Mismo trabajo, diferente sueldo
Por: Patricia Arriola Ramírez
Madrid, 21 feb. 19. AmecoPress.- Las mujeres ganan de media 13,60€/hora y los hombres 15,94€/hora. Para que haya igualdad, el salario de las mujeres se tendría que incrementar un 17%, según cifras de Comisiones Obreras. ¿Es esto posible?
Rafaela Pastor, Presidenta de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, considera que es necesario un reparto de riqueza en el que se determine que personas con el mismo nivel académico, y el mismo grado de experiencia cobren el mismo salario. Para esta iniciativa se tiene que trabajar en el ámbito privado con el objetivo que mujeres y hombres, reciban una educación que concientice sobre el reparto de las responsabilidades.
Pastor explica que las trabajadoras de ayuda a domicilio no llegan a percibir al mes ni 900 euros por jornadas de trabajo de 8 horas, sin embargo, un peón de albañil, un carretillero, un reponedor o un limpia cristales, cobra al menos mil doscientos euros, por la misma jornada. Esta diferencia promedio de 400 euros, repercute en el futuro de las personas, que reciben pensiones mínimas que no les permite, tener calidad de vida al llegar a la vejez.
“Para entender la desigualdad salarial es necesario revisar los convenios de las empresas del metal, o grandes empresas eléctricas, en donde se paga un bono de peligrosidad por el riesgo de accidente. Sin embargo, cuando una mujer trabaja en casa y utiliza productos nocivos como la lejía, no tienen un bono por el peligro al que se exponen”, sostuvo la especialista, en declaraciones a AmecoPress.
La brecha salarial es un problema que persiste, a pesar de que hace 62 años, la Unión Europea a través del artículo 141, del Tratado de Roma, se comprometió a resolverlo: “Cada Estado miembro garantizará la aplicación del principio de igualdad de retribución entre trabajadores y trabajadoras para un mismo trabajo o para un trabajo de igual valor”.
Irene Marín Luengo es subdirectora general para la Coordinación de la Inspección del Sistema de Relaciones Laborales de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y reconoce que existen muchas dificultades para detectar casos de discriminación salarial.
“Es necesario incidir en la escasez de recursos que tienen los diferentes órganos implicados (trabajadoras y trabajadores, RLT, inspección, jueces) en la prevención, detección y actuación contra la desigualdad y discriminación laboral. Son insuficientes los recursos humanos y materiales de los que dispone la Inspección de Trabajo a la hora de perseguir la existencia de esas brechas”, acota.
Estereotipos laborales
En el año 2006, el Pacto Europeo por la Igualdad de Género adoptado por los líderes de la UE, hizo de la desigualdad salarial de género una prioridad a resolver. Sin embargo, Elena Blasco Martín, Secretaria Confederal de Mujeres e Igualdad en Comisiones Obreras, ratifica que la brecha salarial es muy alta y preocupante, incluso comparada con cifras de antes del 2008. “Antes de la crisis estábamos en un 30% de diferencia, y a la fecha, la brecha es de 29%. La cifra ha cambiado solo en un 0,1”, comenta.
Por su parte, en el acto de presentación del último informe sobre brecha salarial realizado por el sindicato, Irene Marín, dijo que el 74,6 por ciento del total de los contratos a tiempo parcial son de mujeres; si a eso sumamos que en el cómputo total de empleo hay más hombres contratados, este porcentaje es altísimo. El 22,3 por ciento de contratos a tiempo parcial relacionados con la conciliación pertenece a mujeres, frente a un escaso 3 por ciento de hombres. A esto se añade un dato ofrecido en el informe de CCOO: de las 44.000 excedencias por cuidado solicitadas en el último año, el 92 por ciento fueron pedidas por mujeres. Estos datos, muy relacionados con la concepción de los cuidados y la corresponsabilidad, evidencian desigualdades que “no solo influyen en la retribución actual, sino en el futuro”, advirtió.
En el mismo evento, la coordinadora de Seguridad Social de ActivaT Abogados, Anabel Segado Sujar enfatizó en la “falta de transparencia de las retribuciones”. Criticó que las actividades de las que se ocupan las mujeres mayoritariamente –comercio, hostelería, salud, educación, servicios sociales, Ongs- “nos hablan no solo de un modelo productivo sino reproductivo”. “Se trata de poner en el centro la vida”. Para la jurista las consecuencias de la brecha salarial tienen que ver con la violencia machista.
