La mayoría de las personas quieren ser atendidas en su domicilio

Causapié: "Las mujeres suponen el 66% de quienes solicitan ayuda a la dependencia"

28 de febrero de 2010.

Por Elena Duque

Sociedad | Madrid | Liderazgo | Discapacidad | Dependencia



La nueva directora del Imserso apuesta por la profesionalización progresiva de los cuidados respetando los hogares


Madrid, 26 feb (10). AmecoPress. Purificación Causapié Lopesino es desde el 11 de enero la Directora del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), un nombramiento que recibió “con entusiasmo, pero sobretodo con responsabilidad por todo lo que éste gestiona”.
 
Causapié, licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Alcalá de Henares, lleva un largo recorrido de experiencias en asuntos públicos relacionados con los derechos sociales.
 
Comenzó como Directora del Centro de Información, Documentación y Asesoramiento de la Juventud en Alcalá de Henares. Después de varios puestos en Madrid en la defensa de las mujeres y de la igualdad, fue nombrada en 2005 Directora General de Servicios Sociales e Inclusión en la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, y ha sido Secretaria General para la Atención a la Dependencia desde 2008.
 
Su llegada al Imserso no supone una fuerte renovación, si no un paso adelante en un trabajo de muchos años. Considera que los aspectos importantes son los mismos: el impulso a la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a la Independencia, a la vez que establecer una buena red de colaboración y coordinación con las Comunidades Autónomas, con los ayuntamientos y con las organizaciones sociales.
 
“Todo esto es un trabajo que se venía haciendo y toca impulsarlo, y avanzar en los acuerdos en cuanto a la aplicación de la ley. Por ejemplo, recientemente se ha llegado a un acuerdo para reducir los tiempos desde que se solicita la ayuda a la dependencia hasta que se concede el servicio. Pero no sólo hay que trabajar en tiempo, si no en garantizar prestaciones de calidad”.
 
Profesionalización de los cuidados
 
La mayor parte de las veces quienes cuidan de las personas dependientes son familiares y, además, mujeres. Esto supone para ellas, más allá del sacrificio personal, dificultades como volver a entrar en el mercado de trabajo. ¿Cree que se debería promocionar la profesionalización de los cuidados?
 
Sí creo que es importante que vayamos hacia un modelo de cuidados profesionales. Es importante la profesionalización, pero también hay que tener en cuenta que partimos de una línea en la que ya eran las mujeres del entorno familiar las que se ocupaban de estas personas en situación de dependencia.
 
Esta ley reconoce su esfuerzo, y tiene una ventaja muy importante que es el alta en la seguridad social. Además, la mayoría de la gente lo que quiere es ser atendida en su domicilio. Posiblemente hay muchas maneras de desarrollar el servicio para que tenga lugar en el domicilio, y por ahí tenemos que trabajar.
 
¿Contamos con suficientes profesionales para cubrir la demanda de cuidados?
 
Hubo un primer acuerdo entre el Estado y las Comunidades Autónomas que desarrollaba la acreditación mínima de centros y servicios, y que establecía la formación que debían tener, desde aquí y hasta el año 2015, los y las profesionales del sector en residencias, en ayuda a domicilio y en centros de día, la mayoría de las cuales son mujeres.
 
En este momento hay planes de formación vinculados a la formación profesional reglada. El aumento del número de profesionales será progresivo. Esperamos que en 2011 se pueda cumplir ese acuerdo y que haya profesionales suficientes en el sector para atender la demanda de los servicios.
 
Luego también se ha trabajado en formación mínima para las personas cuidadoras en el entorno familiar, que lo que pretende es dar las nociones básicas para que tanto la persona cuidadora como la dependiente estén lo mejor posible.
 
En un 95% son mujeres, y normalmente tienen muy poca disponibilidad de tiempo. Les cuesta dejar a la persona a la que cuidan para asistir a la formación, pero ésta es muy importante, para su propio bienestar. Cosas como aprender a mover a su familiar sin dañarse la espalda, son muy básicas y muy necesarias.
 
Ante los datos de que Canarias estaba a la cola en la gestión de las ayudas a la dependencia, ayer la prensa canaria destacaba cómo la consejera de asuntos sociales en esa comunidad había declarado que 29.000 personas se adhieren al sistema de asistencia propio y solo 6.000 han solicitado la ayuda de la ley estatal. La razón que atribuía es la gratuidad del sistema canario frente al sistema de copago de la Ley de Dependencia. ¿Cómo valora esta afirmación?
 
