El ruido de la rebelión frente a las violencias machistas

Madrid, 28 noviembre 2017, Amecopress. Las calles de Madrid acogieron la manifestación más multitudinaria. Pero no fue el único lugar en el que cientos de miles de mujeres y también hombres, de distintas edades y sensibilidades, mostraron su rebelión frente a una violencia que discrimina, golpea y mata a las mujeres por el hecho de ser mujeres. Este pasado sábado, 25 de noviembre, Día Mundial contra las violencias machistas, hubo marchas en más de 50 ciudades del Estado español. Según las cifras oficiales, desde 2003 en España han sido asesinadas 917 mujeres por hombres con los que habían mantenido una relación de pareja.

“Si me matan, sacaré los brazos de mi tumba y seré más fuerte”, era una frase que repetía en vida la dominicana Minerva Mirabal. Ella y sus dos hermanas, todas activistas y feministas, fueron asesinadas un 25 de noviembre, fecha que la ONU eligió para establecer en su honor el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

En los actos, manifestaciones, pancartas, eslóganes y manifiestos desarrollados en nuestro país este año se han incluido referencias a casos como el de Juana Rivas o la violación de cinco hombres a una joven en Sanfermines de 2016 que se juzga en Pamplona, que se han convertido en mediáticos y que desde su particularidad han contribuido a evidenciar las fallas, los estereotipos, prejuicios y pilares del sistema patriarcal.

Pero de manera especial, estos actos recuerdan a las que no están, las mujeres asesinadas durante este año. En Madrid, antes y después de la lectura del manifiesto, las organizadoras, el Foro contra la Violencia a las Mujeres y los movimientos feministas, leyeron uno a uno el nombre de todas las asesinadas durante 2017: desde el pasado 25-N, han sido asesinadas 69 mujeres y 12 niños y niñas víctimas de la violencia machista.

En la capital, la respuesta fue tan masiva que cuando se había terminado de leer el manifiesto, en Sol, muchas de las manifestantes se encontraban aún en el punto de partida de la marcha, la Plaza de la Villa. Esta afluencia, este clamor que atraviesa fronteras de edad, cultura o clase social, es interpretada como la confirmación del avance imparable del Feminismo y la percepción de la violencia contra las mujeres como un fenómeno intolerable que nos afecta a todas. Así lo entiende Carmen, una mujer de 62 años asidua a las manifestaciones que cada año se realizan el 25 de noviembre y el 8 de marzo. “Es un contraste, la alegría de constatar el relevo generacional en el feminismo y de haber logrado movilizar a mucha gente, también a hombres, y el hecho de que muchas mujeres sigan siendo maltratadas y asesinadas, o que los jóvenes sigan justificando el control y la violencia en las relaciones de pareja”.

En la manifestación, convocada con el lema “Ni una más, ni una menos. Vivas nos queremos", se pudieron leer y escuchar eslóganes como: ‘No son muertas, son asesinadas’, ‘No tengo miedo, tengo rabia’, ‘Tranquila hermana, aquí está tu manada’, "Ser mujer es un estado de guerra" "No es no, lo demás es violación", "Aquí están las feministas", ‘No estamos todas, faltan las asesinadas’, ‘El machismo mata más que Eta’, ‘No nací mujer para morir por serlo’, ‘No es un caso aislado, se llama patriarcado’.

Ni aislado, ni inamovible

Una de las batallas que poco a poco se va ganando es la de visibilizar todas las violencias machistas como algo que toca a todas las mujeres, expresiones que no son incuestionables ni inamovibles ni irrebatibles: pueden y deben enfrentarse. El miedo y la pasividad parecen haberse transformado en valentía, en expresión y en movilización social. Virginia, una joven universitaria recuerda que la violencia de género es “la punta del iceberg” y apuesta por vincular el feminismo con aquellos “movimientos que defienden los derechos humanos, a las personas inmigrantes, etc.”

La actriz Natalia Dicenta y la escritora Nuria Varela fueron las encargadas de leer el manifiesto, que reivindicó el fin de las visitas de los hijos e hijas a los maltratadores imputados o condenados, la retirada de la patria potestad a los maltratadores, el completo y eficaz desarrollo de la Ley 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, el fin de la discriminación salarial, la eliminación de la trata de personas y el impulso de una auténtica política de prevención con educación en todos los niveles.

Fotos AmecoPress
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Estado español – Política y género – Violencia de género – Violencia sexual – Feminismo – Movimiento feminista; 28 de noviembre. 17. AmecoPress