Los derechos de las mexicanas empiezan a reconocerse en Chiapas
La apertura de los derechos de las mujeres en Chiapas empieza, poco a poco, a ser una realidad. El movimiento independiente de las mujeres, el foro contra la impunidad de la violencia y el ejercito zapatista de la liberación están siendo factores claves. Todavía queda mucho trabajo por hacer, sobre todo a nivel de concienciación de las ciudadanas.
La situación de la organización y participación de estas mujeres será tema de debate mañana en Valladolid, donde se encuentra la integrante del Centro de Investigación y Acción de la Mujer de México (CIAM-Chiapas), Gladis Alfaro, para hablar de su experiencia personal con las mujeres de Chiapas y compartir proyectos, dificultades y retos.
Gladis, en declaraciones a AmecoPress, ha explicado que hasta hace poco tiempo las niñas a los 13 años “dejaban de ser niñas para casarse”. Estaban obligadas por sus propios padres, algo que no se ha erradicado del todo. Desde hace 3 años pueden recibir educación en las escuelas, “aunque tienen que desplazarse cada día porque no hay colegios en todas las comunidades”. El elevado número de campamentos militares crea una relación intimidatoria con la comunidad y las más perjudicadas son las mujeres. “Hay más prostíbulos que escuelas y las mujeres no puede pasear porque las abordan militares borrachos”.
Desde 2005, con la creación de las Juntas de Buen Gobierno, la implicación de las mujeres en la vida política se ha convertido en una realidad, aunque todavía están a mucha distancia de los varones.
Este primer paso hasta la igualdad es el producto de varios años de lucha. En 1989 las mujeres se manifestaron por primera vez contra una ley que legalizaba el aborto. La iniciativa tuvo gran represión por parte del Gobierno, al que se le achacan desapariciones y asesinatos de algunas de las manifestantes. Pero esto no fue un inconveniente para que, en 1994, se impulsara este movimiento. A raíz de la ley revolucionaria de las mujeres zapatistas, que defiende derechos incluidos en el convenio de no violencia contra las mujeres, empieza a plantearse la violencia en otras ramas, como la política y la económica.
Otro de los factores claves ha sido el Foro contra la impunidad sobre la violencia de la mujer, celebrado en 1999. Asistieron 2.000 mujeres y tuvo, por primera vez, gran impacto político.
La creación del Centro de derechos de la mujer también ha jugado un papel importante. Funciona como un espacio de denuncia y plantea, entre otros, el tema de la co-propiedad, por el que se denuncia que las mujeres de Chiapas no puedan heredar ni figurar como propietarias de sus tierras, algo exclusivamente para los maridos.
El movimiento independiente de las mujeres, creado a raíz del Foro contra la impunidad, es una herramienta indispensable de participación política para la mujer.
Por último, la labor del ejercito zapatista de la liberación, que reúne a hombres y mujeres, lucha para combatir la desigualdad y la violencia. Reivindican los derechos de las personas indígenas, que se concretan en los Acuerdos de San Andrés, algo que el Gobierno, a pesar de haber firmado, nunca ha llegado a cumplir.
Gladis Alfaro ha explicado que tienen que seguir trabajando para progresar en igualdad, “sobre todo en concienciación”, algo necesario por vivir en un mundo que desde siempre oprime a las mujeres.
Internacional- derechos humanos; 03 noviembre (08)