Violencia contra mujeres periodistas

10 de febrero de 2010.

Por Alejandra Waigandt

Medios de Comunicación | Internacional | Derechos humanos | Comunicación y género | Violencia de género | Buenos Aires



7 perdieron la vida y unas 50 fueron víctima de violencia de género en 2009


Buenos Aires, 10 feb. 10. AmecoPress/Artemisa.- El año pasado unas 50 trabajadoras de medios de comunicación de distintas partes del mundo fueron víctimas de violencia de género. Otras 7 perdieron sus vidas. Filipinas fue el país más mortífero. Las intimidaciones fueron especialmente cruentas en República Democrática del Congo y México. En Argentina también se registraron amenazas de muerte y violencia laboral.

En diferentes regiones del mundo las periodistas son atacadas debido a su género, sobre todo cuando trabajan por los derechos de las mujeres y en países castigados por las guerras. El 2009 fue un año especialmente mortífero, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), ya que unas siete trabajadoras de medios perdieron sus vidas mientras practicaban su profesión.

Natalya Estemirova fue secuestrada y baleada en Chechena, Uma Singh apaleada salvajemente en Nepal, María Eugenia Guerrero violada y asesinada a golpes en Ecuador, y Marife Montano, Neneng Montaño, Leah Dalmacio, Gina de la Cruz y Marites Cablitas masacradas en Filipinas. La matanza de estas periodistas más 25 colegas masculinos cuando cubrían las elecciones en la provincia filipina de Maguindanao, fue el evento más letal para la prensa en la historia del CPJ.

En el mismo periodo alrededor de 50 periodistas mujeres sufrieron diversas formas de intimidación: amenaza de muerte, secuestro, golpizas, abuso sexual, arresto, acoso judicial y moral, todas atrocidades para silenciarlas. La mayoría de estas trabajadoras se encuentran desprotegidas, y de acuerdo a Intercambio Internacional por la libertad de Expresión (IFEX por sus siglas en inglés), en muy pocos casos se identificó y procesó a los agresores.

La congoleña Caddy Adzuba, de 28 años, ha recibido por lo menos cinco amenazas de muerte desde septiembre del año pasado. La última advertencia fue por mensaje de texto: ’Habéis adoptado malos hábitos metiéndoos en lo que no os importa (...). Vais a morir para cerraros la boca’. Adzuba viene denunciando la extrema violencia de género que ejercen militares contra las mujeres de República Democrática del Congo. Se producen unas 40 violaciones diarias y ha sido señalada por la CPJ como una de las regiones más peligrosas de África para las y los reporteros.

La joven viajó a España, pero necesita un visado para ponerse a salvo y ausentarse un tiempo de su país. La Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG), integrada por 17 países, salió a reclamar protección para Adzuba, y en enero solicitó la intervención del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, puesto que la congoleña trabaja para Radio Okapi, una emisora de la Misión de Naciones Unidas en dicha región. También es fundadora de la Red Un Altavoz para el Silencio, compuesta por asociaciones de mujeres de medios de comunicación. En nombre de Caddy Adzuba fue incluido en la nómina sobre trabajadoras de medios intimidadas mientras practicaban su profesión, que publica IFEX.

Amenazada en Argentina

En el listado de IFEX figura una periodista argentina, la conductora de televisión Mabel Carrizo, que fue amenazada de muerte en Salta por informar asuntos de interés público en el noticiero central del canal de cable Video Tar de la ciudad de Tartagal.

Carrizo fue hostigada por primera vez en julio del 2009 por divulgar circunstancias que complicaban al intendente tartagalense Sergio Leavy, pero volvió a ser amenazada en octubre tras informar una estafa perpetrada por José Alberto San Millán, asesor del gobernador de Salta Juan Manuel Urtuby, según el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA).

La última intimidación llegó de parte de un dirigente político. ’Yo te quiero decir que no andés sola, te quieren hacer daño a vos’, le dijo en persona el ex funcionario, cuyo nombre figura en la denuncia realizada por la periodista el 16 de octubre en la Policía. Un día después, su colega Julio Marín, recibió una llamada telefónica donde una voz masculina advirtió: ’Te aclaro que recibí 50 mil pesos para matarlos a vos y a Mabel’.

La violencia de género también se ejerce en el interior de los medios de comunicación para acallar reclamos en torno a las condiciones de trabajo, tal como sucedió en la redacción del Tribuno en Salta. La periodista Melina Sola fue despedida el 16 de diciembre del 2009 sin ninguna causa y atacada verbalmente cuando se resistió a abandonar el lugar.

