Las mujeres de Burundi desprotegidas frente a las violaciones
Descubrí que mi esposo había violado a nuestra hija de ocho años. Me dijo que, puesto que la niña era su hija, podía hacerlo otra vez si quería.
Madre de una víctima de violación
Amnistía Internacional y ACAT-Burundi (Acción de los Cristianos para
"Lamentablemente, las alarmantes estadísticas sobre violaciones en Burundi representan sólo la punta del iceberg, pues no incluyen a las mujeres que no tienen acceso a centros médicos tras la agresión –afirmó Royer–. Un número incontable de mujeres y niñas sufren en silencio."
Los fallos sistémicos del sistema de justicia han creado un clima en el que las víctimas de violaciones están menos dispuestas a emprender actuaciones penales o tienen menos capacidad para hacerlo. El sistema falla sobre todo a las mujeres que viven en las zonas rurales, que a menudo no saben cómo iniciar actuaciones judiciales y no suelen tener fácil acceso a la ayuda psicológica y médica que prestan algunas organizaciones no gubernamentales que trabajan en Burundi.
Además, las mujeres suelen ser estigmatizadas por sus comunidades si hacen pública la agresión que han sufrido, lo que muchas veces hace que mantengan en secreto su sufrimiento y afronten solas las consecuencias de las violaciones.
"En muchas comunidades existe habitualmente la falsa idea de que la violación es culpa de la víctima, un resultado de la conducta de la víctima o de la ropa que viste –declaró Royer–. Esto no podría estar más lejos de la verdad, y el gobierno y las comunidades locales deben apoyar a las mujeres que han sido víctimas de estas violaciones de derechos humanos."
"La violencia contra las mujeres es una violación de los derechos humanos que no se puede tolerar. La violación es un crimen. Sus autores deben comparecer ante la justicia y las autoridades deben ofrecer a las víctimas ayuda y una indemnización", concluyó Royer.
------------------------------------
Comunicados – Situación social de las mujeres – 9 octubre, 07 (AmecoPress)