“Somos la única organización que trabaja en la defensa de los derechos humanos de las mujeres y de los pueblos indígenas en Bolivia”

16 de noviembre de 2007.

Por Argelia Villegas López

Madrid | Internacional | Comunicación y género



Elena Crespo, directora y fundadora de la Red Ada


La Red Nacional de Trabajadoras de la Información y Comunicación, Red Ada de Bolivia con una incidencia en más de treinta medios de comunicación, está compuesta por cerca de cuatrocientas mujeres y hombres que trabajan en lucha por un periodismo no sexista. Constituye uno de los ejemplos más representativos de la participación política y ciudadana de las mujeres en Sudamérica “donde pasamos de ser las más últimas entre las últimas, a figurar en altos cargos de poder político, lo cual no es un trabajo que hayamos hecho sólo a través de la RED, pero sí contribuimos de manera relevante” declaró Elena Crespo, mujer aymara, directora y fundadora de Red Ada en entrevista exclusiva para AmecoPress durante su visita en España.
Haciendo un recuento desde los inicios de Red Ada, ¿cómo surge la idea del proyecto? y ¿cómo ha logrado mantener sus objetivos y llevarlos a la realidad en estos años?
 
El proyecto se fundó en 1994, tras una serie de talleres que veníamos realizando mujeres radialistas comunicadoras periodistas, sobre temas técnicos. Nos dimos cuenta que era necesario mirar críticamente los mensajes comunicacionales y ahí nos percatamos que muchas de nosotras estábamos difundiendo mensajes que consolidaban la ideología machista patriarcal. A partir de esa crítica nos organizamos y desde la comunicación trabajamos en defensa de los derechos de las mujeres y de los derechos de los pueblos indígenas originarios, trabajábamos en una asociación que reunía a emisoras principalmente llevadas adelante por la iglesia católica, cuando nosotras por primera vez en 1994 poníamos en la mesa de discusión temas como violencia doméstica, evidenciándola desde el ámbito público y no privado, había mucho trabajo por hacer en esos años desde esta visión en la comunicación.
 
Ya son un poco más de diez años trabajando a través de la Red Ada en Bolivia por un periodismo no sexista, así como en el fomento de la incidencia política femenina y la defensa de los derechos humanos de las mujeres, ¿cuál sería el logro más grande que se ha tenido en estos años de trabajo con la población femenina boliviana?
 
Bueno, principalmente nos llena de satisfacción haber contribuido al crecimiento y creación de mujeres líderes y de base, y verlas ahora empoderadas en espacios públicos de poder. Con muchos fallos tal vez ahora en su gestión, pero costó muchísimo lograr llevarlas ahí, ¡imagínate¡ no contar con documentación básica, no saber leer ni escribir, toda una vida humillada, discriminada, de ser la más última entre las últimas, y ahora verlas como ministras, no es un trabajo que hayamos hecho sólo nosotras pero sí contribuimos de manera relevante.
 
Lo segundo es el tema del lenguaje sexista en los medios de comunicación, actualmente somos la única instancia que en Bolivia trabaja en este aspecto, y actualmente ya tenemos el reconocimiento incluso de colegas de medios muy reaccionarios, ahora cuidan al usar el lenguaje, y nos hacen referencia en eventos o somos referencia constructiva para estos temas.
Una lucha feroz para que la población femenina obtuviera representatividad política.
 
En el año 2000 se realizaron reformas legales en Bolivia que favorecieron la incidencia política femenina, todo ello gracias a las organizaciones de mujeres y al movimiento de las organizaciones y militancia de miles de feministas de a pie. Actualmente en Bolivia hay 1,750 concejalas y concejales electos, de los cuales el 17% son mujeres mientras que el 83% son hombres.
 
Uno de los cambios políticos importantes que en Bolivia se prepara es una nueva Constituyente, en la cual de los 255 asambleístas, 168 son hombres.
 
En la Asamblea Constituyente luchamos ferozmente por la “ley de cuotas” que obliga a partidos políticos incluir a las mujeres en un 30% de representatividad para participar en política.
¿Cómo trabaja actualmente la Red Ada?
 
Somos una organización híbrida, tenemos una pequeña ONG que nos permite trabajar los temas que queremos, las compañeras abren espacio desde donde trabajan y de esa forma podemos crear una línea temática y así difundirla, entonces hay una incidencia política conjunta con los medios de comunicación y con otras mujeres indígenas originarias de Bolivia.
 