Dos día antes Sola había reclamado mejoras laborales con el apoyo de Alejandra Paredes, secretaria general del sindicato de periodistas FATPREN, cansada de la explotación laboral que venía soportando desde hacía un año. El día de la cesantía, dos guardias enviados por el apoderado del medio Jesús Vilariño intentaron desalojar a Sola y a la gremialista Paredes. En ese momento Vilariño se comunicó telefónicamente con la sindicalista y amenazó: ’Señora la voy a hacer cagar y las voy a matar a las dos si siguen hablando’.

El despido sin motivos bajo amenazas de violencia y muerte fue rápidamente repudiado por La Red de Periodistas de Argentina (PAR), a través de una carta pública enviada al propietario del Tribuno y senador nacional Juan Carlos Romero. Allí se denuncia que el comportamiento de Vilariño ’configura el clásico patrón violento de quines todavía creen que las trabajadoras que reclaman sus derechos deben ser amenazadas, golpeadas, y aún asesinadas (...)’, y se exige su cesantía.

Esta Red integrada por 130 periodistas con visión de género, sigue los casos de Melina Sola, Mable Carrizo y la tucumana Roxana Bazán. Esta periodista que trabajaba para Cadena 3 denunció judicialmente al responsable de la empresa local Esteban Migliazzo ’por una presunta tentativa de extorsión, amenaza, maltrato laboral y personal’, tal como se describe en un comunicado de PAR. Migliazzo presionó a Bazán para que entregara parte de su sueldo al medio bajo amenaza de despedido, hecho que finalmente ocurrió el pasado 8 de enero, después de que la trabajadora tucumana se opusiera a la situación de extorsión.

Otras formas de intimidación

El arresto y el procesamiento judicial también son utilizados por los victimarios para restringir la libertad de expresión de las periodistas. En México Lidia Cacho publicó un libro sobre pornografía infantil en 2005 y fue demandada por difamación y liberada de los cargos recién en 2007. Antes de que su caso sea judicializado, fue arrestada y maltratada por las fuerzas de seguridad. Pero el hostigamiento no cesó. Cacho comenzó a recibir amenazas de muerte en febrero de 2009, que continuaron en mayo de ese mismo año, según informó el Comité de Escritores en Prisión de PEN Internacional (WiPC, por sus siglas en inglés).

De acuerdo al CPJ, México es uno de los países más peligrosos del mundo para quienes ejercen el periodismo, de hecho fueron asesinados 20 periodistas varones entre enero de 2009 y el mismo mes de 2010, y ninguno de estos crímenes fueron debidamente investigados o castigados.

La última situación de violencia ocurrió el miércoles 27 de enero, cuando quemaron un vehículo de la Organización Impulsora de Radio (OIR) y dejaron un papel con la advertencia de que también quemarán a las y los periodistas de Sinaloa, noroeste de México.

El año pasado también fue amenazada de muerte María de los Ángeles Hernández, columnista del periódico Política y el diario digital Al calor político, mientras que María Esther Aguilar Cansimbe se encuentra desparecida desde el 11 de noviembre. Aguilar trabaja para el periódico El Diario de la localidad de Zamora y es corresponsal del diario regional Cambio de Michoacán, donde publicó artículos sobre corrupción local y crimen organizado.

Guatemala es otro país peligroso para las trabajadoras de prensa. Según IFEX en 2009 fueron intimidadas la directora del Periódico Sylvia Gereda y la columnista de Prensa Libre y defensora de derechos humanos Marielos Monzón. En tanto, Marta Díaz Durán, columnista de Siglo Veintiuno, fue demandada por difamación por parte del vicepresidente Rafael Espada. La periodista informó que el funcionario del Ejecutivo nacional se había reunido con el abogado Rodrigo Rosenberg una semana antes de su asesinato, hecho que causó una profunda crisis. Pero sin duda el mayor número de atrocidades contra las trabajadoras de medios se comenten en las regiones de Asia y el Pacífico, África y Medio Oriente.

En ese marco IFEX instó a los gobiernos del mundo y los propietarios de medios para que brinden protección a las mujeres periodistas, y solicitó inversiones en capacitaciones en género para que se pueda informar libremente sobre los derechos de las mujeres. Asimismo exigió que se investiguen a fondo los casos en que las periodistas fueron víctimas de violencia de género para que sus atacantes y asesinos sean sometidos a justicia.

Foto: Archivo AmecoPress. La periodista mexicana Lidia Cacho y la congoleña Caddy Adzuba.

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Internacional – Medios de Comunicación – Comunicación y género – Violencia de género – Derechos humanos. 10 feb. 10. AmecoPress/Artemisa

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