Las asociaciones de mujeres andaluzas piden un centro donde seguir trabajando juntas

16 de noviembre de 2007.

Por Teresa G. Espejo

Autonomías | Madrid | Instituciones de igualdad



La sede actual necesita rehabilitación y deben desalojarla pero aún no les han propuesto otra ubicación


Las asociaciones de mujeres andaluzas están indignadas con el trato recibido por el Gobierno autonómico pues a principios de año les comunicaron sin previo aviso y por escrito el desalojo del centro Taracea, donde trabajan desde hace quince años, y hasta hoy no han recibido ninguna propuesta para solucionar la situación en la que se encuentran.

Charo Luque, portavoz de la Plataforma 8 de marzo, critica la actitud “despótica” de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social porque desde enero “hemos intentado dialogar, se nos ha obviado, y creemos que es una falta de respeto hacia el movimiento de mujeres que no habrían tenido con otro movimiento asociativo”.

El centro Taracea está gestionado por el Instituto andaluz de la Mujer y ha servido de sede para las asociaciones de mujeres durante años. El edificio necesita una reforma, de ahí que sea necesario desalojarlo, pero mientras se realiza la rehabilitación, el movimiento asociativo no tiene otro lugar donde trabajar y de hecho, cerró sus puertas el día 15 de septiembre.

Según Charo Luque, la Consejería ha trasladado la responsabilidad al Ayuntamiento de Sevilla que propone reubicar en otro edificio a las asociaciones locales, opción que no satisface a la Plataforma 8 de Marzo porque las organizaciones que trabajan en el centro Taracea tienen ámbito provincial o autonómico.

“Las anteriores directoras del Instituto de la Mujer nos habían consultado sobre las obras de remodelación para que en nuevo proyecto de centro tuviéramos cabida, tanto las oficinas del Instituto como las demás asociaciones”, explicó Luque, porque a su juicio es “vital que las asociaciones estemos juntas porque beneficia la creación de redes y coordinaciones”.

En el centro Taracea “hemos conseguido hacer una plataforma de asociaciones de mujeres por el conocimiento y por la convivencia”, agregó Charo Luque, y reclamó seguir trabajando en el mismo lugar porque “perder el contacto que tenemos entre todas es un paso atrás”.

Para la Plataforma 8 de Marzo, el edificio Taracea tiene también un valor simbólico y entiende que las obras de rehabilitación son necesarias; lo que reclaman es continuar trabajando en el nuevo proyecto de centro, “que es inmenso y tiene cabida como lugar de encuentro para las mujeres”, concluyó.


Autonomías- instituciones de igualdad; 16 noviembre (07) AmecoPress

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