Nicaragua: Mujeres en las trincheras
Managua, 21 jun. 18. AmecoPress/SEMlac.- Casi 200 vidas, cerca de 1.500 personas heridas y decenas de personas lisiadas se ha cobrado la matanza iniciada por el gobierno de Nicaragua el 18 de abril del presente año. En respuesta, hubo un día de paro nacional que detuvo al país el pasado 14 de junio, convocado por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que reúne organizaciones, empresa privada, estudiantes y movimiento campesino, entre otros.
Mientras tanto, cuatro ciudades importantes se encuentran sembradas de trincheras, como una medida de protección ante las incursiones de grupos paramilitares y Policía Nacional que disparan indiscriminadamente en un fallido intento de detener la rebelión iniciada por el movimiento estudiantil espontáneo.
En una sucesión de eventos cambiando rápidamente la imagen de país estable con sociedad apática, se hizo añicos. El periodista del diario La Prensa, Fabián Medina, resume así el desarrollo de la crisis: "Hace dos meses derogar decreto INSS (seguridad social) habría calmado los ánimos. Ortega mató y ya no fue suficiente. Hace un mes adelantar elecciones hubiese calmado ánimos. Pero siguió matando y ya no es suficiente. Ahora su renuncia podría calmar ánimos. Si sigue matando, ni eso será suficiente".
Entre los muertos hay niños y niñas, el monaguillo de la Catedral de León, Sandor Dolmus de 15 años, que junto a su madre y pobladores levantaba una barricada; Álvaro Conrado, quien el primer día del levantamiento pasaba agua a los universitarios atacados con bombas lacrimógenas, y el pasado sábado 16, dos bebés: Matías y Daryeli Pavón, de tres meses y tres años, calcinados junto a su familia, en un incendio atribuido por sobrevivientes y vecinos a la Policía y a turbas de la llamada Juventud Sandinista.
La matanza ha sido dirigida principalmente a jóvenes y la población ha salido en defensa de sus vidas. Al parecer, en un error de cálculo, como señaló el rector Ernesto Medina, la intención era aplastar rápida y sangrientamente la protesta. El 30 de mayo, Día de las Madres, se realizó la marcha más multitudinaria de todas en Managua, la capital, como una forma de honrar a las madres de los caídos en las protestas, por entonces unos 80. Jóvenes.
No obstante, el ambiente de fiesta cívica en el que participaban familias con bebés en carritos, personas ancianas o en sillas de ruedas, niñas y niños vistiendo trajes típicos, cambió las sonrisas por los gritos cuando fue atacada por francotiradores y grupos paramilitares afines al gobierno. Más de 50 personas resultaron heridas tras el ataque.
Ante el recrudecimiento de la represión, las mujeres que ya estaban al frente, dieron más pasos adelante. Desde los primeros caídos, la madre de uno de los jóvenes asesinados, levantando brazos al cielo, se enfrentó a un escuadrón de antimotines gritando, "mátenme, para qué quiero vivir si ya me mataron a mi hijo". Actos heroicos y casi incomprensibles se han venido repitiendo por el suelo nacional.
En la ciudad norteña de Jinotega, otro grupo de mujeres gritaba y una salió a arrodillarse frente a los antimotines rogando porque pararan la matanza. Estas fuerzas usan fusiles Dragonov, de fabricación rusa y de uso exclusivo para francotiradores.
Días después circuló el video de una mujer que sale de su casa y camina sola hacia los antimotines reclamando a gritos que paren de matar. Detrás se escucha a su hija que la llama intentando detenerla, pero ella avanza gritándoles: "¡Nosotras defendemos nuestros hijos!, ¿ustedes de dónde son? ¡Levantamos barricadas para protegernos!". A medida que avanza, la gente del barrio se le va uniendo y cuando llegan a los militares, y después de intercambios verbales, los uniformados retroceden sin darles la espalda al son de las cazuelas que suenan las mujeres.
