Cuba: Nuevas masculinidades
La Habana, 14 jul. 11. AmecoPress.- El concepto masculinidad ha sido construido por tantos años que solo de nombrarlo ya connota superioridad, fuerza y violencia. En Cuba, masculinidad es sinónimo de machismo y, de hecho, el machismo implica violencia.
Tan es así, que a un hombre, para reafirmar su masculinidad, no le basta decir que es macho, sino que agrega ser varón y masculino. No cabe duda que se trata de un conjunto de ideas socio-ideológico-culturales que se han encargado de preservar la hegemonía masculina como centro de poder.
La ideología que sustenta las masculinidades traspasa, cruza los sistemas culturales, impone las políticas, las creencias y demarca todas las estructuras: sociales, raciales y sexuales, entre otras.
Además, estamos tan influenciados por la noción occidental de la masculinidad que se ha hecho evidente en la forma que se organizan las instituciones, y su reflejo se confirma con el rol masculino de proveedor económico.
Los hombres son más reconocidos y de mejores salarios, aunque en la actualidad esta situación ha sufrido cambios, lo cual pone en crisis las masculinidades. En efecto, hemos visto casos donde los hombres que tienen dificultades para ser proveedores reflejan su impotencia a través del uso de la violencia familiar como respuesta a su frustración.
Ese afán de convertirse en macho desde que se nace, lo hace marcar diferencias. Asimismo, sufren buena parte de su vida, cuando no concienciar que están siendo utilizados, quedando presos de sus propios genes.
Para la presente edición de Mujeres, un grupo de jóvenes investigadores cubanos nos muestra diferentes miradas polémicas respecto a las masculinidades en Cuba, con la idea de que un mundo mejor y posible se puede construir cuando nos lo proponemos de forma colectiva.
Foto: Archivo AmecoPress.
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Internacional – Opinión – Estudios de género – Feminismo. 14 jul. 11. AmecoPress.