“Aquí hemos debatido si se permitía o no, el desfile de las carrozas de los Reyes Magos, cuantos niñas y niños permitimos que asistan a la representación teatral de una leyenda en la que ya solo creen los padres, los grandes centros comerciales y los oligarcas de la juguetería. Bajo la Corona de los tres concejales, convertidos en magos portadores de cajas vacías, no cabe ya más fariseísmo ni más mentiras”