La reforma de la ley del aborto, un atentado contra la libertad
Madrid, 26 ene. 12. Amecopress. Un atentado contra la libertad, un retroceso enorme, la destrucción de un importante logro de y para las mujeres de este país. De este modo sienten y valoran las organizaciones de mujeres, feministas que lucharon para que se reconociera el derecho de las mujeres a decidir sobre su vida y su cuerpo, la reforma de la actual Ley del Aborto prevista por el Gobierno.
En su primera comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, el ministro Alberto Ruiz-Gallardón dijo que la ley actual fue aprobada "sin consenso y con la opinión desfavorable de los órganos consultivos" y anunció su reforma de acuerdo “al derecho a la vida según la doctrina ya definida por el Tribunal Constitucional”. El ministro precisó que el Gobierno pretende exigir el consentimiento paterno en los casos de las menores de edad que quieran abortar.
Soraya Vega, presidenta de la Federación de Mujeres Jóvenes, ha lamentado que se trate así a las jóvenes, “como si fueran incapaces de decidir lo que quieren” y ha asegurado que las mujeres que se encuentran con un embarazo no deseado se enfrentan a una situación difícil y que tomar la decisión de abortar o no es complicado, “se trata de algo muy personal”. También ha recordado que las mujeres “reciben asesoramiento, tanto si deciden abortar como si no, y cuentan con el apoyo de diferentes entidades que las acompañan”.
“Si las menores de edad tienen el derecho a consentir una operación, dentro de la Sanidad, ¿por qué no van a poder decidir abortar?; ¿y si son mis padres los que me obligan a abortar y yo no quiero?”, dice Soraya.
Las interrupciones en menores no crecieron con la ley
Lo cierto es que las interrupciones de embarazo en adolescentes no crecieron con la ley que hoy cuestionan los populares. Sólo el 3,2 por ciento de las mujeres que abortaron entre la entrada en vigor de la ley (en julio de 2010) y octubre de 2011 tenían 16 o 17 años. Así lo puso de manifiesto un informe de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (Acai), en cuyos centros se realiza alrededor del 95 por ciento de los abortos.
En años anteriores, cuando regía la norma a la que ahora quiere regresar el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, las cifras eran similares. En 2009, las jóvenes de esa edad representaron el 3,8 por ciento de las mujeres que interrumpieron su embarazo, según datos del Ministerio de Sanidad.
Además, según Acai, el 87 por ciento de las jóvenes (un total de 1.035) que decidieron abortar en el período analizado no sólo informaron a sus padres o tutores legales, sino que también acudieron a la clínica acompañadas por alguno de ellos.
Sin embargo, existe un 13 por ciento de esas menores que no pueden obtener la autorización de sus tutores o tutoras legales; ya que son menores que provienen de familias desestructuradas, en riesgo social, que sufren maltrato en el seno familiar o abusos, siendo en algunos casos el propio embarazo consecuencia de ese abuso. O bien menores inmigrantes que están solas en el país y que no pueden contactar con sus familias.
“Eliminar la salida legal que actualmente ofrece la ley a esas mujeres es abocarlas a un posible aborto ilegal, donde evidentemente su salud se verá perjudicada”, asegura la organización de clínicas acreditadas y advierte que este colectivo de menores representa tan solo un 0’41 por ciento del total de abortos, pero que sin duda alguna se trata de un colectivo “altamente vulnerable” y que es tarea de las personas que trabajan con su realidad, pero sobre todo de personas que legislan, “no obviar legalmente sus circunstancias”.
Motivaciones ideológicas
Los datos demuestran que no existe justificación para la reforma que propone el Gobierno. Por tanto, asegura Justa Montero, portavoz de la Asamblea Feminista, “se trata de un tema ideológico, un guiño al sector más retrógrado de la ultraderecha, votantes del PP”.
"En el fondo hay una idea muy arraigada de negación de la sexualidad y autonomía de las jóvenes y contraria a la libertad de las mujeres”, ha expresado.
La feminista vaticina dos tipos de recortes. Uno, relacionado con las modificaciones que puedan darse en el texto legal, lo cual es “muy preocupante”. Pero también, según Montero, se van a acrecentar las trabas en la aplicación del texto, en la práctica de las interrupciones, con recortes e impedimentos que afectarán a las clínicas, públicas y privadas. “De hecho, esto ya está sucediendo”.
Fotos archivo AmecoPress
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Estado español – política y género – Las jóvenes – Feminismo – Movimiento feminista – Debates – Aborto –legislación y género; 26 enero (12); AmecoPress