Ley Integral contra la Violencia de Género enfrenta obstáculos y resistencias
Bajo la línea del patriarcado se quiere imponer una violencia ideológica contra las mujeres
“Las reacciones al querer llevar a la realidad la Ley contra la Violencia de Género son perversas” consideró Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas en conferencia de prensa acompañada de mujeres líderes de organizaciones y redes feministas que desde hace años luchan por una vida libre de violencia para las mujeres.
El grupo de feministas ha denunciado los diversos obstáculos que prevalecen al intentar la aplicación de la Ley Integral Contra la Violencia de Género que recientemente cumplió tres años desde su entrada en vigor.
Entre las principales causas por las cuales las mujeres no pueden ampararse plenamente en esta ley, según las líderes de las organizaciones, son: la falta de preparación profesional en materia de género en los operadores jurídicos y en los equipos psicosociales que son las personas encargadas de la aplicación de la ley, así como las acciones “violentas” desatadas por los maltratadores de mujeres contra las víctimas, compañeras que las apoyan e hijas e hijos.
“La Ley Integral Contra la Violencia de Género es un logro conseguido, es un avance para las mujeres, el problema es su aplicación” estimó Yolanda Besteiros, presidenta de la Federación Progresista de Mujeres (FMP).
La presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, Consuelo Abril, coincidió con Besteiros y matizó “prevalece la resistencia a aplicar la ley en los operadores jurídicos, y no se tienen especialistas en género ni en violencia contra mujeres, se debería exigir que las personas que apliquen la ley estén preparados profesionalmente de forma obligada”.
Ante el contexto que afecta a toda la ciudadanía “estaremos unidas como piñas para proteger los derechos de las mujeres y llevaremos hasta las últimas consecuencias la situación para hacer real la tolerancia cero contra la violencia de género”, sostuvo Pérez del Campo.
Por su parte Soledad Mouraga, presidenta de la Asociación Mujeres para la Salud , consideró “las mujeres ahora afrontan una doble victimización en los juzgados. Esto es un posmachismo que afecta la vida de todas las mujeres.”
Amalia Fernández, presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, consideró “es muy desproporcionada la aplicación de la ley. Han condenado a mujeres, mientras que los maltratadores nunca les dictan formal prisión cuando los casos son graves”.
Las mujeres denunciantes que lanzaron la convocatoria de prensa con carácter "urgente" denunciaron la situación esta mañana en las instalaciones de la Casa de la Mujer en esta ciudad.
Todas ellas tienen una trayectoria de años en la defensa de los derechos de las mujeres en el país. Además que todas tratan día con día casos de mujeres que denuncian a su maltratador, así también conocen a profundidad los casos de violencia que presenta la población femenina además de que son especialistas en género.
Las denunciantes afirmaron hoy que la ley es "un reconocimiento a la lucha feminista". La ley actualmente se constituye como "pionera" en Europa.
Recientemente diversos grupos de hombres, como el movimiento por los derechos de los padres varones separados, y muchos más que se han unido y mantienen contacto principalmente a través de la Internet , han desatado campañas para desvirtuar la ley, así como descalificado la lucha feminista.
Laley ontempla medidas penales, laborales, educativas y sociales, para conseguir una vida libre de violencia para la población femenina. Aunque contempla en teoría una forma integral de intervenir para proteger a las mujeres, en la práctica no es así.
“Necesitamos que un solo juez tenga competencias civiles y penales para aplicar esta ley, pues ahora se divide en dos, un juez que aplica competencias civiles y otro penales, lo cual no tiene coordinación” explicó Consuelo Abril.
Según las feministas existen diversas formas de desvirtuar y minar los objetivos de dicha ley. Ejemplo de ello es el llamado “Síndrome de Alienación Parental (SAP)” conocido internacionalmente por sus siglas en inglés, (PAS).
“Cuando un hombre acusa a una mujer de este síndrome la descalifica haga o no haga nada. Es una forma de eliminar a las mujeres y frenar su lucha” estimó Pérez del Campo.
El SAP es el proceso destinado a romper el vínculo de los hijos con uno de sus progenitores. El término fue propuesto por el doctor en Psiquiatría Richard A. Gardner en 1985, como consecuencia del estudio que realizó en casos de divorcios conflictivos o destructivos.
Con posterioridad, se han sucedido varios estudios que han intentado comprobar la universalidad de los comportamientos descritos en diversos países donde existe el divorcio.
El SAP es ahora “utilizado a nivel mundial” para descalificar a las mujeres, según Pérez del Campo, pues “las reacciones en todos los países son miméticamente iguales” agregó, pues existe una escalada de violencia contra las víctimas y compañeras que las apoyan y ayudan a romper círculos de violencia. La situación afecta también a hijas e hijos según la feminista con años de trayectoria en la defensa de los derechos de las mujeres.
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Fotos: AmecoPress
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Política- Violencia de género- 17 julio, 08 (AmecoPress)