Musulmanas se unen para apoyar a supervivientes de violencia machista
Madrid. 11 de Mayo de 2017. AmecoPress - Hace unos días el centro social La Villana de Vallekas, en Madrid, acogía en su agenda un acto que sobrepasó las expectativas de lo programado. La plataforma Redstructura Feminista lanzaba así una actividad nueva para recaudar fondos dirigidos a una superviviente de violencia machista. Más de un centenar de personas se acercaban a participar en el coloquio-debate Falsos mitos de la mujer en el islam amenizado por la escritora y aRtivista M. Laure Rodríguez Quiroga, que acaba de lanzar un libro con este mismo título, y que contaba además con el respaldo de la también internacionalmente reconocida musulmana metalera Gisele Marie Rocha, integrante del grupo heavy metal Eden Seed.
Con su elocuente sentido del humor, Rodríguez Quiroga puso patas arriba algunos de los mitos que se han construido sobre las mujeres musulmanas a lo largo de la historia, señalando que «la gestación de la islamofobia tiene cinco siglos de antigüedad». Es desde ahí, desde estos discursos «excluyentes y reduccionistas», desde donde se ha dibujado un perfil de las mujeres musulmanas que no siempre se corresponde con la realidad. «Es necesario seguir denunciando la vulneración de derechos fundamentales que se cometen contra las mujeres pero sin caer en ideas totalitarias e informaciones carentes de rigor», explicó Laure.
Así fue cómo desmitificó la pederastia vinculada al hecho islámico mostrando a través de un gráfico una realidad apabullante, «la mayoría de los países considerados musulmanes estipulan la edad mínima para contraer matrimonio a partir de los 18 años», en algunos casos incluso llegan a los 21 años, principalmente en el continente africano. Como ejemplo trasladó dos imágenes concretas. Por un lado trajo la noticia fake de la boda masiva de menores en Palestina, que ni son musulmanas ni son futuras novias pero que «se utiliza al menos una vez al año para alimentar el discurso islamófobo y relacionar el matrimonio de menores con el islam». Según señaló esta imagen suele utilizarse en momentos previos a elecciones, «basta echar un vistazo a las hemerotecas para corroborarlo».
La otra noticia que explicó fue la de la líder africana, Theresa Kachindamoto, de la región de Dedza en Malaui, conocida como la «Terminator de los matrimonios de menores» donde los medios obvian informar que lo que Kachindamoto hace es agarrarse a la legislación del país. «En Malaui la edad mínima para contraer matrimonio está fijada en 18 años, dato que normalmente los medios se olvidan de comentar, alimentando así la idea de que las leyes no protegen a las menores y que el islam permite esta atrocidad». No faltó la acidez autocrítica para señalar que en el Estado español el derecho canónico sigue estipulando la edad mínima en catorce años, muy por debajo de la edad fijada en la legislación civil, aunque este dato no afecta a las musulmanas sino a las niñas católicas.
Fueron muchos puntos los que trató de desmitificar, como la fijación mediática de la LGBTIQ+fobia en espacios musulmanes, a pesar de que de los 75 países del mundo que condenan las relaciones homosexuales una minoría (veintiséis) se encuentra en el «conocido como mundo islámico». No parece ser casual que «estas noticias salen a la luz en momentos previos a elecciones», una vez más, como así lo han denunciado desde el movimiento LGBTIQ+ Orgullo Crítico de Madrid. En ese sentido y en relación a la reciente deportación de la española Jimena Rico y su pareja Shaza Ismail desde Turquía, aclaró que en Dubai no se condenan las relaciones lésbicas, ni existe la condena a muerte por estos motivos y que en Turquía la homosexualidad es legal desde el año 1878. «Que existan unas leyes determinadas tampoco implica que a nivel social se respeten, y para eso no nos tenemos que ir a otros países. Nos basta mirar a nuestra propia experiencia y ver que a pesar de ser un país referente en las uniones homosexuales los delitos de odio contra el colectivo LGBTIQ+ son una realidad cada vez más evidente», explicó Rodríguez Quiroga. «Es importante seguir apelando a los derechos para todos los humanos, pero sin caer en la instrumentalización políticos con fines islamófobos de las identidadesLGBTIQ+ que se alimentan desde los medios de comunicación y los usos electoralistas que parecen promoverse».
Sin duda, el tema estrella que trató de desmitificar es lo que la autora denomina como Hiyabitis, capítulo que la escritora dedica en el libro para hacer un recorrido por los debates internacionales que se vienen generando sobre el cuerpo de las musulmanas. Desde el siglo XVIII «la obsesiva mirada hacia el cuerpo de las musulmanas -nada nuevo en la cultura patriarcal- convierten nuestros cuerpos en campos de batalla para reducirnos a chivos expiatorios. O desnudarnos o cubrirnos y, entre medias, nuestra voluntad y las decisiones autónomas sobre nuestros cuerpos siguen siendo silenciadas».
Como colofón final Rodríguez Quiroga trasladó las imágenes de un concierto de la banda metalera Eden Seed en la que una musulmana vestida de un negro riguroso, incluyendo su cara, toca su polka, una guitarra electrica de lunares rosas. «Si después de ver estas imágenes siguen considerando que una mujer completamente cubierta es una mujer sumisa, tal vez deberían de revisárselo».
La unión hace la fuerza
M. Laure Rodríguez Quiroga, integrante de la Plataforma de mujeres artistas contra la Violencia de Género, anunció que la alianza que se ha hecho con Gisele Marie Rocha para este evento «no va a quedarse aquí», algo que no ha pasado desapercibido por los medios internacionales, y que se han hecho eco de esta alianza, como por ejemplo la revista musical Rock Gaucho o el medio experto en música metal Heavy and Hell Press. «Hemos decidido unirnos y seguir sumando esfuerzos, cada una desde su escenario, para denunciar la violencia machista que sufrimos las mujeres en cualquier parte del mundo» y anuncia que ya se está trabajando desde la Plataforma en un acto que no pasará desapercibido. «Juntar en un mismo escenario a musulmanas metaleras de diferentes partes del mundo unidas contra la violencia machista y que de paso sirva para desmontar discursos islamófobos» finalizó Laure, recordando que «no nos reconocemos musulmanas para que callen nuestras voces».
Foto Archivo Amecopress cedida por Feminismos Con Apellidos
Sociedad - Feminismo - Instituciones de igualdad - Movimiento feminista - Mujeres del mundo - Violencia de género; 11 de Mayo de 2017. Amecopress