Top Manta: ropa legal hecha por gente ilegal
Madrid, 20 mar. 18. AmecoPress.- Existen aproximadamente 49 000 senegaleses frente a 14 000 senegalesas en el Estado español. Lo cual probablemente se deba a la forma como se organiza la sociedad senegalesa, es decir, a su división tradicional del trabajo: las mujeres senegalesas suelen dedicarse a la agricultura y la ganadería, mientras que los hombres a trabajos asalariados fuera del ámbito local; también con que aproximadamente sólo el 30% de senegalesas sepa leer, y que sea más factible que un hombre posea la cuota de trasporte para llegar a las costas europeas. Todo los cual confluye para que sean ellos la primera y mejor opción a la hora de migrar en busca de mejores opciones laborales y de vida y contribuir a sus familias.
La necesidad de los migrantes senegaleses o msuritanos por ejemplo, no es diferente a la necesidad de los migrantes venezolanos: estas personas huyen de la falta de oportunidades, la pobreza y la inestabilidad política de sus países. Como explica el sociólogo Ndiaye, «la gente prefiere morir en el océano antes que someterse a la miseria. Dicen que aquí ya están muertos y yéndose, al menos, les queda la posibilidad de sobrevivir».
Sin embargo en el año 2015, entró en vigor una de las reformas más restrictivas y cuestionadas del Código Penal español que volvió a penalizar con prisión la venta ambulante o “top manta” en su artículo 274.3.
El Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes, presenta su situación en esta perspectiva: “Ante la imposibilidad de obtener un contrato de trabajo -a la situación de falta de empleo en general se suma, en el caso de la población migrante, el estatus de irregularidad administrativa o de “sin papeles” a causa de la Ley de extranjería-, muchas personas inmigrantes han de buscarse la vida, como sabemos, vendiendo en las calles… Y recordemos, cuando un mantero es condenado por vender, esto cierra de facto cualquier posibilidad de regularización futura debido al tema de los antecedentes penales. Esto es lo que llamamos criminalización de la pobreza.”
Pero “los manteros” no se quedan sólo en la iniciativa del discurso, el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona se ha organizado para generar una marca de ropa propia que les permita salir de la ilegalidad al dejar de vender productos de imitación y autoemplearse en torno a una figura empresarial. Su marca se llama Top Manta y su eslogan es Ropa legal hecha por gente ilegal. Parte de esta iniciativa es una campaña de recaudación de fondos para la marca, que a la fecha ya lleva 35 500 euros sumados.
A pesar de que la inscripción de la marca Top Manta está teniendo algunas trabas burocráticas – lo cual es paradójico, que España le pongan trabas a la creación de una pequeña marca de migrantes y sin embargo su mercado de la moda esté lleno de marcas transnacionales que no necesariamente son las más éticas en los países donde fabrican-, el plan continúa y se puede comprar y colaborar de diversas maneras.
Foto: Archivo AmecoPress. Logo y foto: tomados de marca Top Manta.
— -
Estado español – Economía - Campañas. 20 mar. 18. AmecoPress.