El mundo debe garantizar los derechos sexuales y reproductivos
Madrid, 11. abr. 19. AmecoPress.- Ayer se presentó en Madrid el informe ‘Estado de la Población Mundial 2019’ del Fondo de Población de las Naciones Unidas (en inglés, UNFPA) con la intención de analizar la situación actual y hacer un balance de ella para poner solución a sus deficiencias. Luis Mora, director del Área de Género, Derechos Humanos y Cultura del UNFPA, se encargó de explicarlo en colaboración con Nuria Carrero, del Departamento de Cooperación Multilateral, e Isabel Serrano, de la Federación de Planificación Familiar Estatal.
El movimiento mundial en favor de los derechos reproductivos que se inició en la década de 1960 transformó las vidas de cientos de millones de mujeres, a las que empoderó para regir sus propios cuerpos y forjarse su propio futuro. Sin embargo y pese a los avances en los últimos 50 años, aún queda un largo camino por recorrer hasta que todas las personas del mundo puedan reclamar sus derechos y libertad de decidir, como se afirma en el informe ‘Estado de la Población Mundial 2019’, publicado ayer por el UNFPA.
En el informe de este año aparecen varios logros importantes desde 1969, cuando el UNFPA comenzó sus actividades como primer organismo de las Naciones Unidas dedicado al crecimiento demográfico y a las necesidades en materia de salud reproductiva. También es el 25 aniversario de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) de 1994 celebrada en El Cairo, cuando 179 gobiernos reclamaron que se facilitara el acceso de todas las personas a la atención global de la salud reproductiva, en especial a la planificación familiar voluntaria y a los servicios de embarazo y parto seguros.
Como ejemplos, en 1969, el promedio global de nacimientos por mujer era de 4,8 frente a 2,9 en 1994 y 2,5 en la actualidad; la tasa de fertilidad en los países menos desarrollados cayó de 6,8 en 1969 a 5,6 en 1994 y 3,9 en 2019; y el número de mujeres muertas por causas relacionadas con el embarazo ha disminuido desde 369 por cada 100.000 nacidos vivos en 1994 hasta 216 en 2015. Además el 24 por ciento de las mujeres utilizaban anticonceptivos modernos en 1969, frente al 52 por ciento en 1994 y el 58 por ciento en 2019.
Sin embargo, los derechos reproductivos continúan fuera del alcance de muchas mujeres, incluidas las más de 200 millones de ellas que quieren evitar un embarazo pero no pueden acceder a la información sobre anticonceptivos modernos ni a los servicios que los proporcionan.
Por primera vez, en el informe se incluyen datos sobre la capacidad de las mujeres para tomar decisiones en tres esferas clave: relaciones sexuales con su pareja, uso de anticonceptivos y atención sanitaria. De los 51 países que disponen de esta información, solo el 57 por ciento de las mujeres que están casadas o que mantienen una relación pueden tomar sus propias decisiones en los tres ámbitos.
Indicadores demográficos [1]
Cifras y hechos en el informe:
– Número de muertes de mujeres por causas relacionadas con el embarazo por cada 100.00 nacidos vivos, en todo el mundo: 369 en 1994, 216 en 2015.
– Tasa mundial de anticonceptivos modernos: 24 en 1969, 52 en 1994, 58 en 2019.
– El mayor número de necesidades insatisfechas de servicios de salud sexual y reproductiva se registra entre los grupos marginados, incluidos los grupos étnicos minoritarios; jóvenes; personas solteras; personas LGTBI; personas con discapacidad y pobres rurales.
– Se estima que 800 millones de las mujeres que viven en la actualidad se casaron cuando eran niñas.
– En los países en situaciones de emergencia, cada día mueren más de 500 mujeres y niñas durante embarazo y parto.
“Actuar cambia la situación. Por eso, merece la pena”
En la presentación del informe Nuria Carrero comenzó poniendo el enfoque sobre los “los logros que se han alcanzado en todos estos años y lo que queda por hacer”, con una atenta mirada a los desequilibrios aún vigentes. La meta se fija en un “ejercicio pleno de los derechos reproductivos de cada persona sin importar cómo y dónde viven”. Asimismo, la lucha contra la pobreza y la exclusión social debe ser una constante.