Contrataciones desiguales
El 75% de las mujeres tienen una contratación parcial de forma involuntaria. Asimismo, el 30% tienen contratos temporales y a tiempo parciales, lo que hace que reciban menos dinero. Según Elena Blasco Martín, esto obedece a un fenómeno educacional histórico: “Se considera que la parte retributiva de la mujer es solo un complemento a la vida familiar, pues la mujer ‘supuestamente’ se dedica al cuidado y atención de su familia en buena parte de su jornada, y está dedicada a temas del hogar, y no a su trabajo porque ‘no es el sustento principal de su familia’, lo que es totalmente falso”.
CCOO, ha recibido denuncias sobre lo mencionado. Por ejemplo, en el 2018 se registró casos de discriminación de género salarial en las Islas Canarias y Baleares, en donde camareras de piso (mujeres) que limpiaban las habitaciones de los hoteles ganaban 300 euros menos que los camareros de sala (varones), que realizaban exactamente las mismas funciones. La diferencia en el nombre de la plaza también estaba basada solo en el género.
La Vicesecretaria General de Unión General de Trabajadores (UGT), Cristina Antoñanzas opina que hay varios sectores en los que se supera el 30% de diferencia salarial entre hombres y mujeres, “como en Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares (32,61%), en Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas (32,23%) y en Otros Servicios (31,36%). En el sector de la Hostelería, mayoritariamente feminizado, es donde se dan los salarios más bajos y las mujeres perciben casi 3.300 euros menos que los hombres al año.
Antoñanzas, afirma que “es imprescindible que el Gobierno legisle para reducir la brecha salarial en nuestro país. Es inaceptable que las mujeres suframos discriminación a la hora de acceder a un puesto de trabajo, a la hora de cobrar nuestro salario y a la hora de promocionar en una empresa. Una discriminación que llega hasta casi el 23% del salario y a que lleva a que las mujeres cobremos al año casi 6.000 euros menos que los hombres”.
Cifras exactas
Sobre la medición de las cifras, la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, reclama, que al hacer los porcentajes, y las mediciones en España no se haga “la media” que es la suma de todos los salarios, pero no la realidad. La plataforma andaluza pide que los estudios sociológicos se hagan a “la moda”, para conocer el valor más frecuente con exactitud, pues de lo contrario es imposible conocer los porcentajes reales de brecha.
Recordemos que PALEM comenzó a trabajar en el 2007 para conseguir que se decrete en España el “Día por la igualdad salarial entre mujeres y varones”. En ese entonces, una mujer debía trabajar 54 días más que un varón con su mismo puesto de trabajo para recibir el mismo salario, por lo que se escogió como fecha el 22 de febrero. Sumando los días adicionales que se debían cumplir de forma figurativa, desde fines de año.
Comisiones Obreras agrega que las mujeres tienen una doble discriminación en relación a los hombres sobre el mercado de trabajo en términos de salario: por una parte, las mujeres tienen un salario medio por hora inferior al de los hombres, además de haber más mujeres trabajando a tiempo parcial. De esto resulta un salario medio anual inferior al de los hombres. Por ejemplo, en el 2016 las mujeres ganaron de media 5.793€ menos que los hombres. Esta diferencia se acentúa al tomar en cuenta el contrato indefinido (6.579€). En estas situaciones, el salario medio anual de las mujeres con contrato indefinido tendría que incrementarse el 31%, mientras que el salario medio anual de las mujeres con contrato temporal tendría que incrementarse el 14%.
En la misma línea, el Sindicato Unión General de Trabajadores en su informe anual, argumenta que la desigualdad salarial “sume a las mujeres en la pobreza. De hecho, dos de cada diez asalariadas son pobres, y más de la mitad de las mujeres con empleo son, en el mejor de los casos, mileuristas”.
No olvidemos que la Constitución Española (CE), sostiene que “el principio de igualdad de trato entre mujeres y hombres supone la ausencia de toda discriminación, directa o indirecta, por razón de sexo”. Es por ello, que el Estatuto de los Trabajadores (ET) adecuó su artículo 28 y decretó que “Igualdad de remuneración por razón de sexo. El empresario está obligado a pagar por prestación de un trabajo de igual valor la misma retribución satisfecha directa o indirectamente, y cualquiera que sea la naturaleza de la misma, salarial o extrasalarial, sin que pueda producirse discriminación alguna por razón de sexo en ninguno de los elementos o condiciones de aquélla”.
En el décimo segundo año de la conmemoración del “Día desigualdad salarial entre mujeres y varones”, la brecha continúa y aún queda mucho trabajo por realizar entre la administración, el empresariado, los sindicatos y la sociedad, para su eliminación.
Fotos: Archivo CCOO y archivo AmecoPress.
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Pie de foto: 2) Cifras población asalariada del informe de brecha salarial del CCOO
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Economía - Brecha salarial - Empleo y género - Políticas de Igualdad - Situación social de las mujeres. 21 feb. 18. AmecoPress.