Movilización contra el feminicidio en el Congo
Cuarenta mujeres son víctimas diariamente de la violencia de Estado en la República Democrática del Congo. Las víctimas, de edades comprendidas entre los cinco meses y sesenta años están siendo violadas sistemáticamente en lo que ya se considera como una de las barbaries más espeluznantes que se están viviendo en esta región africana. En Francia, se acaba de constituir un colectivo de ONG feministas para exigir el fin de esta violencia hacia las mujeres y luchar contra la impunidad de los agresores.
Recientemente, varias asociaciones feministas y de defensa de los derechos humanos se han reunido en París para crear un colectivo en la República Democrática del Congo con el fin de denunciar y luchar contra las agresiones sexuales ejercidas sobre las mujeres y las niñas. La situación no es nueva en la región que lleva sufriendo desde hace años una serie de conflictos armados. Actualmente, los ataques entre las fuerzas armadas y los rebeldes al mando del ex general tutti Laurent Nkunda están localizados en la provincia de Kivu, situada en el noreste del país y es precisamente en esta zona donde se ha acrecentado la violencia sexual por los combatientes.
Zona rica, peligrosa y olvidada
La región de Kivu , situada en el corazón de los grandes lagos, es una zona muy rica en minerales estratégicos como diamantes, oro, cobre y entre los que destaca de manera preferente el coltán que resulta imprescindible para la fabricación de teléfonos móviles y MP3. La lucha por el control de sus minas ha desplazado a los grupos armados hasta este lugar así como los puestos fronterizos. También los países vecinos quieren su trozo de pastel y como resultado final está el enriquecimiento de empresas internacionales y de gobiernos extranjeros. La zona se ha vuelto peligrosa e intransitable para sus habitantes, de ahí que 250.000 personas no saben donde refugiarse y deambulan sin cesar por todas las carreteras.
Feminicidio
En este contexto, las violencias sexuales han aumentado de manera dramática al igual que la utilización de los niños en los combates. Desde 2002, organizaciones que trabajan por los derechos humanos, vienen denunciando el “horror persistente de violación y de otras formas de violencia sexual”.
Son muchas las asociaciones que desde años están haciendo informes en los que denuncian la violación sistemática de los derechos humanos ante la impasibilidad de la comunidad internacional. Amnistía Internacional, Oxfam, Human Rights Watch son algunas de ellas.
En julio de 2207, Yakin Ertürk, reportera especial del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas se encargó de analizar las causas y las consecuencias y tomar medidas ante esta situación de violencia ejercida hacia las mujeres. La misión que efectuó en la región puso al descubierto “que la violencia sexual es algo muy corriente y está cometido de manera indistinta por los grupos armados, por las fuerzas armadas de la RDC, por la policía nacional congolesa y por los civiles. Al termino de la misión, la Sra. Ertürk denunció estas atrocidades sexuales como:”la peor crisis que he conocido jamás”.
En su informe ya puso de manifiesto que la situación en el sur de Kivu era alarmante y requería de una intervención inmediata, añadía que “desde hace diez años, mujeres, niños, chicas e incluso abuelas son sistemáticamente sometidas a violaciones colectivas brutales, a menudo realizadas delante de su propia familia o de la comunidad entera. En numerosos casos, los hombres de la familia son obligados mediante la amenaza de un arma a violar a su propia hija, su madre o su hermana.
“La atrocidades perpetradas por los grupos armados son de una brutalidad inimaginable. La violación y la esclavitud están en el corazón de estas atrocidades que acaban en la destrucción física y psicológica completa de las mujeres, con todas las consecuencias que esto entraña para el conjunto de la sociedad. Después de la violación es frecuente que los torturadores disparen el fusil en el aparato genital o las apuñalen en esta parte de su cuerpo”.
Las francesas y congoleñas se movilizan
Ante esta situación donde se pone de relieve el fracaso del derecho internacional, a iniciativa del colectivo feminista francés Ni putas, ni sumisas se ha constituido una plataforma a la que se han adherido otros colectivos defensores de los derechos de las mujeres y los derechos humanos con el fin de implicar y reforzar a todos loa actores de los movimientos sociales con vistas a coordinar una acción más ofensiva a nivel nacional, europeo e internacional contra la violaciones efectuadas en toda la Republica Democrática del Congo.
Por otro lado, las mujeres congoleñas no han cesado de pedir apoyos para luchar contra estas atrocidades. Ellas han participado en la Conferencia por la Paz, la Seguridad y el Desarrollo en las provincias de Kivi norte y Kivi sur, donde lanzaron un grito alarmante hacia la comunidad internacional para denunciar estas atrocidades que se están cometiendo actualmente al este del Congo. Asociaciones de mujeres de esta región han iniciado la Campaña de Mujeres Congoleñas contra las violaciones sexuales en RDC. Pretenden que “el cuerpo de la mujer deje de ser un campo de batalla, que la violencia sexual deje de utilizarse como un arma de guerra y para que las congoleñas y los congoleños encuentren su dignidad y puedan vivir en paz”.
Con esta Campaña lanzan también una petición: “para que la guerra en el Congo deje de hacerse sobre el vientre de las mujeres y las niñas”.
Internacional-Derechos humanos-Violencia en conflicto armado-Movimiento feminista; 14 enero (08) AmecoPress