Por su parte, Isabel Serrano se hizo una pregunta con una respuesta avalada por los hechos: “¿Podemos mejorar la situación de las mujeres y las niñas? Si nos basamos en la historia, sí podemos”. La intervención tiene unas consecuencias por ello dejó claro: “Actuar cambia la situación. Por eso, merece la pena”.
“Hay que disminuir las desigualdades entre la llamada parte rica y pobre, que también podría llamarse la parte explotada y la parte explotadora”
Serrano hizo un guiño nombrando al movimiento feminista, que se reinició en la época de los 70, cuando se creó el UNFPA, y que consideró importante en la Historia. Pasados 25 años desde la Conferencia en El Cairo, cree que es un buen momento para recordar a los Gobiernos que lo firmaron, “para que lo reafirmen”.
Finalmente, fue Luis Mora quien más se extendió con la intención de explicar la situación actual y el informe redactado. Así, declaró: “No son buenos tiempos para los derechos sexuales y reproductivos”.
A pesar de que el balance del informe es mayormente positivo este año, es cierto que no se debe olvidar lo que hay por hacer. Mora hizo referencia a todo aquello que se formó en El Cairo: la oportunidad de las mujeres para decidir con quién tienen relaciones sexuales, el acceso a los servicios de salud sin autorización de los hombres, el poder de decisión sobre cuántos hijos tener; todas estas mejoras se han ido consiguiendo en distintas regiones a lo largo de los años. Así, la CIPD sería fundamental para la construcción de los derechos de las mujeres contemporáneas. Pero Mora dejó claro que esos avances “han sido desiguales”.
¿Sigue la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo siendo relevante 25 años después?
Para Luis Mora, “sí lo es”. “Una de cada dos mujeres a nivel mundial sigue sin poder decidir acceder a métodos de planificación familiar, servicios de salud sexual, sin poder decidir en sus relaciones sexuales…”. Por ello, “es relevante pero insuficiente”.
La agenda que se nos presenta va a requerir un esfuerzo enorme en relación a emblemas éticos.
En los próximos años nos encontraremos con una revolución científica que va a suponer la posibilidad de una reproducción artificial, con úteros artificiales o trasplante de úteros en aquellos países desarrollados, que contrastará con los países en vías de desarrollo que no puedan acceder a la misma vez a esos avances, y que tendrán otro tipo de problemas, como el pronosticado aumento de la población africana sin apenas tener recursos para dar respuesta.
También, ahora podemos apreciar a fuerzas que ya se opusieron a las afirmaciones de la Conferencia de El Cairo y que ahora toman protagonismo, como podrían ser los movimientos populistas o aquellos anti-elección.
Es por todo ello que se presentan nuevos dilemas y problemas que necesitarán una re-interpretación de las medidas necesarias para garantizar los derechos sexuales y reproductivos para todas las personas en cualquier parte del mundo.
Foto: AmecoPress. Lidia López Hernández
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Pie de foto: 1. Foto en el informe. 2. Indicadores demográficos, creación propia. Datos sacados del informe 3. Presentación. De izquierda a derecha: Luis Mora, Nuria Carrero e Isabel Serrano.
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Internacional - Mujeres del mundo - Género y desarrollo - Derechos humanos - Cooperación - Estudios de género - Salud reproductiva - 11. abr. 19. AmecoPress
[1] :
• Regiones más desarrolladas abarcan las regiones de la división de Población de las Naciones Unidas para Europa, América del Norte, Australia, Nueva Zelanda y Japón
• Regiones menos desarrolladas abarcan todas las regiones de la División de Población de las Naciones Unidas para África, Asia (excluido Japón), América Latina y el Caribe, Melanesia, Micronesia y Polinesia
• Países menos adelantados, según la definición de la Asamblea General de las Naciones Unidas en sus resoluciones los conformaban 47 países (en marzo de 2018): 33 en África, 9 en Asia, 4 en Oceanía y 1 en América Latina y el Caribe. Entre estos países se encuentran Afganistán, Sudán, Yemen, Bangladesh, Guinea o Madagascar, entre otros.