El trabajo de difusión de mensajes desde los medios de comunicación por un periodismo no sexista sabemos que no lo podemos hacer desde un escritorio, es por ello que a nuestra propuesta se suman dos vertientes muy importantes: estar involucradas con los espacios de las mujeres, pedagógico, político y de reafirmación cultural, y tener todo ello para traducirlo a través del soporte mediático. Recoger contenidos y lo que está sucediendo en ámbitos de poder, y darlo a conocer “en vivo, en terreno”, así como dar presencia a las organizaciones de mujeres en el país.
 
Mujeres excomulgadas por la iglesia
 
¿En el camino recorrido de estos años a qué tuvieron que enfrentarse las mujeres que realizaron el trabajo inicial de Red Ada?
 
En 1996 pusimos como tema de trabajo el aborto y eso fue catastrófico, pues como te decía trabajábamos con emisoras principalmente llevadas adelante por la iglesia católica, el día que abordamos el tema del aborto los curas se reunieron, nos llamaron, nos interpelaron, y nos dijeron que si seguíamos tocando esos temas nos teníamos que ir. Fue muy duro porque debíamos decidir si nos reducíamos a una simple oficina muy pequeñita de género o a quedarnos sin empleo. Nosotras decidimos quedarnos sin trabajo, muchas no tuvimos trabajo, no importó lo que nos costara. Salimos afuera, empezamos de cero, nos dimos cuenta de la necesidad de apoyos económicos, pues no era suficiente lo que nosotras como comunicadoras aportábamos.
 
Hemos conseguido financiación internacional y ahora somos la única organización que trabaja en a defensa de los derechos humanos de las mujeres y de los pueblos indígenas, las investigaciones del feminicidio en el país ya las hemos iniciado, el manejo de la imagen de las mujeres en los medios de comunicación lo abordamos también, ahora estamos acabando un estudio sobre la tenencia de la tierra y mujeres, tras haber apoyado la incidencia política de la población femenina con base en apoyo mediático, logramos interesantes artículos y normativa a favor de las mujeres rurales y derecho a sus tierras.
 
Somos cerca de cuatrocientas mujeres y hombres trabajando en toda Bolivia e incidimos en más de 30 medios de comunicación social asociados a la red. Somos un buen ejército que estamos peleando por un periodismo no sexista, al principio éramos sólo mujeres ahora hay más hombres comprometidos.
 
¿Cuáles son los retos que todavía afronta la población femenina a nivel político y de incidencia social en Bolivia?
 
Mira, actualmente estamos trabajando en el tema del feminicidio, y ya lo hemos agendado, y hemos puesto en mesa de trabajo. Aún no lo tenemos muy acabado, definitivamente como en todas partes las mujeres somos muy diversas por lo que, algo con lo que estamos trabajando en este momento y se presenta como un gran reto; es cómo llenar de contenido propio el movimiento feminista en Bolivia, porque gran parte de su ideología se ha quedado mucho en las élites, en mujeres de clase media, y ha perdido su esencia política, el discurso no se ha remozado, no se ha renovado.
 
Para actuar de manera conjunta en temas que nos interesan a todas las mujeres se atraviesan estos problemas, y es más notorio cuando las feministas trabajan con la población femenina indígena, y nosotras ahí estamos como bisagra, conocemos a las compañeras feministas y sabemos de sus buenas intenciones, también sabemos de sus debilidades, queremos ahora preparar un espacio totalmente transparente y honesto de conversación de mujeres indígenas y feministas, y no feministas también, estamos trabajando por un espacio donde conjuntamente podamos encontrar temas en común y lograr estrategias políticas de manera conjunta.
 
Nos mimetizamos, nos perdemos con los movimientos sociales porque vemos que hay que cambiar cosas estructurantes. En Bolivia de diez mujeres, nueve padecen violencia, y cuatro de cada diez son víctimas de violencia sexual.
 
Al año, 650 mujeres mueren a causa de precaria atención en salud sexual y reproductiva, y de ellas el 25% muere a causa de cáncer cervicouterino, mientras que en los últimos cinco años el 40% de los embarazos no eran deseados. A diario se realizan entre quince y veinte abortos clandestinos, en los cuales muchas mujeres fallecen, como pueden ver compañeras hay mucho trabajo por hacer en mi país.
 
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Fotos AmecoPress. Pies de foto: Elena Crespo
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Internacional – comunicación y género-entrevista; 16 noviembre (07) AmecoPress

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