México: Matrimonio infantil, si no es por amor es por fuerza
Tepic, Nayarit, - México, 06 oct. 16. AmecoPress/SemMéxico,.- Para abatir el alto índice de matrimonios infantiles que ubican a esta entidad en el segundo lugar nacional, no basta con modificar el marco legal, sino definir una estrategia efectiva, principalmente entre las comunidades indígenas donde es más común la unión libre y el consecuente embarazo de las jovencitas desde los 12 o 13 años. Ello también desmotivaría al uso de las niñas para complacer a los hombres mayores.
Una estrategia que involucre a figuras con credibilidad en los pueblos, como lo son los sacerdotes, al profesorado y al personal médico, que a su vez sean sensibilizados y transmitan la información a la gente, de otro modo será muy complicado hacer cambios, consideró el maestro en educación, desarrollo rural y experto en la cultura indígena, Jesús Amaro.
Es más complicado cambiar las creencias que la ciencia. Las comunidades tienen muy arraigadas sus costumbres en todos los terrenos, pero en este, de las uniones entre niñas y niños y entre niñas y adultos es lo más natural que hay, y no se ve mal, así funcionan, agregó.
Pero sin duda consideró que esto debe cambiar porque se frena el desarrollo de las niñas; su posibilidad de hacer otras cosas que no sea la vida en pareja y la maternidad.
El maestro, filósofo también, ha vivido largos periodos con tepehuanes, huicholes y coras, principales comunidades indígenas en el estado de Nayarit.
Amaro explicó cómo la actividad sexual entre esas poblaciones empieza a muy temprana edad, lo que trae como consecuencia embarazos y las uniones de menores de edad, niñas y niños.
Dijo que a pesar de que se les impartes pláticas de parte de los programas federales en las escuelas secundarias, les reparten condones y hablan con los padres y madres, la información parece no haber tenido éxito. La gente va obligada y con el interés del apoyo mensual que les entregan a través de Prospera.
En general en las poblaciones indígenas que conozco hay mucha libertad para la actividad sexual, y se hace desde muy corta edad, a los 12 o 13 años, luego juntan a las parejas de niños, viven con los padres. Es muy raro que se casen a menos que el cura los convenza y lo hacen de manera religiosa, pero comúnmente la gente vive en unión libre.
Los muchachos les dicen a las muchachas que no se van a quedar embarazadas si tienen relaciones de pie, o les dicen “no tengas pendiente, yo lo hago rápido, no vas a quedar embarazada”, y las mujeres ceden, dejan de ir a la escuela o su pareja ya no las deja, finalmente así lo han hecho sus madres, sus amigas, sus tías. Eso se reproduce, como también los episodios de violencia, porque hay mucho machismo, indica Amaro.
Esa situación se recrudece cuando las jovencitas tienen relaciones con hombres mayores de edad porque les dan dinero o las convencen; y también lo hacen con otros personajes que estén de paso, como los soldados, el de “la coca”, los maestros, los narcos, las engañan y muchas veces quedan embarazadas, solas.
Y el otro fenómeno que tenemos que citar es la de las niñas “regalo especial” y las “niñas piquete”. Las primeras, según el investigador, son ofrecidas a los adultos en fechas importantes, por ejemplo los cumpleaños. Las regalan como si fuese un pastel o una camisa. Son regalos momentáneos, por los que pagan quienes las ofrecen por estar uno o dos días con el festejado.
“Los piquete” son las acompañantes por varios días de los hombres mayores que viajan a algún asunto a la ciudad o a otra comunidad. “Cuando los hombres mayores salen a caminar, buscan una muchachita para, si tienen deseos, tener sexo con ella. Eso pasa con los tepehuanes, pero no hay mucha diferencia con los coras y los huicholes”.
El maestro puntualiza en las diferencias de estas dos “modalidades”: las del caminante es mientras van y regresan. Son para que si en el camino tienen deseos sexuales porque la esposa ya no tienen resistencia para caminar. Ellas desayunan, comen, cenan, y al final les dan algo, pero ya con la comida es bueno, ya con que ellas coman diferente de lo que comen en casa, es bueno: algún pan, pinole, su pedazo de carne, ese es el premio que recibe la muchachita, son muy pobres.
El regalo, en cambio, es para dos noches, o una semana porque muchas veces son casados. Las regalan los mismos amigos de los hombres. Como si llevara una corbata, un pastel, en vez de eso llevan a una muchacha. Una niña que no es nada de él, a las que escogen, las convencen y les pagan unos 100 pesos. Cualquier dinero es bueno; quizá hasta 200.
En este escenario, añadió, los cambios legislativos son buenos, pero es necesario motivar a la población, hablarles de las ventajas físicas, sociales, económicas para que los jóvenes no se junten a tan corta edad, porque si se les obliga no van a aceptar. Es más fuerte la creencia que la ciencia. Aquí los líderes fuertes son los sacerdotes, y en seguida los maestros y los médicos, son autoridades morales para ellos; por ahí las cosas es factible que cambien, aunque se ocupen una o dos generaciones.
Foto : SemMéxico.
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Internacional – Infancia – Las jóvenes – Violencia sexual – Violencia de género. 06 oct. 16. AmecoPress.