El COGAM presenta el informe Transmadrid

El Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales del municipio (COGAM) ha presentado el informe Transmadrid, sobre una muestra de 206 mujeres, que describe algunos aspectos de la población de mujeres trans trabajadoras del sexo en Madrid.

 Alberto Martín-Pérez, autor del informe, dejó claro que las cifras no tienen porqué ser extrapolables al conjunto de las mujeres transexuales madrileñas si no que se limita a las 206 que participaron en el estudio. Reconoció que a pesar de la aprobación de la Ley de Identidad Sexual, la sociedad sigue rechazando la transexualidad con las consecuentes problemas de acceso para incorporarse al mercado laboral.

Transmadrid es un proyecto de prevención de VIH dirigido a las trabajadoras del sexo transexuales, y el estudio se ha hecho con el objetivo de conocer la realidad del colectivo y eliminar las situaciones de discriminación a las que se enfrenta, como la dificultad de acceder al proceso de reasignación de sexo dentro de la sanidad pública, pues la mayoría de las mujeres no tiene el certificado de disforia de género que exige la administración.

Además, un 28% carece de tarjeta sanitaria, de ahí que cerca de las tres cuartas partes de las mujeres que se hormonan en la actualidad o se han sometido a este tratamiento en alguna ocasión lo hagan sin prescripción médica y arriesgando su salud.

Trabajadoras del sexo

Alberto Martín-Pérez destacó que el 99% de las mujeres entrevistadas trabajan en el sexo de forma “voluntaria y consciente”, y entre ellas, unas reconocen que preferirían tener otra alternativa laboral, “pero otras muchas simplemente demandan que se mejoren las condiciones en que realizan su trabajo actual”.

En este sentido, la portavoz del colectivo en Defensa de los Derechos de las Prostitutas, Hetaira, reiteró la necesidad de acordar con los vecinos de Madrid espacios donde las mujeres puedan ejercer su actividad en mejores condiciones. Cristina Garaizábal criticó la actual campaña publicitaria contra la prostitución del ayuntamiento de Madrid y su “ofensivo” mensaje: ‘Porque tú pagas, existe la prostitución”.

A su juicio, muestra a las trabajadoras del sexo como ciudadanas de segunda categoría, como “menores de edad” y persigue a los clientes como si entre ellos y las mujeres no hubiera una relación comercial acordada de forma voluntaria.

Por su parte, Mónica Martín, trabajadora sexual y portavoz del COGAM, también lamentó esta campaña que “mezcla comercio de armas, esclavitud sexual, violencia de género y prostitución” cuando las prostitutas que ejercen en la calle lo hacen por voluntad propia porque las mafias suelen recluir a las mujeres que prostituyen en clubes.

Cristina Garaizábal pidió que la prostitución se regule como un trabajo para que pueda tener unas condiciones laborales dignas, y Mónica Martín declaró que hace años que solicita declarar a Hacienda por esta actividad.

Ambas criticaron el Plan contra la Explotación Sexual puesto en marcha por el consistorio madrileño en 2004 porque ha servido de excusa al gobierno municipal para perseguir a las mujeres que trabajan en la calle, creándoles problemas y obligándoles a cambiar de sitio, perdiendo en seguridad con cada traslado.

Respecto al “proceso de remodelación” que está viviendo la zona centro y las calles aledañas a Gran Vía, Garaizábal lamentó la especulación inmobiliaria que hay oculta tras esta estrategia, mientras que Hetaira tiene problemas para encontrar un local de alquiler donde instalar su sede por ser un colectivo que defiende a las prostitutas.

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Fotos: AmecoPress

Pies de fotos: (de izq a dcha), Mónica Martín, Antonio Poveda (presidente de la FELGTB), Alberto Martín-Pérez y Cristina Garaizábal, durante la presentación del informe.