El copago lo regula cada Comunidad Autónoma. Hay un acuerdo común con unos mínimos y unos máximos, pero luego cada Comunidad regula cuál es el sistema de copago definitivo. Los datos que nosotros tenemos son los que nos facilitan las comunidades.
 
Hay personas que ya estaban atendidas en los sistemas sociales en todas ellas, y por lo tanto no se han incorporado a nuestros datos de la Ley de Dependencia. En cualquier caso, esto es un proceso todavía en marcha.
 
Envejecimiento de la población
 
El INE prevé que en 40 años la cantidad de personas activas e inactivas sea casi la misma. ¿Está actuando en previsión el Imserso?
 
Está claro que hay un envejecimiento de la población. Intentamos que las personas mayores lo sean de manera más activa y más saludable. Trabajamos en programas para prevenir la dependencia. Con 65 años todavía quedan muchos años de vida, y de vida activa y saludable. Buscamos nuevas líneas de trabajo, y continuamos con las que ya venían utilizándose, como las vacaciones o programas de termalismo que ayudan a que la gente viva más años y viva mejor.
 
Precisamente estos días se discute sobre el retraso de la jubilación, ¿cree entonces que estamos preparados para poder trabajar más años?
 
(Ríe). Yo no quiero entrar en ese debate, porque no trasciende al Imserso. Yo creo que la gente vive más años y en mejores condiciones, pero otra cosa es cuando se establezcan las edades de jubilación. Más allá de todo eso, insisto en la importancia de que la gente se mantenga activa, con ganas de participar en la vida.
 
Afortunadamente hemos perdido esa idea de que las personas mayores están como aparcadas, como que ya se acabó su tiempo. Por ejemplo, en las asociaciones de voluntariado el porcentaje de personas mayores es altísimo, y están aportando cosas muy importantes para la sociedad.
 
Las mujeres somos más longevas, ¿mantenemos más tiempo nuestra autonomía personal?
 
En los datos que tenemos de personas beneficiarias por dependencia, el número de mujeres es mayor que el de hombres. Suponen el 66% de quienes solicitan ayuda. Evidentemente eso tiene que ver con que hay una población muy grande por encima de los 80 años de edad, y efectivamente las mujeres vivimos más.
 
Pero también algunos estudios más específicos explican que las mujeres tienen enfermedades que les crean esta situación de dependencia.
 
Curiosamente, las mujeres son más independientes también para vivir su vida. Si miramos a las personas mayores que viven solas, la gran mayoría son mujeres. Tienen más herramientas para manejarse solas, lo que seguramente tiene que ver con las diferencias de género en que han vivido en lo cotidiano.
 
Discriminación positiva
 
Se está promocionando la contratación de personas con discapacidad a través de medidas de discriminación positiva para las empresas. ¿Se dejan notar los efectos?
 
Se está trabajando mucho ahí, yo sí que creo que se está dejando notar la presencia de personas con discapacidad en muchos puestos de trabajo, tanto en la administración, donde la regulación es clara, pero también en empresas gracias a los incentivos.
 
Tenemos que conseguir que la incorporación de las personas con discapacidad al empleo se realice en igualdad de condiciones a pesar de las dificultades. Hay que buscar maneras para que sea fácil. No se trata sólo de facilitar la entrada, si no que la persona que tenga un trabajo pueda desarrollarlo en las condiciones adecuadas.
 
¿Cuáles son precisamente las mayores dificultades? Por ejemplo, adaptar los accesos en los edificios es un proceso caro.
 
Se está haciendo todo un trabajo, somos un centro de referencia que servimos de ejemplo al resto de la administración. Es cierto que la adaptación de los edificios es un proceso caro, pero como en muchas otras cosas, es algo que hay que hacer para garantizar la igualdad de las personas. El coste-beneficio no podemos medirlo sólo en cuánto cuesta por el lado económico, porque es una inversión en personas.
 
Se avanza, ya hay normativas. La administración está comprometida, no solo en lo físico, también en las comunicaciones, en el uso accesible de las nuevas tecnologías. Son cuestiones que una sociedad tiene que afrontar, una sociedad integradora. Es un tema en el que no debemos tener ninguna duda a la hora de invertir recursos públicos.
 
 
 
Fotos: archivo AmecoPress. Cedidas por el Imserso
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Sociedad - Liderazgo - Dependencia - Discapacidad; 26 feb (10), AmecoPress
 

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