narrativa infantil y juvenil el porcentaje roza la paridad. El sesgo se explica, en parte, por la composición de los jurados y la concepción generalizada de que la literatura hecha por mujeres no tiene el mismo carácter universal que la escrita por hombres.
Exigen la corresponsabilidad en la conciliación familiar y cuidados: Este trabajo recae, con pocas excepciones, en las compañeras profesionales que ya soportan una carga importante debido a sus obligaciones laborales. Las autónomas coinciden en que trabajan en casa porque son las condiciones que les ofrecen, pero les gustaría estar en una editorial y paliar la soledad.
Y por supuesto; denuncian sin paliativos el acoso sexual y laboral.
Unirse es la solución
No es casualidad que las trabajadoras coincidan en que ofrecen una tarifa más baja, por el miedo a que rechacen su trabajo por el hecho de ser mujer, o que tiendan a sobrecargarse de trabajo por el miedo a rechazar una oportunidad; ”todo el tiempo nos educan en esta idea de que tenemos que compensar, siempre estamos dando el doble o el triple porque hay una sensación de tener que demostrar que me lo merezco” expresó en el debate la escritora Iria G.
El público también puso su voz proponiendo soluciones como la de Marina, también trabajadora del sector que no se sonroja cuando exige una subida de sueldo al enterarse de que sus compañeros cobran más por hacer el mismo trabajo que ella, algo que resume en que si somos conscientes de una injusticia debemos denunciarlo y apoyarnos mutuamente “debemos perder el miedo a exigir lo que nos corresponde, el no ya lo tenemos”.
La cruda realidad de las mujeres en la industria del libro no se debe a factores externos incontrolables o a casos aislados, el germen del problema se encuentra en la raíz más pura del patriarcado y desemboca en años de autoboicoteo por no creer en nuestras capacidades.
Pero algo maravilloso ocurre siempre que se ponen en común distintas realidades que emanan de un mismo hecho. El patriarcado siempre se ha servido de dividir a las mujeres y desdeñar el género femenino, por lo que unirse generando colectivos como Mujeres del Libro es de momento el primer paso ganar la batalla en la conquista de derechos.
El 90% de las editoras son mujeres. El 75% de las correctoras son mujeres. El 52,1% de las traductoras son mujeres. El 66,5% del público lector son mujeres. Por cada tres bibliotecarias en la Biblioteca Nacional, hay un bibliotecario.
Están ahí, leamos a mujeres y hablemos de ellas más y mejor.
Foto: Archivo AmecoPress
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Sociedad – Cultura– Feminismo – Encuentros y jornadas – Situación social de las mujeres – Escritoras – Voces de mujeres – Empoderamiento. 30 may. 18. AmecoPress.