Tertulia en la Biblioteca Nacional

El despertar de la bella durmiente, la otra historia

17 de marzo de 2011.

Por Silmar Jiménez

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Madrid, 17 Mar. 11.AmecoPress. ‘La verdadera historia de la Bella Durmiente, el papel de la mujer en los cuentos infantiles’ fue el tema de la tertulia organizada por la fundación Ellas Crean que tuvo lugar este 16 de marzo en la Biblioteca Nacional y que contó con la participación y comentarios de la Académica de la RAE Ana María Matute y el escritor Antonio Rodríguez Almodovar.

Luego de relatar el viaje de la princesa que durmió cien años y el príncipe que la sacó del hechizo mientras la lleva a su reino, -parte de lo que se conoce como “la verdadera historia de la bella durmiente” de Charles Perrault-, el narrador recibe una carta de la protagonista donde ella le cuenta, de manera muy peculiar, cómo ha sido su vida desde el momento de su nacimiento y, la adquisición de los dones concedidos por las hadas, hasta que es víctima de la maldad de una suegra.

Así comenzó la tertulia organizada por la organización Ellas Crean, en la continuación de los eventos conmemorativos del Día Internacional de la mujer. La princesa en cuestión, relata desde un punto de vista actual y sin cortapisas su relación con unas hadas que le concedieron dones que no pidió, pero que eran “importantes dada su condición de princesa”; la toma de decisiones sobre su vida por parte de su padre, el Rey Sol, hasta su matrimonio y posterior vida junto a una suegra edípica que intenta comerse a sus nietos y nuera mientras su hijo, el príncipe, está en la guerra, situación ésta que hace que la princesa “despierte realmente al enfrentarse a la maldad de su suegra” como aseguró Ana María Matute durante la tertulia.

Las personas expertas que participaron en el evento, partieron de la degeneración del cuento que nace en la tradición oral de los pueblos y que a través de las diferentes versiones va siendo tergiversado, ya que siempre se busca adaptarlo a las concepciones de valores que prevalecen en la sociedad y a lo que “deben o no deben saber los niños” como público objetivo de las historias de los cuentos infantiles.

Matute destacó que el error ha sido cambiar el sentido de las historias en la imposición de valores y a partir del cambio, inclusive del lenguaje que se utiliza en los cuentos. “Se pueden cambiar los personajes, el ambiente, pero sin cambiar la esencia de lo que establece la tradición oral”.

A este respecto, se hizo referencia a las versiones de Walt Disney como la distorsión de las historias por faltarles la naturalidad de las versiones provenientes de la tradición oral.

Fotos AmecoPress

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