Agresores y víctimas son protagonistas en las soluciones contra la violencia de género
En la lucha contra la violencia sobre las mujeres hay muchos aspectos que tratar. Los y las menores son también víctimas inocentes con quien se debe trabajar para evitar que su universo se convierta en una espiral de violencia al asumir que lo que conocen es lo normal. Por otro lado, el tratamiento de los agresores con el fin de cambiar su salida violenta a la resolución de problemas evitará nuevas agresiones en el futuro. Gran Canaria acoge estos días el debate para encontrar soluciones de aplicación a todos los niveles.
Los próximos días 28 y 29 de noviembre se celebra en Gran Canaria las III Jornadas Estatales sobre Violencia de Género, bajo el título de “Las Múltiples Caras de la Violencia”.
Las jornadas enfocan la problemática desde un punto de vista integral, tratando de no dejar fuera ninguna cuestión clave. En su desarrollo cuentan con un gran número de profesionales especializados en los distintos campos psicológicos en la asistencia a víctimas y agresores. Destaca la intervención de Daniel Antonio Leal González, Coordinador del Departamento Hombre por la Igualdad de la Delegación de Igualdad y Salud del Ayuntamiento de Jeréz de la Frontera, quien aporta ideas bastante nuevas en materia de prevención de la violencia.
En estos días se englobarán cuestiones tanto teóricas como prácticas, pero alejado del discurso político. No se trata de hablar de la Ley Integral, ni de los recursos existentes, si no de definir y compartir la experiencia diaria, la aplicación de medidas necesarias para prevenir, detectar e intervenir, que es en definitiva el camino para tener éxito en esta lucha. “Hablar del aspecto psicológico, de qué puede hacer un psicólogo”, informa Charo Mesonero, Vocal del Área de Psicología Jurídica y Mediación del Ilustre Colegio Oficial de Psicólogos de Las Palmas
Lo primero a tratar será la prevención y la detección de los casos de violencia sobre las mujeres. Es esencial el papel de los profesionales para ayudar a la víctima, quien acude a los servicios de atención primaria con frecuencia como primera vía. Estos servicios son por lo tanto la “puerta de entrada”, dice Mesonero y no puede pasarse por alto esta oportunidad.
“Hay una gran sensibilización a todos los niveles, pero falta formación”, afirma Mesonero. El trabajo de los medios de comunicación, entre otros, ha colaborado con fuerza a la visualización del problema, pero ahora los esfuerzos deben dirigirse a la preparación a todos los niveles de los profesionales para la asistencia a las víctimas y para el tratamiento de los maltratadores.
Las víctimas no son sólo las mujeres. También los niños y niñas que crecen en un hogar con violencia y lo presencian cada día como si fuera lo normal. Es necesario asistir a los y las menores “para que los hijos no tengan ese modelo de relacionarse”, recuerda la vocal.
La lucha contra el maltrato no parte solo de la atención a las víctimas, si no también del tratamiento a los agresores, para conseguir su reinserción social y evitar futuras agresiones. Mesonero cree que “no se da la importancia que merece al tratamiento de los agresores”. La vocal confía en el éxito, en gran medida, de los cursos que se están utilizando con los maltratadores, porque es muy importante cambiar su enfoque para que no reincidan.
Estos cursos se ofrecen como alternativa que exime de ir a la cárcel a quienes han sido condenados a menos de dos años. La asistencia es por lo tanto muy alta, pero su éxito depende de la voluntad del agresor. Mesonero prefiere pensar en positivo, porque al menos con el curso tienen una oportunidad, mientras que tras dos años en la cárcel, lo más probable es que esa persona siga pensando igual. No son enfermos, si no personas con dificultades para enfrentarse a los problemas de ira, que no son capaces de encontrar otra manera de enfrentarse a ella que no sea la violencia. Tienen además ideas distorsionadas de la mujer. De lo que se trata es conducirles a la manera de controlar su propia ira y de cambiar esas ideas, de conseguir una reinserción real.
Estado Español-Violencia de Género; 25 noviembre (08)