La FMJ reivindica una justicia feminista para evitar sentencias como la de “La Manada”
Madrid, 24 mayo 18. AmecoPress.- La Federación Mujeres Jóvenes ha emitido esta semana un comunicado en el que expresan la más profunda indignación y rabia ante la sentencia emitida en el juicio del caso de ‘La Manada’, celebrado el 26 de abril de 2018 en la Audiencia Provincial de Navarra.
Ya ha pasado casi un mes desde que esperábamos impacientes y con hambre de justicia la resolución por el caso de ‘La manada’. Sí, ya ha pasado casi un mes desde que llenamos las calles para gritar a la injusticia que no nos conformamos, que a las cosas hay que llamarlas por su nombre y que estamos juntas hasta que la ley se ponga a nuestra altura sin dejarnos a la intemperie patriarcal.
Ha pasado casi un mes, pero la indignación sigue en el aire. Este sentimiento que emana de un acto injusto, ofensivo o perjudicial, también lo ha manifestado la Federación Mujeres Jóvenes.
La Federación ha publicado en su web un comunicado en el que lamentan que se haya truncado la oportunidad que ofrecía este juicio para asentar nuevos precedentes en la legislación de las agresiones sexuales en España, abriendo un camino que dejase atrás la justicia patriarcal y que apostase por un viraje hacia la mayor protección de las víctimas de violaciones.
Pero tal y como puede leerse en el escrito “desgraciadamente esta oportunidad para demostrar la creación de un sistema judicial más propio de este siglo XXI basado en la igualdad de género ha sido desaprovechada una vez más, para revelar en su lugar, que el machismo y la cultura de la violación siguen perpetuándose desde las más altas esferas de poder, contaminando así nuestra sociedad”.
Al igual que las miles de personas que salieron a la calle para gritar “Hermana, yo sí te creo”, la FMJ no da crédito al despropósito de la sentencia y considera insuficiente la cantidad de años de la condena por proporcionar a los violadores la posibilidad de una libertad parcial a través de permisos al tercer año, lo cual podría incrementar las posibilidades de su reincidencia.
Distinguir entre consentimiento sexual y violación
Entre otras cosas, la sentencia ha dejado clara la incapacidad de los magistrados para distinguir entre consentimiento sexual y una violación. En su decisión la justicia ha revelado que a la hora de juzgar el ejercicio de la violencia y la intimidación continuada por parte de hombres a mujeres en nuestra sociedad, el foco sigue dirigido a la víctima ya que el grado de violencia del acto se mide según la capacidad de ésta para demostrar que estaba siendo sexualmente forzada.
Como consecuencia, la resolución nos plantea una realidad desoladora para todas las mujeres en este sentido la FMJ reivindica que ante una justicia que normaliza las violaciones en grupo como un suceso habitual, las asociaciones feministas no podemos quedarnos de brazos cruzados.
Sin embargo, insisten en que el problema al que hacemos frente es responsabilidad del conjunto de la sociedad; “El patriarcado está inyectado en nuestra sociedad como un virus, lo cual queda reflejado en el Código Penal y en el hecho de que la ley contemple y apruebe actuaciones de una injusticia manifiesta, tal y como ejemplifica este caso concreto”.
"La verdadera revolución es una educación feminista"
Reproducimos a continuación parte del comunicado emitido por FMJ sobre la sentencia de ’La Manada’:
"La justicia nace de la idea de construir una sociedad mejor y está claro que en una justicia patriarcal las mujeres continuaremos en peligro. En peligro de ser violentadas, maltratadas, excluidas e ignoradas. Las mujeres nos encontramos en un limbo de desprotección e indiferencia en el que cuando denunciamos una violación no nos creen, si no denunciamos se nos toma por inútiles y si nos resistimos, expresando de manera clara nuestra falta de consentimiento y sin dar lugar a equívocos, nos arriesgamos a que nos maten.
Las agresiones sexuales presentan unas altas cifras en España por lo que es urgente tomar medidas para que el sistema judicial considere también los derechos más básicos de la mitad de la ciudadanía, las mujeres, de quienes se ha olvidado al mismo tiempo que reconoce la violencia de género y el patriarcado de manera transversal, legislando en consecuencia.
Este cambio sería un triunfo, pero a largo plazo un parche. La verdadera revolución y lo que la sociedad necesita para que las mujeres recibamos por fin el trato que merecemos es una educación feminista. Una educación contra la cultura de violación, explicando qué es el consentimiento y cómo identificar cuándo una relación sexual se está consintiendo y cuándo no. Una educación en la que se promuevan prácticas sexuales feministas que destierren aquellas basadas en la desigualdad de género, aprendidas en el porno más machista y que desmitifiquen las violaciones como una fuente más de diversión masculina y la sumisión de las mujeres ante la agresión como un patrón de placer sexual femenino normalizado.
Una educación que rechace la intimidación, objetificación y trato violento a la mujer como un rasgo inherente y empoderador de la masculinidad hegemónica y que fomente la idea de que el responsable de una violación es el violador y no la víctima.
No podemos consentir que situaciones así se repitan. No podemos permitir que sigan sin llamarse a las cosas por su nombre, porque no es abuso, es violación. Llegó la hora de juntarnos, apoyarnos y luchar sin descanso por una justicia feminista".
Foto archivo: AmecoPress
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Comunicados – Feminismo – Violencia de género – Acoso sexual – Violencia sexual. 24 mayo. 18. AmecoPress.