“Una víctima de trata no tiene que ser ejemplo de nada”
Madrid, 30 nov (11). AmecoPress. Las jornadas “Trata de mujeres: victimización y revictimización vs. Empoderamiento y resilencia”, que se celebran hoy en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, impulsadas por el Proyecto Esperanza tienen como objetivo generar espacios y canales que ayuden a reflexionar e incorporar al trabajo de profesionales diversos, en contacto con mujeres que han sido objeto de la trata elementos que favorecen su desvictimización.
Marta González, coordinadora de Proyecto Esperanza aclara: “Nos preocupa que, a pesar de que en la última década se han producido avances importantes en España, en muchos sentidos las mujeres que han sufrido la trata, se sigan viendo expuestas a una victimización secundaria por parte de los diferentes actores que intervienen tras la comisión del delito.”
La victimización secundaria tiene lugar cuando, por falta de conocimiento y de sensibilización, no se identifica a las víctimas, ni se las atiende de forma específica, quedando sin respuesta las necesidades que estas plantean.
También se produce cuando prima el interés por la persecución de los autores del delito y por combatir la inmigración irregular sobre la consideración de la trata de personas como una violación de los derechos humanos, en la que los derechos e intereses de las víctimas no ocupan un lugar central.
Asimismo, contribuye a la victimización secundaria el que, por temor a que se produzca un uso fraudulento de los mecanismos de protección, se sospeche sistemáticamente y se cuestione la credibilidad y el testimonio de las víctimas.
Otros aspectos, como el tratamiento de los hechos por parte de algunos medios de comunicación de forma morbosa y amarillista, contribuyen a la estigmatización de las mujeres que han sufrido la trata y no favorecen su recuperación.
La victimización no es azarosa
Myriam Herrera Moreno, profesora titular de Derecho Penal de la Universidad de Sevilla ha explicado en su intervención que “la victimización no es azarosa” y que hay que afrontarla desde distintos puntos de vista.
La profesora ha hablado de tres factores. “La motivación de los agresores”, que “racionalizan” para justificar su conducta y de este modo “anestesian” su conciencia. “Es un factor difícil de cambiar”, ha dicho.
Por otro lado, está la “vulnerabilidad” de las víctimas por razones personales, donde es importante señalar que “no hay víctimas más vulnerables que las revictimizadas y las polivictimizadas”.
Y hay un tercer factor, “la ausencia de guardianes” que incluye la acción que se pueda llevar a cabo desde las fuerzas policiales y de seguridad, pero sobre todo, desde el conjunto de la sociedad.
“Si uno de estos factores se erradica, no es posible mantener la victimización y desaparece el delito”, ha explicado la experta. Por tanto, “podemos evitar la victimización con compromiso”. A juicio de la profesora es necesario superar el “encapsulamiento del individualismo” y la “difusión de responsabilidades”, apuntando hacia la identificación de necesidades y de “mi responsabilidad” para poder intervenir.
Resiliencia frente a Revictimización
Una mujer que ha sufrido la Trata es revictimizada cuando en el contacto con las instituciones (policía, operadores jurídicos, asistentes), los medios de comunicación o con la sociedad, no es identificada, no se da respuesta a sus necesidades, es estigmatizada o culpabilizada.
Una mujer que ha sufrido la trata, que ha sido víctima del delito, es acreedora de derechos y se le debe prestar asistencia y apoyo con independencia de que denuncie o colabore o no con las autoridades.
En ese sentido, Myriam Herrera Moreno ha llamado la atención sobre la necesidad de modificar “nuestra mirada y nuestro emplazamiento frente a estas mujeres: no estamos para censurarlas, ni para juzgarlas, ni para exigirles que sean un ejemplo de nada; tenemos que dar en justicia lo que corresponde y apoyarlas”.
Con estas jornadas se pretende también profundizar en el concepto de Resiliencia como proceso dinámico que depende no sólo de los factores personales de la víctima, sino también de la existencia de un entorno favorable y de que la intervención de los distintos agentes sea capaz de favorecer la autonomía y las condiciones que permitan a la persona desarrollar todas sus capacidades y fortalezas.
Fotos AmecoPress
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Pies de foto: 1) Público asistente; 2 y 3) Myriam Herrera Moreno; 3) Mesa redonda, de izquierda a derecha: Iris Rodíguez, mediadora, Iskra Orrillo, Psicóloga, Margarita García Alemany, educadora y responsable de la revista Voces contra la Trata, Ana Almarza, educadora, y Marta González, Coordinadora de Proyecto Esperanza
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Estado español – Violencia de género – Trata – Mujeres inmigrantes – Derechos humanos; 30 noviembre (11); AmecoPress