El cuidado de la vida de su prole motivó la participación de las mujeres adultas en la guerra, en la insurrección armada de 1979, y parece estar moviendo a las mujeres a protagonizar esta nueva rebelión.
Lo que fue un evento único se repite en Nagarote, municipio del Occidente del país, donde las mujeres marcharon con una procesión religiosa para exigir que la Policía abandonara el lugar. También ocurrió en Las Maderas, municipio de la zona central, en donde grupos armados de choque afines a Ortega se habían apropiado de la población desmontando las barricadas y cateando las viviendas.
Pero no solo se trata de defender a sus hijos e hijas, sino de luchar por la democratización del país. Y en esa trinchera destacan las mujeres. En esta rebelión también las jóvenes están en primera fila en las barricadas o tranques construidos para contener la represión.
Masaya, León, Jinotepe, Diriamba, Matagalpa y barrios orientales de la capital están llenos de barricadas y solamente en la occidental ciudad de León se cuentan 400 barricadas, mientras que la prensa reporta 700 tranques obstruyendo el tráfico para evitar el desplazamiento de fuerzas militares del Gobierno.
Los tranques, ubicados a la entrada o salida de las ciudades, no son permanentes, la Policía los desbarata y a pesar de que muchos muchachos jóvenes han muerto, estudiantes, jóvenes y pobladores, mujeres y hombres, los vuelven a levantar.
De una lista de 14 personas detenidas en las protestas del 12 de junio, y presuntamente retenidas en la temida cárcel del Chipote, dos eran mujeres jóvenes. En Twitter algunas se identifican con el lema "La revolución será feminista o no será". Están en las barricadas y, quizás por eso, algunas tienen pancartas que dicen: "No cobramos peaje, ni acosamos a las mujeres".
La mayoría usando seudónimos relata la doble lucha por la democratización del país y contra el machismo. Maya Lilith dice en un tweet: "Me salí de la Upoli, [universidad emblemática de la lucha], porque eran machistas y nos querían poner a cocinar". En Twitter algunas se comunican agrupadas en Red de Arlenes Siú, en memoria de una joven guerrillera, inmortalizada en una canción de Carlos Mejía Godoy, El cenzontle pregunta por Arlen.
Las mujeres han protagonizado muchas de las luchas sociales durante el gobierno de 11 años de los Ortega - Murillo. Fueron ellas quienes se alzaron para detener la represión en contra de la transnacional -minero B - 2 Gold en 2015, y las mujeres de Rancho Grande, Matagalpa, quienes movilizaron su comunidad hasta lograr que el gobierno anulara un permiso para la explotación minera.
El movimiento campesino anti canal ha tenido entre sus límderes a la campesina Francisca Ramírez, quien se ha ganado el respeto de la población, que considera que la entrega de la mayoría de la concesión canalera al empresario chino Wang Ying constituye una lesión a la soberanía nacional y una amenaza a la propiedad de sus tierras. La letra de la concesión aprobada por la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional otorga al concesionario beneficios que deja desprotegida a la población nacional.
Finalmente, muchas jóvenes, entre ellas Madeleine Caracas, días antes de la protesta de personas jubiladas y el levantamiento iniciado por estudiantes, encabezaron una protesta ante lo que consideraron la indolencia gubernamental ante la quema de la Reserva Natural Indio Maíz.
En su universidad, y a través de un video que se hizo viral en las redes, Caracas encaró al jefe de la bancada del gobierno. Ella también lideró acciones estudiantiles y durante la primera sesión del Diálogo Nacional convocado para buscar salida a la crisis, leyó los nombres de los estudiantes asesinados. Está por verse si se cumplirá el grito de lucha de las feministas en otras latitudes y en Nicaragua, que dice que la revolución será feminista o no será.
Foto: Archivo AmecoPres.
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Internacional – Política – Violencia en conflicto armado – Movimiento Feminista –Derechos Humanos. 21 jun. 18. AmecoPress.