El Derecho a la vida reducido a una documentación en regla
Madrid, 03 enero 2012. AmecoPress. En el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) en Madrid, el pasado 20 de diciembre, moría la congoleña Samba Martine, por una meningitis, una enfermedad curable, pero el centro no le prestó la debida atención médica, puesto que carece de enfermería y no se le diagnosticó. Este hecho no solo ha puesto de manifiesto el atropello a los derechos humanos universales, sino también las condiciones en las que pueden permanecer encerradas en estas seudo prisiones las personas sin una documentación en regla.
Sesenta días es el periodo máximo de internamiento para las personas en una situación irregular. Samba llevaba encerrada en el CIE más de 30 días por no tener papeles. Si bien la meningitis que provocó su muerte podría haber sido tratada en un hospital, donde debería haber sido derivada, como así lo estipula el reglamento de la CIE en el caso de las y los internados en situación más grave, no fue así. Además, la falta de una sala en la que separar a personas enfermas de las sanas, pudo provocar más contagios. Como es sabido, la meningitis es una enfermedad bacteriana y virulenta.
La falta de un diagnóstico a tiempo le privó de una atención especializada y del derecho a la vida. No hay adjetivos ni autos jurídicos para calificar este hecho, salta a la vista que el sistema es arbitrario y que no toma en cuenta al ser humano, ni las sucesivas denuncias que ONGs, asociaciones y organizaciones políticas, vienen señalando desde hace más de diez años sobre los CIE en España.
Según el Movimiento Panafricanista la democracia española, en cumplimiento de los acuerdos de la Conferencia Mundial de Durban contra el racismo, tiene que establecer unas relaciones con la ‘comunidad negra’ más allá de las pateras, la violencia y la violación sistemática de los derechos humanos, cuestión que también ha sido denunciada por los propios cuerpos de seguridad del Estado.
Parece ser que una o un inmigrante en situación irregular es el equivalente a ser un humano ilegal, como si olvidáramos que este mundo es uno y para todos y todas. Frente a esta reflexión, vemos como cada día las redadas se incrementan en el metro y barrios como Lavapiés, Usera, Carabanchel, Tetuán, entre otros.
Nueve son los Centros de Internamiento de Extranjeros que existen en España para aproximadamente 2.500 personas. Cada CIE tiene 280 plazas, 40 de las cuales están destinadas a mujeres. En los 60 días que la persona se encuentra encerrada, el Gobierno debe llegar a un acuerdo de repatriación con el país de origen. Si en este tiempo no se logra la persona puede quedar de nuevo en libertad.
Es de justicia que la muerte de Samba no quede impune, pero quien dará la cara si hay solo manos para construir murallas y si ni siquiera hay transparencia en el porcentaje de las personas extranjeras que se logran repatriar tras internarlas en los CIE, puesto que el Ministerio del interior se niega hacer públicas estas cifras.
Fotos AmecoPress.
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Sociedad – Instituciones de Igualdad – Derechos humanos – Legislación y género – Situación Social de las Mujeres - mujeres inmigrantes; 03 enero (12); AmecoPress