“La relaciones familiares pueden ser de un amor-odio continuo”

30 de noviembre de 2007.

Por Julia López

Cultura | Barcelona | Libros



Maribel Alvarez López-Vega, periodista y escritora, publica su cuarta novela


“Los dos miraban el reloj” es el título de la última novela de Maribel Álvarez López-Vega, escritora y periodista, que a través de la relación de un padre y su hijo vuelve a recordar su Oviedo natal y la adaptación a Barcelona, donde sus protagonistas, al igual que ella se trasladaron para iniciar una nueva vida. En esta primera presentación en el Ateneo Barcelonés, Álvarez estuvo acompañada de Josep Maria Loperena y de Odette Pinto.

En la presentación Maribel Álvarez se rodeó de dos personas, amistades de toda la vida, que la conocen muy bien, Odette Pinto, popular presentadora del programa “Las tardes de Odette” que comenzó en la Cadena Ser y después fue a otras emisoras, y Josep Maria Loperena, abogado jubilado y escritor de éxito.

“Estoy contentísima de hablar de Maribel como persona. Soy una convidada de piedra en este acto, porque en un principio ella no previó que estuviera en esta mesa. Somos amigas, y nos conocemos de toda la vida, desde que de muy jovencitas empezamos a trabajar juntas en Radio Juventud, y después seguimos la amistad, pero si no nos hubiéramos encontrado casualmente hace unos meses, a lo mejor no estaría aquí sentada”, comentó Pinto.

“Maribel es una de las personas más acogedoras que conozco, aunque apasionada y cumplidora en su trabajo, siempre tenia unos minutos para charlar contigo y preocuparse por los problemas de los demás. Sin embargo, poco sabíamos de sus problemas para mantener sola una familia de tres hijos. Nunca se quejaba, siempre nos ha brindado esa sonrisa maravillosa que tiene”.

Pinto comenta que le ha hecho gracia la dedicatoria de Álvarez, a Gabriel, su compañero, en las primeras páginas de la novela: “No por serlo, sino a pesar de serlo”, dice. “Bueno, sé lo que quiere decir porque los conozco de siempre. Precisamente, yo le presenté a Gabriel hace muchos años, y desde entonces ha estado con ella, y la ayudó a superar los primeros años tan difíciles y también los actuales, porque como ya sabemos, las que tenemos hijos, los problemas nunca se acaban. Pero Maribel es feliz y ya veis como mira orgullosa a ese niño rubio, su bisnieto, que corretea por la sala. Maribel es una persona que siempre ha sabido lo que quería y lo ha conseguido”.

Por su parte, Loperena también se mostró encantado de acompañar a la escritora en esta nueva aventura literaria. “No estamos ante un best-seller, desde luego, con intriga, aventuras y demás, pero si ante una novela “intimista” que muestra la relación de un padrasto viudo y el que considera como su hijo, en una cena de nochebuena. Poco a poco, conoces y te imaginas todo lo que estas personas viven y han vivido, la atmósfera opresiva de la relación y los dramas vividos juntos. ‘Los dos miraban el reloj’, se lee de una tirada y por supuesto sin mirar el reloj. Resulta ágil y ligera a pesar de su profundidad, del drama humano que explica. Los diálogos y pensamientos son rotundos y esclarecedores, pero la trama es ligera” dijo el presentador.

“Aunque la cena que describe es horrorosa, y hace la vez llorar y reír, pero entra a matar en una historia de dependencia afectiva, una relación antigua de amor-odio. Álvarez no necesita en ningún momento describir a fondo a los personajes, consigue que te imagines lo que ha podido pasar y cómo son. Su relación está marcada por una historia familiar, el mundo de Oviedo en los años 50 trasladado a la Barcelona de esos años. El tema de fondo es la soledad. Ya lo ha dicho alguien que no hay más soledad que la de dos en compañía” continuó Loperena.

“He de reconocer que he puesto mucha crueldad en la relación de estos personajes, una crueldad que aunque no explícita, ahoga cualquier atisbo de ternura entre ambos, pero me lo he pasado muy bien haciéndolo”, explicó por su parte la escritora, quien aseguró que, escribiendo esta novela, se ha sentido más libre que nunca, y que a pesar del drama que transfiere se divirtió mucho en su desarrollo: “He podido dedicarme a escribir en esta última etapa de mi vida, pero escribo porque necesito hacerlo y me lo paso muy bien, para sufrir no lo haría. El final también me ha gustado dejarlo abierto, que cada uno se imagine lo que quiera. Estoy contenta porque he depurado mi estilo al máximo y que en las 130 páginas de la novela esté lo esencial. No he necesitado ni una línea más” aseguró.

Maribel Álvarez, empezó a publicar después de 30 años presentando programas y haciendo doblaje. En “Se parece a Humprey Bogart”, su primera novela y en “Con tres sillas de anea” la ciudad de Oviedo es la protagonista. En “Háblame de Claudia”, la segunda novela, la acción se desarrolla en Ecuador y se inspiró en la historia de uno de sus propios hijos, que actualmente vive allí. En “los dos miraban el reloj”, Oviedo vuelve a ser el marco de la historia: “Un lugar al que siempre vuelvo narrativamente hablando, y en donde están mis recuerdos de infancia. Me vine a Barcelona con 18 años, y una pequeña experiencia como locutora en Radio Oviedo. Ese era todo mi bagaje. Barcelona ha sido todo para mí, el sufrimiento y la felicidad. Tengo hijos, nietos y un bisnieto, tengo una casa, he plantado árboles y he escrito libros, ¿qué más puedo pedir?” concluyó la autora en la presentación de su último trabajo.


Fotos: AmecoPress


Cultura – libros; 30 noviembre (07) AmecoPress

Lo más leído