La Audiencia Provincial de Málaga condena a un policía local por agredir e insultar a una mujer gitana
Madrid, 26 jul. 11. AmecoPress. La Unión Romaní lamenta que todavía existan elementos en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que actúan con “violencia y desprecio de cuanto supone el respeto a los derechos cívicos y ciudadanos” de la comunidad gitana. Sin embargo, celebran una sentencia que ayudará a que otras personas gitanas, que sean víctimas de abusos de autoridad, pierdan el miedo y se animen a presentar sus denuncias.
El 15 de octubre de 2009, el agente, ahora condenado, se dirigió a la mujer, que era conductora de un coche de caballos, para ponerle una multa por obstaculizar el tráfico. Acto seguido, se dirigió a otra parada de coches de caballos donde se encontraba el padre de la mujer, al que requirió la documentación. El hombre se negó a mostrársela, entregándosela posteriormente al otro agente que le acompañaba. El local denunciado le cogió por la camisa y tirando de ella le golpeó en el hombro con el puño. Cuando la mujer se acercó al agente y le pidió explicaciones, éste la empujó bruscamente al tiempo que le decía: “Vete de aquí gitana de mierda”.
La sentencia de la Audiencia de Málaga desestima el recurso presentado por el policía local a quien reprocha “un uso incorrecto del ejercicio de sus atribuciones” y a quien culpa, junto con otro hombre, de ser “parte desencadenante del altercado” y de haber obrado “en reacción iracunda”. En ese sentido, afirma que su comportamiento fue contrario al de su compañero, quien “haciéndose respetar en su condición de agente de la autoridad y respetando los derechos del ciudadano al que requería, instruyéndole de forma educada y debidamente del motivo de la solicitud de identificación, logró el resultado perseguido con su intervención”.
El policía tendrá que pagar una multa de 800 euros por dos faltas de lesiones y una de vejaciones e indemnizar a padre e hija con un total de 625 euros. El hombre gitano también ha sido condenado por una falta leve de desobediencia a la autoridad al pago de 90 euros de multa.
La Unión Romaní recuerda que quienes actúan de esta manera son una minoría pero existen: “Abusan del uniforme que llevan y descargan sobre nuestra gente sus frustraciones personales o sus convicciones racistas”, lamenta Juan de Dios Ramírez-Heredia, presidente de la organización.
Fotografía archivo AmecoPress
--------------------------------
Autonomías – Sociedad – Situación social de las mujeres – Derechos humanos; 26 julio (11); AmecoPress