Los autobuses nocturnos de A Coruña pararán donde las mujeres soliciten

17 de julio de 2018.

Por Redacción AmecoPress

Autonomías | Madrid | Acoso sexual | Violencia sexual | Legislación y género



Esta medida ya funciona en otras ciudades españolas y pretende que las mujeres reduzcan la distancia que recorren solas de madrugada


Madrid, 17 jul. 18. AmecoPress.- Los autobuses nocturnos de A Coruña se han sumado a una iniciativa simple y gratuita que puede suponer un alivio para muchas mujeres. Desde el domingo 15 de julio los conocidos como búhos podrán detenerse en el punto de la ruta que las pasajeras marquen con el objetivo de dejarlas lo más cerca posible de sus viviendas.

“Sola, borracha, quiero llegar a casa”, es uno de los lemas que más se ha escuchado en los últimos años en las manifestaciones feministas. El recuerdo de las asesinadas que nunca volvieron de una noche de fiesta viene a la mente de todas cuando toca realizar un camino oscuro de noche. ¿Cuántas mujeres hemos mirado hacia atrás cuando caminábamos solas de madrugada? ¿Cuántas hemos renunciado a un turno de noche en el trabajo? ¿Cuántas hemos acelerado el paso, llamado a alguien por teléfono o pedido a otra persona que nos acompañara?

Ahora, los autobuses de A Coruña pararán en el punto de la ruta que las mujeres soliciten para tratar de evitar situaciones de acoso o agresiones sexuales. La iniciativa fue propuesta por el PSOE en el pleno del ayuntamiento y apoyada por todos los grupos. El concejal de Mobilidad, Daniel Díaz, aseguró que se formaría a los conductores para realizar estas paradas.

Para poder solicitar este servicio, la pasajera debe advertírselo previamente al conductor al entrar en el vehículo y sentarse en los asientos delanteros, de manera que ningún otro pasajero conozca previamente dónde se va a bajar. Cuando llegue al lugar deseado, se bajará por la puerta del conductor, que se encargará de vigilar que la parada realizada respete las normas de seguridad vial.

En el barrio en el que se ha estrenado esta medida, O Birloque, solo hay búho los fines de semana. Según declaraban algunas pasajeras al medio local La Opinión de A Coruña, la medida les parece positiva pero insuficiente, ya que muchas trabajan en hostelería y llegan a casa a altas horas de la noche diariamente en estas fechas veraniegas. Faltan autobuses nocturnos el resto de días de la semana.

La iniciativa imita a los servicios que ya se prestan en otras ciudades gallegas como Vigo y en otros puntos del país como Bilbao, San Sebastián y Terrassa, pero tiene algunos debates abiertos.

Existe el peligro de que los puntos en los que las mujeres soliciten la parada no estén habilitados para ello y corran riesgos, como no ser vistas por otros vehículos. Por este motivo, en lugares como Bilbao la concejala del Área de Movilidad y Sostenibilidad, Inés Ibáñez, se puso en contacto con profesionales de la conducción de estos autobuses para distinguir en qué sectores es necesario incluir una parada intermedia en el recorrido y habilitarla para que sea segura.

En Vigo se estudia que otros colectivos puedan disfrutar también de esta iniciativa. Además de mujeres también podrían aprovechar este servicio personas ancianas o con alguna discapacidad, ya que también les ahorraría un importante trayecto de vuelta a casa.

Una medida “paliativa”

Acercar más a las mujeres a sus casas podrá reducir la sensación de miedo que las acompaña en ese trayecto, hacer esa distancia más corta y, por tanto, reducir posibilidades de que sufran cualquier tipo de situación violenta en las calles, pero, ¿es una medida tomada desde la normalización de la cultura de la violación? ¿Vuelven a ser las mujeres las encargadas de cuidarse de no sufrir una agresión?

La experta en violencia de género y derechos humanos Bárbara Tardón considera que se trata tan solo de “una tirita” en el contexto que viven diariamente las mujeres. “Sobre todo Galicia es una comunidad autónoma donde no existe ningún recurso especializado de atención para víctimas y supervivientes de violencia sexual. Tampoco existen políticas públicas para prevenir que se cometan agresiones sexuales o cualquier otra forma de violencia contra las mujeres”.

Para Tardón, no se está viendo “la raíz del problema”, y de esta manera no se podrá garantizar la seguridad de las mujeres. Sin una base que luche contra este tipo de actitudes y que “ponga el foco en los agresores y en la estructura que lo sostiene”, poco va a poder conseguirse. “Es una medida mínima, irrisoria y ridícula en la lucha para combatir la violencia sexual”.

Aun así, reconoce que las paradas de estos autobuses son positivas en este contexto de miedo en el que viven las mujeres. “Todas nos sentimos inseguras a una determinada hora de la noche, en un contexto determinado. El miedo está construido en torno a nuestros cuerpos y la violencia que se ejerce en nosotras”, explica, por lo que considera que puede suponer un alivio para muchas afectadas.

Del mismo modo lo cree Yolanda Besteiro, presidenta de la Fundación de Mujeres Progresistas, que mantiene que este tipo de medidas son necesarias mientras exista la cultura de la violación. "Porque mientras exista, habrá miedo y riesgo real de que ocurran agresiones. No vamos a acabar con ella de la noche a la mañana, así que son precisas estas iniciativas que incrementen la seguridad de las mujeres".

Para Besteiro, todo lo que tiene que ver con las violencias sexuales y la cultura de la violación "acaba de despertarse ahora", con lo que queda un largo camino por recorrer. "Pero todo es conjunto, no puede entenderse con carácter aislado, porque una sola medida puede aumentar la seguridad en un caso concreto pero, en general, para acabar con este tipo de agresiones, no se está haciendo nada".

La presidenta de la FMJ apunta a un paquete global, "lo bueno sería instar a estos ayuntamientos para compaginar estas ideas con educación específica y campañas de sensibilización, educando a los niños en no violar en lugar de a las niñas en limitar su libertad". También hace referencia a formación jurídica para interpretar leyes que también deben ser más estrictas en ese sentido. "Todo ha de construirse conjuntamente".

Foto: Archivo AmecoPress/Pixabay.
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Autonomías – Violencia sexual – Acoso sexual - Legislación y género. 17 jul. 18. AmecoPress.

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