La memoria del hielo: el clima desde nuestros antepasados hasta el futuro
Valérie Masson-Delmotte, ingeniera paleoclimatóloga es, a pesar de su juventud, 35 años, una de las más reconocidas investigadoras a nivel internacional sobre el cambio climático. Su especialidad: averiguar el pasado de la humanidad a través de analizar grandes trozos de hielo procedentes de los polos terrestres.
Invitada en Barcelona, para dar la conferencia titulada “Los climas del pasado en la memoria del hielo”, se trataba de la penúltima conferencia del ciclo organizado por la Caixa de Catalunya en el salón de actos del popular edificio de Gaudí, La Pedrera.
Valèrie Masson-Delmotte habló en un lenguaje accesible y directo, ante una audiencia de unas 200 personas. No parecía fácil hacer entender a todo el mundo la complejidad de la investigación de los trozos de hielo obtenidos por excavaciones de hasta
Su intervención se centró en la inédita y rica información que facilitan los registros de hielo (ice cores) sobre la evolución del clima en el pasado y su relevancia para los cambios climáticos del futuro. Masson-Delmontte al iniciar su conferencia invitaba a los presentes a iniciar un viaje en el tiempo en “nuestra maquina del clima, hacia los polos y echar un vistazo al futuro.
Una científica interesada por el intercambio entre laboratorio y público
Masson-Delmotte concedió una entrevista en exclusiva a AmecoPress, en la que habló de su pasión por la divulgación científica: “Estoy especialmente interesada en favorecer un contacto directo entre el mundo de la investigación y
-Usted ha explicado que el impacto de las actividades humanas ha acelerado el ritmo de los ciclos naturales, y por lo tanto es muy difícil prever cuando habrá cambios fundamentales en el planeta
En la investigación que yo hago lo fundamental es averiguar como funciona el clima, y las variaciones que hubo en el pasado, para comprender que puede pasar en la actualidad con el cambio climático y el efecto invernadero en la temperatura de
- Usted es muy joven, y sin embargo, es una reconocida investigadora internacional. ¿Cuando empezó a interesarle la investigación de la “memoria del hielo”?
¡Oh! No tengo la culpa de ser joven… Desde niña me interesó la arqueología y la historia de la humanidad, pero no sabía que me dedicaría a esto. En el instituto me empezaron a interesar las noticias sobre el cambio climático y el efecto invernadero. Me guardaba los artículos que leía. Cuando tenía 15 años, guardé como un tesoro un artículo de una revista científica, sobre las posibilidades de información que se podía obtener de las capas de hielo de los polos terrestres. Después estudie ingeniería, y cuando acababa la carrera se me ocurrió que podría hacer la tesis doctoral sobre el tema que hablaba aquella revista y escribí a sus autores. Tuve la suerte de que me recibieron, me animaron y empecé a investigar.
-¿Cree que en los países del área europea se promociona la investigación de los científicos y de las científicas más jóvenes? ¿Como ve esta investigación en Francia?
En Francia se promociona la investigación, se dan becas… pero pocos tenemos contratos fijos Una vez trabajas en un laboratorio o en una institución oficial, tienes posibilidades de compaginar tus objetivos profesionales y tu vida personal. En nuestro equipo hay muchas mujeres y muy buen ambiente de trabajo. Lo que sentimos es que la sociedad no entiende muy bien nuestro trabajo. Muchas personas siguen percibiendo el avance científico como algo peligroso, y no como un factor de progreso social. Lo que sabe sobre la ciencia proviene de los medios de comunicación, y normalmente no se entienden bien las cosas, y se sacan conclusiones alarmistas. Nuestra voz y nuestros argumentos suelen quedar silenciados. Tenemos pocas posibilidades de explicarnos públicamente.
- En su experiencia personal ¿el hecho de ser mujer le ha favorecido o no para obtener la confianza de sus jefes?
Yo he tenido mucha suerte. Estoy trabajando desde muy joven en lo que me gusta. Estoy casada con un científico que trabaja en el mismo laboratorio –aunque ahora viaja más que yo, ahora está en Groenlandia–; la verdad es yo últimamente hago más trabajo de investigación en el laboratorio, y así puedo estar más cerca de mis hijos de 6 y 9 años, aunque sigo haciendo viajes para hacer reuniones o dar conferencias en casi todo el mundo.
La verdad, es que no me he sentido especialmente discriminada, aunque sí reconozco que he sufrido algún tipo de paternalismo por ser mujer y joven. Pero estoy convencida que, en general, las mujeres científicas lo tienen mucho peor que sus compañeros. Al principio cuando acaban sus estudios están entusiasmadas con la investigación y dedican todo el tiempo a sus proyectos, pero al cabo de unos años la mayoría optan por dejarlo, y dedicarse a su familia u a otras cosas. Quizás porque les resulta difícil compaginar su vida personal o porque reciben menos ayudas para continuar la investigación… Es así.
-¿Por qué cree que las mujeres se dedican menos a la investigación científica y técnica que los hombres?
En general no se promociona
-Supongo que usted pretende concienciar a la población mundial, y sobre todo a los gobernantes, de que cada persona individual y cada país, puede hacer algo para que los efectos del cambio climático no sean realmente tan trágicos a corto y a largo plazo.
Creo que tengo la obligación de transmitir lo que estamos aprendiendo al público en general, pero sobre todo tendríamos que establecer un diálogo más directo con las autoridades y los políticos, que son los que pueden empezar a tomar medidas para que la acción humana no sea tan destructiva con
- Usted formó parte de un equipo de investigación en Groenlandia. ¿Es muy duro trabajar en un país tan frío?
¡Ojala pudiera volver! Solo estuve dos meses en Groenlandia, y participé en la extracción de testimonios de hielo. Fue muy duro, pero me gustaría repetirlo. Tenía que estar allí para comprobar in situ como funciona la sofisticada tecnología que utilizamos para introducir unos tubos en el hielo a más de
- Usted también ha destacado como divulgadora científica de nuestra realidad ambiental, a la vez que diseñadora de carteles y exposiciones. ¿Esto también forma parte de su trabajo cotidiano o es una afición?
A mi me gusta tanto lo que hago, que no sé distinguir entre trabajo y afición. Tampoco hago siempre lo mismo, ni estoy siempre encerrada en el laboratorio. Quizás el crecimiento de mis hijos me ha impulsado a tratar de explicar la ciencia de una manera accesible para
-¿Puede hablarnos de algún otro proyecto que esté desarrollando o a punto de iniciar en este Año Polar Internacional?
En Groenlandia y gracias a las acciones del año Polar Internacional, vamos a desarrollar el proyecto NEEM, y esta vez sí que intentaré ir. Ya se ha empezado a construir un campamento, al estilo del que existe en
- ¿Qué aconsejaría a las y los jóvenes investigadores a los que tanto les cuesta sobrevivir con las becas?
Ya sé que es muy difícil sobrevivir con becas, pero que no se desmoralicen, ni desanimen. Que investiguen a fondo sobre lo que les gusta. Sobre todo, que no se limiten a trabajar en su ciudad o en su país, que muevan contactos, que viajen y que estén al tanto de proyectos internacionales… También es necesario hacer mucho trabajo de divulgación y quienes mejor pueden comunicar sobre los avances científicos, son los jóvenes investigadores que también suelen dominar mejor las tecnologías de la comunicación.
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Fotos: AmecoPress
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Entrevista – Sociedad – Voces de mujeres – 19 septiembre, 07 (AmecoPress)
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